El primer ministro británico anuncia que el 27 de junio saldrá de Downing Street
Blair dejará el gobierno con una sola convicción: "hice lo correcto"
El gobernante se despide en la ciudad de Trimdon, donde inició su carrera política en 1983
Admite que los efectos de las guerras en Irak y Afganistán "han sido fieros" y costosos
Ampliar la imagen El saliente primer ministro británico saluda a simpatizantes en la ciudad de Trimdon, donde ayer anunció la fecha de su retiro del cargo Foto: Ap
Ampliar la imagen Gordon Brown, actual ministro de Finanzas británico, se perfila como el sucesor del premier Foto: Ap
Trimdon, 10 de mayo. En un discurso centrado en explicar la decisión de acompañar a Estados Unidos en la ocupación de Irak -causa de la pérdida de popularidad-, el primer ministro británico, Anthony Charles Lynton (Tony) Blair, anunció hoy que el 27 de junio próximo dejará su cargo y saldrá definitivamente del legendario edificio de la calle Downing, con la convicción de que siempre "hice lo que pensé que era lo correcto para el país".
"Tomar decisiones es difícil. Todos dicen siempre: escucha al pueblo. Pero el problema es que no siempre está de acuerdo. Y, en el momento, te das cuenta de que poner al país en primer lugar no siempre significa que eso sea lo correcto para la sabiduría convencional o el consenso prevaleciente. Significa lo que genuinamente crees que está bien. La responsabilidad es actuar acorde con tus convicciones", dijo Blair en un breve discurso que leyó en la localidad de Trimdon, ubicada en el distrito electoral de Sedgefield, donde el laborista inició su carrera política como diputado, en mayo de 1983, a la edad de 30 años.
Durante la lectura del discurso, Blair se mostró emocionado y casi al llegar al final, sus ojos se humedecieron tras justificar su decisión de apoyar las acciones bélicas emprendidas por el presidente George W. Bush en Afganistán, en 2001, y en Irak, en 2003.
"Decidí que deberíamos pararnos hombro con hombro con nuestro más antiguo aliado. Hice eso porque así lo creo. Así fue con Afganistán y luego con Irak, éste último, amargo, controversial. Quitar a Saddam (Hussein, presidente iraquí) y a sus hijos del poder, así como retirar a los talibanes, culminó con relativa facilidad. Pero los efectos que hubo desde entonces, de parte del terrorismo global y de aquellos elementos que lo apoyan, han sido fieros, no han cedido, y han sido costosos. Para muchos, simplemente no valen la pena".
En ese punto del discurso, Blair reconoció que hubo gente que no vio satisfechas sus expectativas y más adelante explicó que los hechos pueden ser vistos a través de lentes de diversos colores, al tiempo que la realidad puede ser dibujada en tonos de negro, gris y blanco.
"Pero les pido, con la mano en el corazón, que acepten algo: hice lo que pensé que era lo correcto. Pude haber estado equivocado. Eso ustedes lo dirán. Pero crean por lo menos una cosa y nada más. Hice lo que pensé que era lo correcto para el país".
Después de esa petición a los británicos, Blair cerró su alocución con una apología de Gran Bretaña.
"Este país es una nación bendita. Los británicos son especiales, el mundo lo sabe y en nuestros más profundos pensamientos lo sabemos. Le agradezco al pueblo británico por los tiempos en que tuve éxito y ofrezco disculpas por los momentos en que fallé", dijo el jefe de gobierno.
Nacido en Edimburgo, Escocia, el 6 de mayo de 1953, Blair destacó que intencionalmente decidió regresar a Sedgefield para encontrarse con los ciudadanos a los que representa, donde comenzó su actividad política y donde debe terminar, después de haber fungido como primer ministro por poco más de diez años.
Blair, que en 1994 lanzó en Trimdon su campaña para alcanzar el liderazgo laborista, ha sido objeto de presiones políticas y reclamos de muchos de los militantes de su propio partido por haber apoyado la guerra en Irak.
Y su regreso a Sedgefield para anunciar su salida del gobierno, fue una manera de evitar polémicas, según su biógrafo John Rintoul.
"Este es uno de los pocos lugares donde Blair podría esperar una recepción cálida. Blair se va obligado por su partido, que detestó su decisión de invadir Irak. El primer ministro ha estado gobernando con tiempo prestado", agregó Rintoul.
Con poca sutileza, Blair también se refirió al tiempo transcurrido en el discurso de hoy, al señalar que "10 años en este trabajo, en el mundo de hoy, es mucho para mí, pero especialmente para el país".
Pese a que el discurso de Blair fue bien recibido en Trimdon, un grupo de manifestantes se acercó al sitio donde notificó su decisión para protestar contra su participación en la guerra de Irak, donde hay unos siete mil soldados.
"La policía tiene rodeado el edificio. Salga con las manos en alto. Usted está acusado de crímenes de guerra", dijo uno de los manifestantes a través de un altavoz frente al sitio donde Blair iniciaba su despedida del poder.
El 27 de junio Blair entregará formalmente su carta de retiro a la reina Isabel II, la jefa del Estado británico, quien entonces ordenará al nuevo primer ministro la formación del nuevo gobierno.
Con el anuncio hecho hoy se inicia de inmediato la lucha por la sucesión en el liderazgo laborista.
Los aspirantes a ocupar la oficina de Downing Street disponen de tres días a partir de hoy para reunir el mínimo de 44 firmas de diputados laboristas, necesarias para presentar su candidatura.
En el plazo de cuatro semanas se dará a conocer el nombre de los políticos que concurrirán en la lucha interna por la sucesión. De forma paralela se llevará a cabo un proceso para la elección del vicejefe del Partido Laborista y del viceprimer ministro.
Transcurridas cinco semanas, comenzará el proceso de votación. Además de los diputados laboristas que forman parte de la Cámara de los Comunes y de los europarlamentarios británicos militantes del partido, alrededor de 200 mil afiliados a la organización y sindicalistas tienen derecho al voto.
En círculos políticos y medios de información británicos existe la idea de que el más probable sucesor de Blair será el actual ministro de Finanzas, Gordon Brown, quien ha rivalizado con el jefe de gobierno y ha declarado su rechazo a posturas políticas del primer ministro, sobre todo en relación a Europa.
Sin embargo, Brown elogió el desempeño de Blair al frente del gobierno y destacó sus éxitos "únicos, sin precedente, que van a durar".
Brown hacía referencia principalmente al estado de la economía, que ha logrado bajar el índice de desempleo hasta 5.5 por ciento, que para los índices de Europa resulta positivo.
Se prevé que Brown lance este viernes su candidatura al cargo que dejará Blair. Se cree también que, pese a rivalidades y polémicas pasadas, el primer ministro saliente le brinde su apoyo.
Pero a partir de julio, Brown tendrá casi tres años para preparar a su partido y alistarse a sí mismo con miras a la futura batalla electoral contra los conservadores.
Los próximos comicios tendrán lugar en 2010, y sólo hasta entonces Brown podrá demostrar si gana la prueba electoral y no sólo la contienda dentro del partido y el voto de confianza de Blair.