Enrique Meza se dio el lujo de iniciar el partido con varios novatos
El superlíder Pachuca hunde a Diablos Rojos en el último lugar del sector tres
El subcampeón del torneo anterior está virtualmente eliminado en el Clausura 2007
Ampliar la imagen El choricero Antonio Naelson elude a Omar Arellano, quien fue el anotador del primer gol de los Tuzos Foto: Reuters
Toluca, Edomex, 15 de abril. Toluca fue un cómodo sparring para los Tuzos del Pachuca, equipo clasificado a la liguilla que se confirmó como el mejor del torneo y que, por ahora, alista su choque de este miércoles frente a Chivas, en la lucha por el título de la Concacaf.
Los Diablos Rojos, virtualmente eliminados del certamen casero, pero con buenas opciones en la Copa Libertadores, mantuvieron la sequía en su casa y salieron del estadio Nemesio Diez abucheados por la afición, que en la recta final los azuzó con exigentes cánticos de "¡pongan güevos, los Diablos pongan...!"
En contraste, el técnico del ya clasificado Pachuca, Enrique Meza, se dio el lujo de iniciar el juego con varios novatos, con la intención de no fatigar a sus titulares de cara al compromiso de media semana. Esa medida no hizo que menguara el rendimiento de sus pupilos, lo que demuestra la gran preparación de su plantel.
El primero en tocar la puerta enemiga fue Toluca, con un remate de Erick Espinoza al minuto dos, pero sobresalió el portero nacido en Colombia, Miguel Calero, con un par de atajadas. Enseguida, Sinha se hizo amonestar y será una baja sensible para Diablos en la penúltima fecha frente al Cruz Azul, al acumular su quinto cartón amarillo.
Al minuto 15, el uruguayo Vicente Sánchez, pese a arribar incómodo y con encimosa marca por el carril izquierdo, logró sacar un centro al que Erwin Avalos no llegó.
En ese lapso, Pachuca también hizo lo suyo, en una buena llegada casi provocó que el capitán Paulo da Silva cometiera autogol, en el afán de desviar estrelló el esférico en el poste derecho de la meta defendida por Hernán Cristante.
Un primer anuncio de Tuzos llegó cuando Edy Brambila filtró excelente servicio a Luis Landín, quien lo desperdició al darse la media vuelta y rematar desviado. El tanto de los visitantes cayó en la recta final de la primera parte: Omar Arellano en su avance trianguló con Marvin Cabrera y definió para dejar sin oportunidad al guardameta.
El estratega de casa, Américo Gallego, quien no estuvo en su banquillo, metió de cambio a Carlos Esquivel y hubo una importante mejoría en el accionar de los choriceros, porque enseguida generaron constantes arribos mediante Carlos Morales y Ponce. Sin embargo, los contragolpes de Tuzos siempre llevaron aroma de peligro.
El ataque de los mexiquenses se hizo monótono con infinidad de centros que invariablemente eran balones perdidos, casi todos en busca del improductivo Avalos.
Meza ingresó a Christian Giménez, Fausto Pinto y poco después a Damián Alvarez; entonces el juego ganó en espectáculo, se tornó reñido, pero justo cuando más se afanaban los escarlatas, fueron fusilados en eficaz contragolpe.
Marvin Cabrera corrió por el costado derecho y dio pase al Chaco Giménez, quien, al ver que lo encaraba Cristante, cedió para el arribo por la izquierda de Damián Alvarez; éste, con inteligencia, definió el segundo tanto, el cual protestaron los de casa por supuesta mano de Cabrera.
En adelante, el Pachuca se defendió con mucho orden y jamás renunció al ataque; de hecho, Cristante evitó la goleada en un arribo de Landín.