Presenta programa por el cual se producirían 7 mil 840 barriles de etanol al día
Plantea Calderón convertir el país en exportador de biocombustibles
El sector cañero enfrenta la disyuntiva de "renovarse o morir", argumenta el Ejecutivo
Anuncia medidas para enfrentar con éxito la competencia y penetrar el mercado de EU
Tlaltizapan, Mor., 24 de abril. Con el argumento de que el sector cañero enfrenta la disyuntiva de "renovarse o morir", el presidente Felipe Calderón Hinojosa presentó un programa que propone convertir a México en exportador de biocombustibles a América del Norte, con la producción de 7 mil 840 barriles diarios de etanol.
Para enfrentar la liberalización de diversos productos agrícolas con la entrada en vigor del capítulo respectivo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 2008, entre ellos el azúcar, el jefe del Ejecutivo federal anunció una serie de medidas para que México no sólo pueda superar los retos de la competencia, sino que le sea posible "penetrar" el mercado estadunidense.
En este municipio que fuera sede del cuartel de Emiliano Zapata y "cuna del agrarismo" en México, el Presidente dio a conocer el Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, el cual se venía preparando desde hace tres años en el gobierno de Vicente Fox y en el cual se invertirán este año mil millones de pesos.
Un plan de cuatro ejes
Acompañado de industriales, productores e integrantes de su gabinete, anunció los cuatro ejes del plan, que en esencia plantean una serie de metas pero en la mayoría de los casos no aclara la forma de alcanzarlas.
Dentro del proyecto destaca la apuesta por la producción de biocombustibles. El documento presentado en este municipio plantea la meta de que en 2012 se produzcan 60.7 millones de toneladas de caña de azúcar, incluyendo 6.5 millones para la elaboración de etanol. Esto significa aumentar la zafra en 13 millones de toneladas con respecto de los 47.3 millones del año pasado.
Calderón dijo que además el gobierno y la sociedad realizan investigaciones para reconvertir la industria del sector automotriz con el propósito de introducir paulatinamente etanol y otros biocombustibles en vehículos mexicanos.
Por lo pronto, el programa señala que los productores e industriales acordaron discutir un sistema de pago diferenciado para el azúcar y el etanol.
Otras metas consisten en que México exporte al final del sexenio 840 mil toneladas de azúcar, es decir, más del doble de lo que se vende al extranjero actualmente, además de las 5 millones 400 mil toneladas destinadas al mercado nacional.
También propone elevar la producción de caña de azúcar a un ritmo de 2.3 por ciento anual, mediante la fertilización oportuna de los campos en un periodo menor a las cuatro semanas después del corte de la caña, así como convertir a riego 76 mil hectáreas.
De igual forma, se buscará aumentar las ventas mediante la promoción del consumo del producto, la disminución de los intermediarios y el aumento de las exportaciones promoviendo la apertura de nuevos mercados.
Como parte del programa también se plantea la discusión de temas como la "flexibilización en la contratación de la caña" y buscar la equidad en la toma de decisiones de los comités de producción y calidad cañera en los ingenios.
El propósito último, de acuerdo con el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Alberto Cárdenas Jiménez, es que México supere una serie de inercias y deje de producir el azúcar o la caña más cara del mundo.
Quedó atrás el fantasma de cierre de ingenios: CNC
Daniel Pérez Valdés, secretario general de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la Confederación Nacional Campesina (CNC), consideró que las metas son difíciles pero "perfectamente alcanzables", y aseguró que el "fantasma de cierre de ingenios, la incursión de campesinos hacia la ciudad, ha quedado atrás".
Juan Cortina Gallardo, presidente de la Cámara de la Industria Azucarera y Alcoholera, calificó el programa de un "diagnóstico muy completo de qué nos falta y cómo hacerlo".
Puso énfasis en que debe modernizarse el contrato-ley que rige las relaciones laborales con los obreros de los ingenios para que puedan laborar con el "número de trabajadores y con la flexibilidad que la modernización nos obliga".