Obras caras e inconclusas en el aeropuerto
El 4 de octubre pasado, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) informó que la Terminal 2 (en construcción en la zona que ocuparon los hangares) estaría operando "con todo su equipamiento antes del periodo vacacional primavera-Semana Santa".
Medio año después, las previsiones quedaron rebasadas; no hay fecha tentativa de inauguración y los costos iniciales de la obra -a cargo de ICA y Gutsa- se han disparado de 6 mil a cerca de 8 mil millones de pesos, monto que equivale, por ejemplo, casi al presupuesto anual de la Marina-Armada de México o del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Los 600 mil dólares programados inicialmente, en agosto de 2005, forman parte de un crédito gestionado por Nacional Financiera, con la banca privada, el cual no será deuda pública -asegura ASA- porque se cubrirá con los ingresos ordinarios, derivados de 50 por ciento recabado por concepto de TUA (cuota por uso de aeropuerto).
La obra lleva un 90 por ciento de avance, según ASA, pero las arterias o "segundos pisos" que servirán para evitar nuevos embudos viales en la zona apenas registran 10 por ciento.
Y es que la construcción es compleja, debido a la naturaleza del subsuelo. Los pilotes, para la cimentación tienen una profundidad de 60 metros, esto es, 15 más que los de la Torre Mayor.
Falta instalar toda la estructura tecnológica, echar a andar el tren que interconectará a ambas terminales y concluir los procesos administrativos, por lo que el "corte de listón" posiblemente ocurra hasta el año próximo.
Para la nueva terminal, parte fundamental del Sistema Metropolitano de Aeropuertos (integrado, además, con los aeropuertos de Toluca, Cuernavaca, Querétaro y Puebla), alternativa gubernamental luego de la cancelación del proyecto en Texcoco) se construye un "moderno edificio" de 229 mil metros cuadrados y 23 posiciones de contacto, para intentar aliviar la actual saturación de esta central aérea .