Una vez más la delegación Benito Juárez intentará ''recuperar'' ese centro cultural
La Pirámide se declarará ''en resistencia'' y aguarda que le definan su estatus jurídico
Una vez más la delegación panista de Benito Juárez intentará ''recuperar" el centro cultural alternativo La Pirámide, administrado desde 1992 por la Asociación de Escritores de México, AC.
En esta ocasión, la estrategia se funda en el vencimiento, este 2 de mayo, del permiso temporal revocable (PTR) otorgado a esa organización hace dos años por el Comité del Patrimonio Inmobiliario del Distrito Federal.
No obstante, la directora de la asociación, Jocelyn Pantoja, señaló que ese recinto se declarará ''en resistencia" a partir del próximo miércoles y continuará operando, pues las autoridades delegacionales no les han definido en qué estatus jurídico se encuentra.
Agregó que el pasado 2 de abril entregó al Comité del Patrimonio Inmobiliario su solicitud de renovación del permiso, esta vez por 10 años, así como una petición para ''una renegociación de las bases", pues el artículo 106 de la Ley del Régimen Patrimonial y del Servicio Público establece ese derecho siempre que las personas físicas o morales ''tengan como finalidad la asistencia privada o desarrollo de actividades educativas y deportivas, y las que reporten beneficio en general a la comunidad".
La Pirámide imparte cursos de artes circenses, de capoeira, samba, danza africana, teatro corporal y malabares, entre otros, dirigidos a todo público, inclusive a jóvenes en riesgo de calle. Sin embargo, el mismo 2 de abril, la delegación Benito Juárez interpuso un recurso de adjudicación del inmueble alegando un supuesto incumplimiento del anterior permiso por la Asociación de Escritores de México.
En su tercer párrafo, la base tercera del PTR establecía que la asociación debía permitir a la Benito Juárez ''la ocupación del inmueble por 20 horas a la semana de conformidad a las necesidades propias de la delegación", lo cual hasta ahora no se ha llevado a cabo.
En la solicitud de renovación del PTR, cuya copia tiene La Jornada, se sostiene que ''en reiteradas ocasiones durante los meses de junio y julio de 2005 se exhortó a la delegación a entregar el proyecto y necesidades para la ocupación del inmueble".
Propuesta oficial inviable
Pantoja reconoce que el 16 de junio de ese año la demarcación entregó una propuesta ''que resultaba imposible de cubrir, dado que interfería con los horarios y las necesidades de desarrollo del proyecto bajo el cual el inmueble fue permisionado".
Lo único que "llegó" a sus oficinas, explica, fue una hoja, ''supuestamente" de la Dirección de Servicios Educativos y Culturales de la demarcación, la cual incluyen en su solicitud de renovación del permiso. Según la ''propuesta", los horarios que La Pirámide debería ceder son: de martes a sábado, de 16 a 20 horas; o de miércoles a sábado, de 15 a 20, o de miércoles a viernes de 15 a 20 horas y el domingo de las 8 a 15 horas, ''justo los mejores horarios que el centro tiene", indica Pantoja.
También solicitaban al colectivo -que funciona de manera autogestiva- el uso del teatro al aire libre y del teatro interior, dos aulas, un aula especial con duela, una galería, la biblioteca y una oficina con línea telefónica.
En julio de 2005 ''la delegación se comprometió a replantear su propuesta en un esquema que especificara un programa cultural, dicha propuesta nunca llegó", se explica en el documento en el que también se pide la cancelación del tercer párrafo de la base tercera.
Si bien el permiso para administrar La Pirámide lo otorga el Comité del Patrimonio Inmobiliario del Distrito Federal, dice Jocelyn Pantoja, es necesaria la aprobación de la delegación que en marzo de 2004 promovió un proceso de ''recuperación administrativa" del inmueble, el cual resultó infructuoso, debido en gran parte a la movilización artística que incluyó la organización del foro Por el derecho a la cultura: autonomía y movimientos culturales.
La directora de La Pirámide considera este hecho como una ''revancha", pues varios funcionarios de la anterior administración de Fadlala Akabani son parte de la delegación actual. La asociación también demanda que, por ser el inmueble permisionado parte integral del patrimonio inmobiliario del Gobierno del Distrito Federal, la coordinación para el uso del espacio se haga con el gobierno central.
El actual problema, agrega Pantoja, muestra de nuevo la falta de una legislación para estos espacios eminentemente culturales incluidos en la Ley de Establecimientos Culturales, y que están ''al capricho de la autoridad política en turno" (La Jornada, 10/04/2006).
La Pirámide ''se declarará en resistencia hasta que el conflicto se solucione". En el área jurídica de la delegación Benito Juárez se informó que Miguel Angel Medellín Padilla ''es quien lleva el caso", pero que regresa de vacaciones hasta el próximo 30 de abril. El director general de Comunicación Social de esa demarcación, Rogelio García Sánchez, se ha negado a hablar sobre el asunto.