''Yo creo que los doctores sí me arreglan''
Ampliar la imagen Mario Alberto Roque sobrevivió a la tragedia, pero su padre falleció, su madre tiene lesiones, su casa se derrumbó y tiene fracturas en la columna vertebral Foto: Leopoldo Ramos
Piedras Negras, Coah., 26 de abril. Lo último que escuchó antes de perder la conciencia fueron los gritos de su madre, que imploraba ayuda. Estaba atrapada entre los escombros de su vivienda de tres cuartos construidos con bloques de concreto, destruidos por el torbellino de lluvia y granizo que arrasó la zona sur de Piedras Negras la tarde del martes.
Mario Alberto Roque Sánchez trató de tranquilizar a sus padres, sin imaginar el giro que daría su vida.
''Me empecé a preocupar cuando los vidrios de las ventanas empezaron a tronar, y cuando los sillones y el refrigerador fueron levantados por el viento. Luego se derrumbó el primer cuarto, después el segundo y no tuvimos otro refugio que la cocina. Todo pasó muy rápido y, cuando creí que empezaba a dejar de llover y de granizar, se cayeron las paredes y el techo del cuarto donde estábamos'', recuerda Mario Alberto, de 27 años de edad, desde una cama del Hospital General del IMSS.
A simple vista parece que tiene fracturada la mano derecha y escoriaciones en el rostro. Pero lo único que puede mover son los brazos y la cabeza, ya que parte del techo de su vivienda le cayó encima y le fracturó la columna vertebral.
Ahora el dolor en la espalda ya no es tan intenso, y los médicos esperan que en una semana ceda la inflamación para tratar de arreglarle los huesos en el quirófano. ''Yo creo que sí van a poder. No me veo sin poder caminar. Tengo una vida por delante. Tengo que ver por mi madre; tengo que casarme y tener mi propia familia. Yo creo que los doctores sí me arreglan'', dice optimista.
Un piso más abajo, en el área de observación, su madre también está en cama. Sus lesiones son menores y quizá los médicos la den de alta este viernes.
La peor parte la llevó su padre, Mario Alberto Roque Guevara, quien murió aplastado. Este miércoles por la mañana fue sepultado por amigos y familiares, en ausencia de su esposa y de su hijo mayor.
''Esto es lo que más me duele. Es un dolor muy grande que siento aquí en el pecho. Es indescriptible. Por eso quiero salir de aquí, para ayudar a mamá'', señala.
''El problema fue que algo me golpeó la cabeza y me conmocionó. A lo mejor fue un pedazo de bloque. Me cayó el techo encima. Quedé conmocionado y a lo lejos escuchaba cómo mi madre me pedía que la ayudara, pero yo sentía que me ahogaba. No sé cómo pude salir de la casa para tomar aire, y cuando quise entrar para rescatar a mi madre y posteriormente a mi papá, me desmayé. Ya no desperté hasta que estaba en el hospital'', recuerda.
-¿Qué sigue en tu vida?
-Pues salir adelante. Me duele mucho no haber ido a sepultar a mi papá, pero no. ¿Cómo hacerle? No me puedo mover de aquí. Lo que sigue ahora es que los doctores me arreglen la espalda para seguir trabajando, y sacar adelante a mi mamá.
De los 150 lesionados que dejó la devastación, 15 permanecen hospitalizados.