Había muchas concesiones en el enclave colonialista, dice
Cancela gobierno argentino acuerdo petrolero con GB en las Malvinas
Buenos Aires, 28 de marzo. La cancelación de un acuerdo petrolero firmado entre Argentina y Gran Bretaña en 1995 para la exploración y explotación de hidrocarburos en la zona de las islas Malvinas, que anunció anoche el canciller Jorge Taiana, endureció las relaciones con Londres, marcadas por el mantenimiento de un enclave colonial británico en ese lugar desde el siglo XIX.
La decisión argentina tiene muchos simbolismos, ya que reafirma la posición argentina de soberanía sobre las islas, al conmemorarse aquí el 2 de abril de 1982, fecha en que la dictadura militar que gobernaba Argentina estaba en picada y en un gesto por ganarse el apoyo de la población -que siempre se manifestó contra esa ocupación colonial- intentó una recuperación militar de las islas.
Esto llevó a un enfrentamiento de una disparidad incuestionable, cuando el gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher envió a su flota para recuperar las islas, ya que Inglaterra nunca ha obedecido las decisiones internacionales en materia de descolonización en este caso.
El acuerdo firmado por el gobierno del ex presidente Carlos Menem, no sólo "no tuvo ventaja alguna para nuestro país", sino que lo expuso "a continuas medidas unilaterales ilegítimas por parte del Reino Unido", con permisos que dan los kelper" -habitantes británicos de las islas- para explorar "áreas de la plataforma continental argentina", señaló el canciller.
Este nuevo paso del gobierno de Néstor Kirchner en el tema de Malvinas se da unos días después que el premier británico, Tony Blair, sostuvo en una entrevista que hubiera hecho lo mismo que Thatcher, quien ayudada por Estados Unidos y el ex dictador chileno Augusto Pinochet, no vaciló en utilizar todo el poder militar en acciones que dejaron centenares de muertos.
El canciller Taiana entregó el documento al embajador británico, John Hughes, en el cual se advierte el intento de frenar una serie de concesiones del gobierno menemista en estos acuerdos que nunca aclararon qué abarcaba territorialmente este compromiso.
Nadie duda entre los analistas que esta es una señal de endurecimiento hacia Londres, ya que el documento argentino advierte que el acuerdo cancelado sólo fue útil a Gran Bretaña para "justificar su ilegítimo dominio". Otro de los puntos que señaló Taiana es que Gran Bretaña "pretendió utilizar el acuerdo para señalar, incorrectamente, que las empresas petroleras que operaran ilegítimamente en la zona disputada, estarían protegidas contra un accionar legal de Argentina".
Desde un primer momento hubo divergencias que fueron aumentando por la interpretación británica de los compromisos y las relaciones estaban ya tensas cuando el gobierno de Kirchner rechazó participar en una "celebración" conjunta en Londres "por el triunfo" y también surgieron rumores en círculos británicos de que podía darse "una invasión argentina" como la de abril de 1982, lo que también fue rechazado oficialmente aquí.
"Argentina no es contraria a cooperar con el Reino Unido, bajo el debido resguardo jurídico, sobre aspectos prácticos referidos al Atlántico Sur. Pero siempre que dicha cooperación contribuya a crear las condiciones propicias para reanudar el diálogo sobre la cuestión de fondo, es decir, sin desconocer la obligación que pesa sobre ambos países de encontrar una solución a la disputa de soberanía", dijo el canciller.
El documento de la cancillería por el 25 aniversario destaca que "por tratarse de una disputa bilateral expresamente reconocida por dicha resolución y posteriores, la República Argentina no reconoce al ilegítimo 'gobierno' de las Islas Malvinas ni a sus pretendidas autoridades coloniales".