En un trasfondo de violencia, desarrolla con enorme vitalidad tres cuentos de Rubem Fonseca
Cobrador, de Paul Leduc, cinta de inmensa fuerza: Dolores Heredia
El cine es una industria que puede ser muy rentable, dice ante el desinterés del gobierno
Ampliar la imagen La actriz Dolores Heredia, participante en el 22 Festival Internacional de Cine en Guadalajara Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 28 de marzo. "La película Cobrador, in God we trust, de Paul Leduc (ciudad de México, 1942), tiene una fuerza inmensa," expresó en entrevista la actriz Dolores Heredia, quien desempeña el papel de Angela en esta cinta donde el tema es la violencia como hecho cotidiano. "Es una película muy importante para este momento, con una postura clara, fuerte, digna, dolorosa, sobre nuestra realidad, la de la sociedad en Latinoamérica... globalización, violencia, límites en la vida, en nuestra historia, en la cotidianidad".
Leduc desarrolla en 92 minutos una película basada en cuentos de Rubem Fonseca, donde actúan, además de Heredia, Meter Fonda (X), Lázaro Ramos (el cobrador), Antonella Costa (Ana), Milton Gonzalvez (Zinho) e Isela Vega (la gitana). Para el director de Reed, México insurgente (1970), la violencia forma parte del imaginario social.
Desde antes del 11-S ametrallar una escuela, matar dominicanos, musulmanes, homosexuales, aficionados del equipo contrario, judíos, mexicanos, indocumentados, militantes de un partido opositor, indígenas, ecologistas, iraquíes o palestinos, mujeres, maestros en huelga, reporteros...
"Cobrador -se señala en el dossier de cine mexicano elaborado por el 22 Festival Internacional de Cine en Guadalajara- es una película sobre la violencia que no plantea descubrir quién mató, sino por qué mata."
Heredia dijo: "La cinta explica por qué llega la violencia, qué la hace explotar. ¿Será que nacemos con este ingrediente para la no violencia? No, yo creo que nacemos siendo seres violentos y todo el tiempo tenemos que buscar el arte y la educación, para respirar otras cosas.
"En este caso, en esta película todo obliga a la violencia; es decir, la sociedad con un mundo globalizado, el poder, los grandes empresarios, el uso de los más jodidos. Y surge esta demanda: venimos por lo que nos deben, y nos deben todo. Es tremenda, y la forma como la plantea Leduc es vital, muy benéfica, con mucha fuerza. De pronto se puede imaginar un director muy joven, de 25 o 30 años.
"Es inevitable que se dé un punto de vista, pero el tema en sí creo que está puesto en un punto radical; no hay otra realidad: la violencia explota en el momento en el que ya estás puesto contra la pared. Hay un personaje que representa el poder absoluto, inmisericorde, que es el de Meter Fonda, el gran empresario, con una rara tendencia a atropellar.
"Yo hago a una mujer que él atropella. Es una parte pequeña, pero es una película de la que me siento muy orgullosa. Las obras de Leduc tienen muchos tonos; hay ironía, pasa por el humor negro, que está también en lo que escribe Rubem Fonseca. La mirada de Leduc es fuerte, irónica, con un drama tremendo. Es una mezcla y no puedo definir el tono."
Cobrador está basada en tres cuentos de Fonseca. El personaje central es un ser poderoso. "Rubem Fonseca casi te puede hacer evocar una sonrisa cuando lo que se está leyendo es una crueldad terrorífica, una situación delirante, al límite. Cuenta con calidez una historia. Es extraordinario. En Cobrador están Fonseca y nuestro Leduc, más entero que nunca, más fuerte y brillante que nunca".
Agregó que la película está a punto de hallar quién la distribuya. "Aún tiene deudas. No se ha terminado de pagar la producción. Se filmó en Argentina, Brasil, Estados Unidos y México. Es un proyecto que se hizo en seis meses. Es Paul Leduc, quien regresa con una historia extraordinaria y, sin embargo, se le dificulta la exhibición. Esperemos que esto cambie y que los tres mosqueteros -Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón-, que son nuestros hadas madrinas, puedan hacer algo.
"No obstante, todo esto puede ser sólo un despertar de la primavera en la que al final todo se acabe. Eso del artículo 226 -de incentivos fiscales a la producción cinematográfica- puede ayudar a hacer un cambio, pero debemos seguir presionando. La cosa es entender que si va a ser así, que tenemos que hallar también otras formas, porque el cine se va a seguir haciendo, quieran o no, con dos o tres pesos, entre amigos, digital. No lo van a parar.
"El gobierno que tenemos ahora no entiende, no quiere. Al PAN no le interesa. ¿Van al cine? ¿Qué les interesa que les cuenten? La cosa es muy estúpida en su razonamiento, porque además, claro que es el mundo empresarial el que domina, pero el cine es una industria que puede ser sumamente rentable.
"El arte siempre muestra la fuerza, la raíz, defiende una cultura, y hace que la gente vea de frente, y eso se les hace peligroso. Les da miedo que la gente piense por sí misma. Este es un momento buenísimo para nuestro cine, y Cobrador tiene que verse. La película va a llegarle a los jóvenes".
Cobrador se proyectó fuera de competencia en el 22 Festival Internacional de Cine en Guadalajara, que concluirá el 30 de marzo.