Mueren al menos 15 personas al continuar la violencia en la nación ocupada
"Irritados", los iraquíes con la presencia del ejército de EU: vicepresidente Tarek Hashemi
Londres, 21 de marzo. El vicepresidente de Irak, Tarek Hashemi, reconoció hoy que los iraquíes se encuentran "irritados" con la presencia del ejército de Estados Unidos en el país, durante una entrevista con la BBC de Londres en la que pidió conversaciones con los rebeldes, con excepción de Al Qaeda.
"Creo que no hay otra forma que hablar con todo el mundo", declaró tras subrayar que los guerrilleros forman "parte de las comunidades iraquíes". Pero al descartar a Al Qaeda, indicó que ese grupo "no está verdaderamente dispuesto a hablar con nadie".
Hashemi, por otro lado, reconoció que numerosas personas en Irak están "irritadas" por la presencia en el país de la coalición dirigida por Estados Unidos, ya que las tropas extranjeras representan "un atentado a la dignidad de los iraquíes".
No obstante, declaró que la coalición permanecerá en Irak hasta nueva orden: "Nosotros pensamos en un calendario, en una retirada condicional (...) Eso podría servir a los intereses nacionales de los iraquíes, así como a los intereses nacionales de Gran Bretaña y Estados Unidos".
La violencia en el país ocupado desde hace cuatro año cobró este día la vida de al menos 15 personas y más de 30 resultaron heridas en varios atentados, según los servicios de seguridad y fuentes hospitalarias.
Entre los ataques más violentos figura el de una zona residencial de Al Maddaen por disparos de morteros que dejaron ocho muertos, entre ellos dos niños, y 18 heridos. Las fuerzas de seguridad iraquíes también descubrieron 32 cadáveres en Bagdad y los cuerpos de dos policías secuestrados.
El ejército estadunidense, por su parte, mató a cinco supuestos insurgentes en un ataque a una fábrica de bombas en la localidad de Taji, al norte de Bagdad, que luego fue destruida en una incursión aérea. Además, 23 supuestos militantes fueron detenidos durante redadas efectuada en Balad, Mosul, Taji y Abu Ghoreib.
Al mismo tiempo, el ejército estadunidense liberó a un alto dirigente del movimiento radical chiíta de Moqtada Sadr, el jeque Ahmed Chaibani, después de más de tres años de reclusión, anunció la oficina del primer ministro iraquí, Nuri Maliki, quien solicitó la excarcelación.