Inauguran muestra por el centenario del natalicio del cinefotógrafo

En la Cineteca, el cielo dejó pasar la luz, en homenaje a Gabriel Figueroa

"Hizo contrapeso a la pasión lírica de las cintas del Indio Fernández": García Tsao

TANIA MOLINA RAMIREZ

El general está sentado en la cantina, solo, ahogando su desdicha en un tequila. El mayor Joaquín le dice una verdad profunda: "Se necesita ser muy macho para saber pedir perdón". Escena siguiente: el militar le lleva serenata a la mujer que lo tiene loco de amor, Beatriz: "Que otras voces te digan lo que tú no quieres escuchar". Ella, en cama, abre los ojos y escucha La Malagueña. La cámara hace un acercamiento a los ojos de María Félix mientras le cantan "eres linda y hechicera, como el candor de una rosa", y crea una de las imágenes más hermosas y emblemáticas del cine mexicano, representativa de quiénes somos los mexicanos y quiénes soñamos ser.

Esta secuencia de Gabriel Figueroa (1907-1997), de la cinta Enamorada (Emilio Indio Fernández, 1946), forma parte de la exposición en honor del centenario del natalicio del gran maestro mexicano de la luz (compuesta, en su mayor parte, de fotogramas tomados de películas realizadas entre 1933 y 1962), que fue inaugurada el martes pasado en la Cineteca Nacional.

Un fotograma es "1/24 parte de un segundo de cine... una fracción de tiempo que, sin embargo, expresa y evoca la riqueza de un trabajo colectivo pero, en particular, resalta las virtudes de quien lo ha captado todo con su cámara", describe Leonardo García Tsao, director general de la Cineteca, en el catálogo de la exposición, que incluye una entrevista con el cinefotógrafo, realizada por Emilio García Riera.

Sigue García Tsao: "El pincel luminoso de Figueroa recorrió toda la gama de matices; del blanco de las nubes al negro de las sombras. Su aportación a la iconografía mexicana del siglo XX no pudo ser más definitiva".

"Cuando caminábamos hacia la sala (para inaugurar la exposición), se abrió el cielo y dejó paso a una escena digna de Gabriel Figueroa", dijo García Tsao. "Es el tipo de cosas que pasan cuando se hace un homenaje" en una fecha significativa como ésta, el cumpleaños del maestro.

El cinefotógrafo trabajó en más de 200 cintas, durante cinco décadas, con grandes directores, como Fernando de Fuentes, Alejandro Galindo, Julio Bracho, John Huston, Roberto Gavaldón, Ismael Rodríguez, Luis Buñuel, Gilberto Martínez Solares y John Ford. Pero -acota García Tsao-, fue con el Indio con quien formó "una de las grandes parejas del celuloide. La pasión lírica del Indio encontró muy buen contrapeso en la sobriedad y belleza de Figueroa". La educación visual del cinefotógrafo provino, entre otros, de José Guadalupe Velasco, Sergei Eisenstein y Diego Rivera.

La Doña, en acción

Su hijo, Gabriel Figueroa Flores, quien donó las imágenes de la exposición y realizó la curaduría, relató una anécdota en el acto de apertura, donde se encontraba el actor Ignacio López Tarso -protagonista de Macario (dirigida por Roberto Gavaldón): "Hace diez años se murió (su padre). Lo dejamos en Gayosso, mientras la devastada familia se iba a acicalar.

"A las cuatro de la madrugada llamó la Doña a la agencia. No encontró a nadie, así que le dijo a quien le contestó:

-Oígame bien: soy María Félix, hablo desde París y va a hacer lo que le diga: va a ir y le va a decir a Gabi...

-Disculpe, los empleados no estamos autorizados para hablar con los muertos.

-A mí no me importa si no están autorizados. Donde quiera que esté Gabriel me va a escuchar- reviró.

Sobre Enamorada, Gabriel Figueroa dijo, según el catálogo: "Hice unos acercamientos a los ojos de María, que son formidables. No he podido repetir esa escena con ninguna otra actriz porque no tienen el tamaño de nariz exacto para dar esa composición". O sea que este famoso fotograma es un botón de lo que se logra cuando se unen pasión y rigor técnico.