La Iglesia católica exige frenar éxodo de connacionales
Lago de Guadalupe, Edomex, 19 de abril. El 40 por ciento de los católicos en Estados Unidos son hispanos, la mayoría de ellos, unos 20 millones, son mexicanos o descendientes de mexicanos, y el número tiende a crecer velozmente. Los obispos mexicanos que se encuentran en asamblea ordinaria exhortaron a las autoridades federales a buscar alternativas de empleo en el campo y la ciudad para evitar "la grave migración" de millones de mexicanos al país del norte, cual afecta la vida de miles de familias y provoca el abandono del campo.
El arzobispo de Morelia, Alberto Suárez, pugnó por que el gobierno de México abogue por un acuerdo migratorio justo para los connacionales, "sufrimos mucho por las leyes tan discriminatorias contra nuestra gente y en ese sentido también pugnamos porque haya un tratado migratorio más equitativo, más humano para reconocer que no son delincuentes nuestros migrantes".
Coincidieron el arzobispo de Oaxaca y el obispo de San Cristóbal de las Casas, José Luis Chávez Botello y Felipe Arizmendi Esquivel, quienes señalaron que si bien es un fenómeno mundial, la migración se ha convertido en México en un fenómeno "muy grave", que afecta la vida social, económica y cultural de la población mexicana.
El arzobispo de Morelia dijo que el fenómeno migratorio lo vive "en carne propia", pues aseguró que un millón de habitantes de la diócesis de Michoacán viven en Estados Unidos. Destacó que un aspecto positivo es que la relación familiar y cultural se mantiene, no se ha roto, pero aceptó que existe el riesgo de una transculturación que afecte la vida de los pueblos michoacanos. Confirmó que el 40 por ciento de los católicos en Estados Unidos son hispanos, quienes llevan sangre nueva, un nuevo aliento en esas comunidades, "creo que la migración, contando las consecuencias negativas, también tiene aspectos positivos".