Si se hubiera activado la alarma el número de víctimas sería mayor: Protección Civil

Deja tornado en Coahuila 7 mil mil afectados y 15 desaparecidos

Tres muertos, seis más en Eagle Pass, y 100 casas destruidas

Diputados rehúsan ayudar

LEOPOLDO RAMOS CORRESPONSAL

Piedras Negras, Coah., 25 de abril. El cielo se puso negro y en cuestión de minutos un tornado con vientos hasta de 140 kilómetros por hora con lluvia y toneladas de granizos del tamaño de una pelota de beisbol devastó la zona sur de Piedras Negras.

La Subsecretaría de Protección Civil reportó un saldo de tres muertos y unos 150 heridos, ocho de ellos graves. Hay 15 personas desaparecidas, incluidos tres menores de edad, y los damnificados suman 7 mil, aunque sólo unos mil 200 fueron trasladados a dos albergues temporales, pues el resto se refugió en casas de amigos y familiares.

Los fallecidos son Alicia Pérez Villarreal, de 72 años de edad; Mario Roque Guevara, de 42, y Margarita Flores Gómez, cuya edad se desconoce.

Los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados federal expresaron su solidaridad con el pueblo de Piedras Negras y exigieron al gobierno federal enviar apoyo ''cuanto antes''. El presidente de la mesa directiva, Jorge Zermeño Infante, pidió al pleno guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas, pero se negó a tramitar la propuesta de la diputada panista María Manuell Gómez, quien pidió que se descontaran mil pesos al salario de cada legislador para ayudar a la reconstrucción.

El gobernador Humberto Moreira Valdés consideró que los daños son mucho mayores a los del 4 de abril de 2004, cuando el río Escondido se desbordó e inundó la zona sur del municipio. ''Aunque ahora tenemos menos víctimas mortales, pues en aquella ocasión murieron 38 personas, los daños en la ciudad y en perjuicio de la gente son mucho más serios. La situación es alarmante'', anotó.

A las 5 de la mañana del miércoles, empleados estatales y voluntarios empezaron a levantar censos para calcular los daños. Entrada la tarde habían registrado 300 casas afectadas y al menos 100 destruidas.

El secretario de Educación y Cultura de Coahuila, Jaime Castillo, dijo que las clases de educación básica se suspendieron indefinidamente y previó que el retorno a las aulas de unos 40 mil alumnos dependerá de la rapidez con que se restablezcan los servicios de agua potable, drenaje y energía eléctrica.

''Tenemos tres escuelas con daños. Una está completamente destruida. Estamos en espera de que personal de Obras Públicas evalúe los daños, aunque posiblemente se tendrá que derrumbar. Ya vienen en camino aulas móviles'', dijo Castillo ante las ruinas de la primaria Centenario.

En Villa de Fuente, una comunidad de unos 60 mil habitantes, la tormenta se ensañó. Frente a la plazuela quedaron los restos de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, edificada hace más de 80 años. Sólo quedaron dos pilares que sostenían el campanario.

La Comisión Federal de Electricidad reportó que el viento derribó 19 torres de alta tensión. La ciudad estuvo en penumbras toda la noche del martes y el servicio de energía eléctrica se restableció al mediodía del miércoles en 70 por ciento de Piedras Negras, donde habitan poco menos de 145 mil personas.

La tormenta también causó daños en la ciudad vecina de Eagle Pass, Texas. Seis personas murieron, unas 50 sufieron lesiones y hay un número no determinado de viviendas destruidas.

Moreira informó que se iniciaron trabajos de reconstrucción en el sur de Piedras Negras, con 20 millones de pesos de un fondo estatal, e insistió en que el gobierno federal declare este municipio zona de desastre.

El secretario de Finanzas en el estado, Jorge Torres López, informó que se abrió la cuenta 0152760150 de Bancomer para recibir aportaciones voluntarias.

(Con información de Roberto Garduño y Enrique Méndez)

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* Tres años después del desbordamiento del río Escondido, los pobres vuelven a perderlo todo

FABIOLA MARTINEZ Y LEOPOLDO RAMOS ENVIADA Y CORRESPONSAL

Piedras Negras, Coah., 25 de abril. En la calle Prolongación Ocampo número 118, una familia se resiste a abandonar los dos cuartos de madera que permanecen en pie, un día después de que un tornado arrasó con el fraccionamiento Villa de Fuente. ''De aquí no me voy. Hay mucha ratería. ¿Quién nos va a cuidar lo poco que nos queda?'', pregunta un joven con su bebé de dos meses en brazos. A unos metros están un colchón húmedo, la carriola del niño, un tocador, dos televisiones y algunos juguetes llenos de tierra.

En situación similar se encuentran cientos de habitantes de este fraccionamiento marginal, ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Los pobladores apenas habían reparado los daños que dejó la subida de río Escondido en 2004. Tres años después volvieron a quedarse literalmente en la calle.

''¡No sonó la alarma!'', reclama un hombre a funcionarios de los tres niveles de gobierno que, encabezados por el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, y el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, llegaron para evaluar los daños. ''¿Y los muertos? ¿Y las casas destruidas? ¿Y la alarma? ¿Y la ayuda?'', reprochó.

''Por eso estoy aquí. Vamos a ayudarlos, vamos a trabajar todos juntos'', replicó el mandatario, al volante de una Suburban blanca. ''El presidente municipal (de extracción priísta, Jesús Mario Torres) va a resolver esto'', dijo el gobernador, quien fumaba nervioso un cigarrillo tras otro.

-Otra vez en situación de emergencia, gobernador -se le comentó.

-Imagínese. En poco más de un año, Pasta de Conchos, inundación en Parra y ahora esto en Piedras Negras -respondió.

La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Gurza, explicó que la alarma fue instalada por el ayuntamiento de Piedras Negras con pluviómetros que detectan subidas de agua, pero no podía captar lo que los meteorólogos denominan ''nube de tormenta con efecto de viento conectivo'', es decir, un tornado que arrasó con casas, postes de electricidad y automóviles.

La funcionaria argumentó: ''Fue mejor que no sonara la alarma, porque si la gente hubiera salido de sus casas habría habido una matazón''.

A diferencia de otros desastres en los que de inmediato interviene el Ejército Mexicano, ahora sólo se ve a unos cuantos soldados que vigilan calles.

La gente se queja ante funcionarios de que no han recibido apoyo, carecen de agua, alimentos y materiales de construcción. En algunas casas los trastos están limpios ''porque nos dieron detergente y cloro'', pero en lo que queda de las cocinas no hay comida.

El panorama es desolador: autos volteados, viviendas sin paredes o techos. Tampoco hay electricidad y la gente se desespera porque no hay tendajones para comprar velas. Rehúsan irse a albergues por miedo a la rapiña.

La magnitud del daño es delineada en un reporte de la Comisión Federal de Electricidad. A las 18:31 horas el tornado dañó 50 postes, otros 200 de baja tensión, 22 estructuras de electrificación y 2 mil 500 medidores.

Testimonios de la gente reflejan un infierno que duró poco, pero pareció una eternidad. Unos hablan de 20 minutos, otros de 10, algunos más de unos instantes. Roberto Méndez, todavía con una playera ensangrentada, narró que la tarde del martes era ''linda'', pero de pronto el cielo se cerró y empezó la lluvia; en seguida vinieron el granizo y vientos huracanados. ''Lo único que hice fue tapar a mi hija y a mi esposa con mi cuerpo; los vidrios se estrellaban en nuestras espaldas y empezamos a ver cómo volaba la madera'', relató.

En esta ciudad, ubicada a 450 kilómetros de Saltillo, los pobladores temen que ocurra un nuevo evento de esta magnitud. El director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege, recordó que el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó el martes vientos fuertes y tormentas con granizo, producto del frente frío 53. Sin embargo, señaló, no fue posible, con los elementos técnicos disponibles, predecir un fenómeno de gran magnitud.

Por lo pronto, la Secretaría de Gobernación evalúa los daños para enviar recursos para la reconstrucción. Del total de la población afectada, sólo 711 personas pasaron la noche del martes en un albergue y, según información oficial, el gobierno de Moreira ''no ha sido rebasado''.

En representación del presidente Felipe Calderón, el titular de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, dijo que se brindará apoyo para restablecer servicios y atender la salud de la población.

A última hora, el presidente Felipe Calderón decidió no acudir a Piedras Negras. Según fuentes cercanas al mandatario, personal del Estado Mayor se trasladó al hangar presidencial, pero recibió la orden de suspender el viaje. El secretario de Gobernación argumentó que el Ejecutivo tenía este miércoles ''agenda llena'', que incluye diversas actividades en la residencia oficial, pero acudirá al municipio fronterizo ''en los próximos días''.

En plena crisis luego de la explosión en la mina Pasta de Conchos, el entonces mandatario, Vicente Fox, tampoco acudió al lugar de los hechos.

Al término del recorrido por Piedras Negras se supo también que la falta de soldados en la zona obedeció a que casi todos están asignados a operativos contra el narcotráfico, particularmente en Tamaulipas.