Diez mil profesionales de 91 países asistirán al Mercado del Filme

Hoy comienza la 60 edición del Festival Internacional de Cine de Cannes

DPA

Cannes, 15 de mayo. Todas las miradas se centrarán en el 60 festival de Cannes cuando abra sus salas a los cineastas, empresarios y periodistas este miércoles para exhibir las más recientes y esperadas producciones cinematográficas.

Pero hay dos secciones que suscitan particular interés este año: Una Cierta Mirada, que comienza el 17 de mayo, y Tous les Cinemas du Monde, que comienza el 19.

Creada en 1978, Una Cierta Mirada, se centra en el cine contemporáneo mundial y es una sección de alto prestigio, mientras que Tous les Cinemas du Monde (Todos los cines del mundo) se dedica a películas de un país o continente.

Este año, un jurado presidido por el director francés Pascale Ferrane, que en 2006 triunfó con Lady Chatterley, concederá el premio de Una Cierta Mirada a la mejor película de algún joven talento y posiblemente otro galardón a otras dos películas por su innovación y atrevimiento.

En momentos en que Cannes, el principal festival cinematográfico del mundo, celebra su 60 edición, la decana Mostra de Venezia afronta la rivalidad de Roma, mientras en Berlín y Toronto los festivales de cine entran en el siglo XXI tironeados por el peso del pasado y la necesidades de la industria.

Plataforma de lanzamiento

Hoy como ayer, los principales festivales sirven de "plataforma de lanzamiento a las mejores películas del mundo", declaró Jean Roy, critico del diario francés L'Humanité desde hace 25 años, y director desde mediados de los años 70 hasta 1999 de la Semana de la Crítica, sección paralela del festival de Cannes.

Más allá del prestigio de su competencia oficial, Cannes, en mayo; Berlín, en febrero, y Toronto, en septiembre, son también, y ante todo, dinámicos mercados del filme (Venecia no tiene mercado).

Unos 10 mil profesionales procedentes de 91 países vendrán al Mercado del Filme de Cannes del 16 al 26 de mayo para comprar y vender unas cuatro mil películas.

"Muchas cosas empiezan, prosiguen y concluyen en Cannes, el mayor mercado del mundo del sector, en el que están presentes distribuidores y productores de todos los países", explicó Christophe Riandee, director general de la firma Gaumont.

Esta compañía tendrá en Cannes un equipo comercial de 10 personas dedicadas a vender los derechos internacionales de las películas producidas por ella.

En opinión de Jean Roy, el principal reto que afrontan hoy los festivales es resistir a "la tentación de un desarrollo cancerígeno".

Cannes, dotado como Venecia de infraestructuras envejecidas, inaugura este año una nueva sala de proyección, pero al mismo tiempo "reclama alto y fuerte la construcción de otro Palacio de Festivales", señaló Roy.

Por el momento, sólo una restauración del edificio, de un costo de 150 millones de euros, podría ser aprobada por la alcaldía de la ciudad.

Por su parte, Marco Müller, director artístico de la Mostra de Venezia, subvencionada en 60 por ciento por los poderes públicos (cuando Cannes lo es en 50 por ciento) y con escasez de espacio en el Lido, espera impacientemente un nuevo edificio, para el cual el presupuesto ya fue aprobado.

Finalmente, Toronto emprendió la construcción de un nuevo y ambicioso edificio, que será inaugurado dentro de dos años.

No obstante, recibir un mayor número de películas plantea el riesgo de ahogar las obras en la profusión de la oferta, estima Roy, considerando que "el interés de Cannes es concentrar todo en un pequeño espacio en el que todo el mundo se cruza".

Pero el modelo que tiende a imponerse hoy es el de festivales de grandes ciudades abiertos al público, como Toronto, Pusan (Corea del Sur), Berlín o Roma, cuyo alcalde, Walter Veltroni, lanzó la Fiesta del Cine el año pasado.

Francis Ford Coppola irá a Roma en octubre próximo

Esa primera edición, dotada de un presupuesto de 10 millones de euros (25 por ciento más que Venecia), atrajo 56 mil espectadores y recibió a Martin Scorsese, que presentó Los infiltrados. Roma aparece de entrada como rival de Venecia, lo que demuestra el hecho de que recibirá en octubre próximo al gran cineasta Francis Ford Coppola, que no viene a Italia desde hace 10 años.

En lo que se refiere a Berlín, que combina las ventajas de ser una de las capitales más abordables de Europa con el dinamismo de su delegado artístico, Dieter Kosslick, multiplica las manifestaciones para ampliar su audiencia. Su mercado del filme, aunque todavía mucho más pequeño (700 películas y menos de mil compradores) que el de Cannes, dobló su superficie en dos años.

De manera que Roy estimó que "Cannes tendrá que invertir para seguir siendo el primero del mundo".

Como quiera que sea, los festivales de cine, que se han multiplicado en todo el mundo, de Marrakech a Dubai, "tienen todavía un bello porvenir, debido que la frecuentación cinematográfica mundial no disminuye", señaló el historiador François Garçon. Y ello, "pese a los discursos catastrofistas sobre la muerte de cine que vienen pronunciándose desde 1916".