Disputa por predio; derriban casas sin orden de un juez

Policías y antorchistas desalojan a 10 familias en Chimalhuacán

RENE RAMON

Chimalhuacán, Mex., 15 de mayo. Al menos 300 integrantes de la organización priísta Antorcha Popular, apoyados por la policía municipal, desalojaron a 10 familias que ocupaban un predio de casi 10 mil metros cuadrados que los antorchistas reclamaban como propio, en la colonia Acuitlapilco, en la parte baja de Chimalhuacán.

Después de varios conatos de violencia y tras seis horas de tensión, los integrantes de la familia Izquierdo Peralta treparon a los techos de sus viviendas para evitar que la maquinaria pesada que llevaban los antorchistas las demolieran.

Al predio, ubicado en Arca de Noé, entre las avenidas Arenal y El Peñón, arribaron más de 200 granaderos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), quienes estaban a la expectativa.

Los que sí ingresaron al predio fueron más de 100 elementos de Seguridad Pública municipal encabezados por su director, Telésforo García Carreón, y por el ex presidente municipal Miguel Ángel Cacique Pérez, dirigente antorchista.

Nadie mostró orden de desalojo. Tampoco hubo un actuario o notario público que diera fe de los hechos. Los antorchistas sólo llevaban documentos de un contrato de compraventa del predio de 9 mil 975 metros cuadrados, y copias del juicio de amparo 749/2002-III y de un recurso de revisión del expediente 106/2002.

Cacique Pérez dijo que el predio es suyo y entregó copias de un contrato de compraventa firmado por el presunto dueño del predio, José Cruz Castillo Valentino, y por Fanny López Villegas, esta última albacea del grupo antorchista.

Sin embargo, Martina Izquierdo Gutiérrez y Ángela Izquierdo Peralta aseguraron que hace 50 años habitan en esta propiedad, la cual, dijeron, les heredó su abuelo, Silvestre Izquierdo, y desde entonces habitan ahí 80 de sus descendientes.

Dionisio Alonso González, esposo de Angela Izquierdo Peralta, sostuvo que la familia posee documentos que acreditan la propiedad, pero los tiene bajo resguardo.

Los afectados no pudieron evitar que los antorchistas los desalojaran y derribaran con trascabos varias construcciones de ladrillo, algunas casuchas y al menos tres bardas.

Planos en mano, los simpatizantes de esta organización de filiación priísta subdividieron los terrenos e instalaron campamentos para resguardarlos.

Sólo algunos ocupantes del predio treparon a los techos de sus cuartos, dos de ellos en obra negra, donde se apostaron para impedir que los trascabos derribaran sus moradas. Uno de los operadores de la maquinaria tiró trabes y muros, pero minutos después se retiró.

Ningún funcionario de la Secretaría de Gobierno del estado de México acudió para mediar entre los grupos que reclaman el terreno. Sólo estuvo Octavio Bernal Ocampo, director operativo de la ASE para la zona oriente, pero se mantuvo a distancia con sus elementos.