Exige salvaguardar la soberanía alimentaria
Propone PRD ley alterna sobre el desarrollo de bioenergéticos
Ante la polémica desatada por el dictamen de la ley de promoción y desarrollo de los bioenergéticos, aprobado en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, la fracción parlamentaria del PRD propuso elaborar una ley alterna en la que se tomen en cuenta las minutas del Senado y de diputados para salvaguardar la soberanía y seguridad alimentaria, y se precise que la responsabilidad de la aplicación de las energías alternas corresponde a la Secretaría de Energía y no a la de Agricultura.
"No estamos en contra de la búsqueda de otras fuentes de energía, de su legislación y regulación, pero la producción de maíz, caña de azúcar y oleaginosas para la elaboración de etanol no debe competir con garantizar la alimentación a la población; esta ley debe trabajarse con mayor cuidado en las comisiones unidas de ambas cámaras", dijo Adriana Díaz Contreras, coordinadora de la Comisión de Desarrollo Rural en San Lázaro.
Ayer, la legisladora presentó su propuesta y argumentó que los cambios que los diputados de PRI y PAN pretendieron introducir a las observaciones que realizó la Cámara de Senadores violan el artículo 72 constitucional, el cual determina el mecanismo que debe seguir todo proyecto de ley o decreto cuya resolución no sea exclusiva de alguna de las cámaras y que puntualiza: "si un proyecto de ley o decreto fuese desechado en parte, o modificado, o adicionado por la cámara revisora, la nueva discusión de la cámara de origen versará únicamente sobre lo desechado o sobre las reformas o adiciones, sin poder alterarse en manera alguna los artículos aprobados".
En el caso de la ley propuesta para los bioenergéticos, los diputados alteraron el dictamen del Senado al cambiar 11 artículos del documento, entre ellos el 13, que establecía el uso de la caña de azúcar y el maíz para la producción de etanol; "a los legisladores del PRI se les hizo muy fácil eliminar esos productos, aunque el dictamen del Senado no hizo observaciones a dicho artículo", asentó Díaz Contreras.
Ante la fiebre global por los biocombustibles, que ya son vistos como un negocio muy redituable, en México se debe actuar con serenidad, salvaguardar la alimentación para la población y los derechos de los agricultores, por eso el PRD no puede aceptar que "se legisle en la ilegalidad" ni que se otorguen a la Sagarpa responsabilidades que no le competen; tampoco que esta ley beneficie a un grupo específico.
Díaz Contreras comentó que en 2005 se aprobaron 250 millones de pesos para la elaboración de etanol, y un año después se autorizaron 150 millones; sin embargo, no se tiene información puntual acerca del gasto de esos 400 millones de pesos. Un análisis de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados indica que el costo de un barril de etanol sería de 120 a 150 dólares, frente a los cinco dólares, en promedio, de un barril de petróleo. Agrega que se requiere un programa que prevea tiempo de construcción de plantas de etanol, el manejo del bioenergético y prever que su inclusión como componente de las gasolinas sea a precios competitivos. La introducción de este biocombustible no debe significar la eliminación del MTBE -utilizado en las gasolinas como oxigenante-, ya que implicaría el cierre de las plantas en las que se han invertido 158 millones de dólares.