Líder demócrata reconoce avances; la votación será hoy
Senadores de EU buscan acuerdo de última hora sobre migración
Washington, 15 de mayo. Congresistas demócratas y republicanos se reunieron la tarde de este martes para tratar de alcanzar un acuerdo de última hora sobre la reforma de las leyes de inmigración, antes de una votación crucial prevista para la mañana del miércoles en el Senado. "Todavía no logramos un acuerdo", explicó a la prensa el senador republicano Mel Martínez (Florida), momentos antes de que varios senadores iniciaran la reunión.
"Registramos algunos progresos", declaró por su parte Harry Reid, jefe de la mayoría demócrata en el Senado, quien descartó postergar la votación que fijó para el miércoles sobre la apertura formal del debate, que necesita apoyo de al menos nueve republicanos. El líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, expresó su esperanza de "alcanzar un acuerdo completo esta noche" y lograr apoyo de 60 de los 100 senadores para abrir formalmente el debate y tratar de aprobar la reforma antes del plazo fijado por Reid, el fin de semana del Día de los Caídos, que se celebrará el lunes 28 de mayo.
Según el líder demócrata, las intensas negociaciones entre ambos partidos llevaron a avances "en el tema de la vía que se abriría para la regularización" de muchos de los 12 millones de indocumentados que, se calcula, viven actualmente en Estados Unidos, así como en el área de los estudiantes que no tienen papeles (Ley del Sueño) y en materia de trabajadores agrícolas.
En cambio, los dos partidos se topan con dificultades a la hora de ponerse de acuerdo sobre los permisos de trabajo temporales y el reagrupamiento de las familias, explicó el senador demócrata, criticado por Martínez por haber dejado tan poco tiempo para lograr un acuerdo bipartidista.
"Estamos trabajando con un plazo muy difícil", subrayó el senador de Florida, cercano al presidente republicano George W. Bush, que lleva más de tres años pidiendo una reforma migratoria al Congreso.
El llamado "voto de procedimiento", que permite someter un proyecto de ley al pleno del Senado, es determinante para la reforma migratoria: si supera ese obstáculo el miércoles con el apoyo de nueve republicanos, tendrá la vía abierta para su aprobación por ambas cámaras dominadas por los demócratas.
El apoyo de los republicanos es necesario con el propósito de lograr los 60 votos reglamentarios para abrir formalmente el debate sobre el proyecto de ley, pues los demócratas sólo tienen 51 de los 100 escaños en el Senado, entre ellos dos independientes.