Avalancha de apoyo de periodistas, intelectuales y legisladores al consorcio mediático
Ratifica el PP veto al grupo de prensa Prisa por las críticas a la derecha
El mensaje del Partido Popular es amenazante para quien no se pliegue a sus deseos: PSOE
Madrid, 26 de marzo. El opositor Partido Popular (PP) ratificó este lunes el veto impuesto el pasado viernes al grupo de prensa Prisa, que se manifestó respaldado por la "avalancha de pronunciamientos de las asociaciones profesionales de periodistas, intelectuales, personalidades del mundo de la cultura, ciudadanos y representantes de todos los demás grupos parlamentarios".
Lejos de rectificar una medida calificada de "prohibicionista" y que atenta contra los principios esenciales de la libertad de expresión y de información, los conservadores decidieron mantener intacta su amenaza contra el emporio mediático español propietario del periódico El País, la Cadena Ser, Canal + España, Cuatro Televisión y el diario financiero Cinco Días, entre otros.
La medida fue anunciada el viernes por el líder del PP, Mariano Rajoy, tras declaraciones hechas un día antes por el presidente de Prisa, Jesús de Polanco, durante una junta de accionistas en las que acusó a los dirigentes de la derecha de querer "volver a la Guerra Civil" y de enaltecer conductas propias del "franquismo".
La respuesta del partido derechista a estas declaraciones fue inmediata y anunció un veto contra el consorcio de comunicación afín al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ya fue víctima de un ataque por parte de la derecha en el primer año de gobierno del ex presidente de gobierno José María Aznar, en 1996.
"Comunicamos a todos los ciudadanos, y de manera especial a los accionistas, anunciantes y clientes de ese grupo de comunicación, que desde este momento y mientras Polanco no rectifique públicamente sus declaraciones, el PP dejará de atender todas las convocatorias de entrevistas, tertulias, programas del Grupo Prisa y demás empresas que controla", sostuvo el PP.
Las primeras consecuencias del boicot fueron la ausencia de algunos representantes habituales de la formación política en los programas de fin de semana de la Cadena Ser, y la retirada masiva de anuncios publicitarios por parte de los candidatos de la derecha en Madrid, el País Vasco, Albacete, Andalucía, Aragón y Cantabria.
A pesar de que algunos dirigentes del PP, como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, desafiaron a la directiva de su partido al participar en los programas del grupo Prisa, el secretario general del PP, Angel Acebes, del ala más radical de la formación, volvió a exigir hoy una rectificación de Polanco.
"Figúrense si es sencillo que diga que el PP es democrático y que no busca la guerra entre españoles. Por tanto, nada tiene que ver ni con la libertad de información ni con la libertad de expresión. Que no nos hagan ir a casa de quien nos insulta, nos arremete y nos difama de manera tan injusta y tan grave", apuntó.
Justificó además la amenaza velada de represalia a los potenciales anunciantes de Prisa bajo el argumento de que "estas acusaciones y difamaciones las hace el presidente de una empresa en una asamblea y ante la junta de accionistas y, por lo tanto, tiene que dirigirse a los accionistas y los anunciantes porque son los clientes de ese grupo de comunicación".
Una vocera del grupo Prisa, que pidió no ser identificada, aseguró a La Jornada que el consorcio se siente respaldado por la "avalancha de pronunciamientos de apoyo de las asociaciones profesionales de periodistas como por intelectuales, personalidades del mundo de la cultura, ciudadanos y representantes de todos los demás grupos parlamentarios".
Asimismo, minimizó las consecuencias del boicot en las cuentas de la empresa, ya sea por la retirada de las campañas electorales como por la amenaza a los potenciales anunciantes, al explicar que "este tipo de campañas políticas tienen muy poco peso en la facturación de las empresas del grupo y por ello su retirada tiene básicamente un efecto simbólico".
El proyecto empresarial del Grupo Prisa, añadió, se fundamenta en la búsqueda de la excelencia en todas sus operaciones, tanto en el campo editorial como en el área de medios. "Nuestro pilar son los más de 50 millones de lectores, oyentes, espectadores e internautas que muestran cada día su fidelidad a nuestros medios, y esto difícilmente se verá dañado", afirmó.
La medida del PP fue descalificada por altos representantes de la política española, como el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el gobierno autonómico vasco y líderes del nacionalismo catalán, entre otros.
El secretario de organización del PSOE, José Blanco, advirtió hoy que "Rajoy y el grupo de dirigentes del PP lanzaron una advertencia a la sociedad española: todo el que no favorezca sus intereses, ni se pliegue a sus deseos, pagará las consecuencias. Es un mensaje amenazante", señaló.
Para la coalición Izquierda Unida (IU) el boicot demuestra que "el PP sigue viendo conspiraciones y enfrentamientos en temas donde no los hay y ahora lo hacen contra un grupo de comunicación sin tener en cuenta la libertad de expresión".
Miguel Herrero de Miñón, ex dirigente moderado del PP, consideró que el "boicot es un disparate y un escándalo" que no tiene efectos positivos.