Dedican su edición 10 a "madre de los derechos humanos"
Concluye festival en El Salvador para recordar a víctimas de la guerra civil
San Salvador, 1º de abril. Con la participación de más de 10 mil personas concluyó esta madrugada en San Salvador el Festival Verdad, en el que se recordó a las personas asesinadas por militares y escuadrones de la muerte en los años 80 y se denunció la impunidad prevaleciente en el país.
La edición 10 del festival, realizado en la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), en el que participaron grupos musicales salvadoreños y extranjeros, se desarrolló en un ambiente de tranquilidad y se rindió tributo a María Julia Hernández, la directora de la oficina de Tutela Legal del Arzobispado, quien falleció el viernes pasado.
Hernández, quien sin atender a las amenazas de muerte denunció con fuerza las atrocidades cometidas por los militares y escuadrones de la muerte, era considerada como "la madre de las víctimas".
En la tarima principal donde se presentaron los artistas figuraban las fotos del asesinado arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, y de Rutilio Grande, primer sacerdote asesinado el 12 de marzo de 1977, así como las de Rufina Amaya, fallecida el pasado 9 de marzo y de María Julia Hernández.
"María Julia no les dio ni les dará tregua. En vida derramó en esta tierra su dignidad para dignificar a las víctimas y con ella revertir la historia de la maldad", dijo el director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA, Benjamín Cuéllar.
Al referirse a la décima edición del festival, Cuéllar dijo que "son diez años de estar insistiendo en buscar la verdad para hacer justicia y que haya paz en El Salvador".
Por su parte, la alcaldesa de San Salvador, Violeta Menjívar, destacó que el Festival "se convirtió en una institución que defiende la búsqueda de la justicia, de la verdad y de la paz en nuestro país".
"Esta décima edición sin lugar a dudas la estamos dedicando especialmente a nuestra querida María Julia Hernández", enfatizó la alcaldesa.
El rector de la UCA, José María Tojeira, destacó la participación de los grupos que con su música "ayudan a desalambrar todo tipo de injusticia como dice (el uruguayo) Daniel Viglietti".
"No vamos a parar (el Festival Verdad) hasta que esto cambie y sean en favor de los pobres, de las víctimas, de los débiles", exclamó Tojeira.
El rector de la UCA, dedicó también un espacio de su breve discurso a Rufina Amaya, la única sobreviviente de la masacre de El Mozote, donde más de mil campesinos fueron ejecutados en diciembre de 1981 por un batallón del ejército que fue adiestrado en Estados Unidos.
"Rufina, una campesina semianalfabeta, supo derrotar a Estados Unidos cuando decían que en El Mozote no había pasado nada y hubo ahí una de las mayores masacres. Esta mujer salvadoreña les ganó a todos", dijo Tojeira.
A pesar la que la sangrienta guerra civil en El Salvador, que duró 12 años y concluyó hace 15, todos los crímenes cometidos quedaron impunes por la ley de amnistía aprobada por el Congreso en 1993.
La delincuencia y la violencia pandillera dejan a diario en el país un promedio de 10 homicidios, que en su mayoría quedan en la impunidad ante el temor de los testigos de correr la misma suerte.
Además de grupos musicales nacionales, actuaron los mexicanos de Panteón Rococó, el duo nicaragüense Guardabarranco y los solistas Daniel Viglietti (Uruguay) y María Inés Ochoa, la hija de Amparo Ochoa, la cantante mexicana que empleó la música para defender temas sociales.