Podrá conocer de los juicios sobre responsabilidad patrimonial del Estado
Aprueban Ley Orgánica del Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa
La Cámara de Diputados lo faculta para constituir dos magistraturas de sala superior
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, con el propósito de otorgarle competencia para conocer de los juicios sobre responsabilidad patrimonial del Estado y apuntalar su labor en materia de vigilancia de los recursos que le son asignados, a su vez, por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Al exponer sus posiciones acerca del dictamen, diputados de diferentes grupos parlamentarios expresaron que esta legislación constituye un avance en la administración de justicia en materia fiscal.
Se sostiene lo anterior porque la nueva ley permite constituir dos magistraturas de sala superior, cuyos integrantes serán designados en coordinación con el Ejecutivo federal, además de que crea un sistema profesional de carrera.
La nueva ley también señala que al pleno de la sala superior del tribunal le corresponderá conocer de los juicios relacionados con resoluciones fundadas en tratados o acuerdos comerciales, con el propósito de evitar la doble tributación, o en materia comercial, de los cuales conocen actualmente las secciones jurisdiccionales.
Asimismo, durante la sesión, la mayoría parlamentaria aprobó un punto de acuerdo para instar al gobierno federal a suspender las importaciones de carne de cerdo, fresca, refrigerada o congelada, mientras no se resuelva la caída de los precios en el mercado nacional y la saturación por las importaciones.
Al presentar el punto de acuerdo, el diputado panista Francisco Domínguez afirmó que la porcicultura nacional ha sido afectada por las importaciones de carne de cerdo -piernas, paletas y trozos-, desde animales en pie hasta en cortes.
Refirió que el crecimiento de las importaciones provocó la saturación del mercado, donde la competencia desleal mermó el ingreso de los productores, así como una caída en los precios del ganado porcino, que fue de 20 por ciento en 2005 y de 17 puntos en 2006.
A su vez, el precio de granos para alimentación de cerdos aumentó 54 por ciento en 2006, lo cual repercutió en un incremento del costo de producción de 24 por ciento. Esto, aunado a la caída de los precios, mermó las utilidades de los productores.