Ordenó a 18 sacerdotes en la Basílica de Guadalupe

No ceder a tentaciones del poder, conmina Rivera a nuevos curas

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Al ordenar a 18 sacerdotes del Seminario Conciliar de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera los exhortó a no ceder al poder, a los placeres o a la tentación de las realizaciones personales.

Durante la ceremonia litúrgica, donde impuso las manos y ungió con el crisma a los nuevos ministros de la Iglesia, el arzobispo primado de México recordó que el sacerdote es consagrado para que sirva siempre a la comunidad.

Indicó que aunque esta tarea no es fácil, y en algunas ocasiones parece no ser satisfactoria para los anhelos de los hombres de la Iglesia, no hay realización completa si no se entregan totalmente a su ministerio, como lo hizo Cristo.

El cardenal advirtió que habrá momentos de oscuridad, pero deberán recordar que siempre estarán acompañados por el buen pastor y "saldrán de esa tentación".

En la Basílica de Guadalupe, recordó a los sacerdotes que su misión será servir al pueblo, ya que nada de lo que hagan tendrá sentido si no está centrado en la eucaristía que deben celebrar día a día.

Además, señaló que no fueron elegidos por su capacidad ni por sus méritos, sino por el amor que Dios les tiene, aunque a veces ejercer el ministerio les podrá parecer poco eficaz y vacilarán en adoptar el camino del poder.

"Recibirán la tentación de tomar otros caminos, pero mientras no haya un cambio en las estructuras, el mundo seguirá sin certeza", subrayó.

Rivera Carrera apuntó que sólo el camino espiritual, mediante los sacramentos, podrá hacer una nueva sociedad, y añadió que todos los avances de la ciencia y la tecnología deberán ser utilizados para el servicio de su ministerio.