El país tiene que poner orden en su frontera sur, afirma
La reforma migratoria debe empezar en México: Sarukhán
Washington, 21 de marzo. Una reforma migratoria con Estados Unidos "empieza en México", afirmó el embajador de ese país en Washington, Arturo Sarukhán, quien a la vez reconoció que México tiene que poner en orden su propia casa en torno a los inmigrantes centroamericanos y la frontera sur.
En su primera intervención pública, en un foro en Washington, Sarukhán ofreció una radiografía de la relación bilateral en esta coyuntura y su evolución durante los años recientes, y señaló que para alcanzar el objetivo de una "prosperidad y seguridad común" en América del Norte, México tiene que asumir su responsabilidad de generar empleo y promover un crecimiento económico. "A menos de que podamos generar empleos y crecimiento económico, no podremos reducir el flujo de 400 mil migrantes anuales" que cruzan la frontera, afirmó.
A la vez, dijo, México también tiene que poner orden en su frontera sur, y comentó que la política mexicana en torno al asunto de migración, frontera y seguridad en el sur "está deshecha". Reconoció que "se violan los derechos humanos de los inmigrantes centroamericanos", y que mucho de lo que se insta a Estados Unidos en materia de tratamiento de inmigrantes, México no lo hace con la gente del sur que ingresa a su territorio.
En un foro organizado por el Instituto de Políticas Migratorias MPI, por su siglas en inglés), Sarukhán afirmó ante expertos, analistas y funcionarios que "la embajada y el gobierno de México dedicarán toda su energía en promover una reforma migratoria integral" en este país, una que reconozca "las contribuciones y la dignidad" de todos los inmigrantes que participan en esta sociedad.
Dentro de esto, insistió en la defensa de los derechos humanos de los entre 6 y 8 millones de mexicanos que están en Estados Unidos de manera indocumentada; rechazó toda posición que los considere como una "amenaza" a la seguridad nacional de este país, y reiteró que un muro no funcionará para resolver el flujo migratorio.
Señaló que el objetivo de largo plazo es que cada mexicano que cruce la frontera lo haga de manera legal, y que finalmente se pueda retomar de manera racional ese elemento que se quedó fuera del Tratado de Libre Comercio: la movilidad laboral.
A la vez, el embajador reiteró que esta relación bilateral, una de las más complejas del mundo, no puede reducirse a un solo tema, y que la migración es uno de varios asuntos prioritarios. "No hay otro país más importante para el bienestar de México que Estados Unidos", indicó.
La seguridad, tema prioritario
Después del 11 de septiembre de 2001, el asunto de seguridad para Estados Unidos tuvo grandes implicaciones para la relación bilateral, ya que cualquier incidente a futuro que esté ligado a la frontera podría tener severas consecuencias. Por tanto, el tema de seguridad es también prioritario para México dentro de un proyecto para profundizar y consolidar las relaciones dentro de América del Norte.
Igualmente, la relación bilateral sigue afectada por un gran debate interno de Estados Unidos sobre si México es parte o no de América del Norte, y los subibajas de este debate condicionan la capacidad para construir "una nueva arquitectura" en la región.
Sarukhán consideró que ambos gobiernos -junto con académicos, los medios de comunicación, empresarios y otros- no han logrado hacer lo suficiente para informar y educar al público sobre la importancia e interdependencia de la relación entre ambos países para su futuro.
Los asuntos de migración y seguridad han sido abordados por el nuevo gobierno de Felipe Calderón a través de las prioridades de fomentar el crecimiento económico y generar empleo por un lado, y el tema de seguridad pública por otro. "Está en el interés de México crear una frontera segura", afirmó, y a la vez combatir el crimen organizado en ambos lados de la frontera para beneficio mutuo.
"Es hora de dejar de jugar damas chinas y empezar a jugar ajedrez" en la relación México-Estados Unidos, sostuvo.
Demetrios Papedemetriou, director y cofundador del MPI, recordó que su instituto independiente comenzó justo cuando México y Estados Unidos habían impulsado el inicio de un proceso de reforma migratoria que, una semana después de arrancar, fue descarrilado por los atentados terroristas del 11 de septiembre. Con ello, y desde entonces, la palabra "seguridad" se ha incorporado al debate sobre políticas de migración. A la vez, dijo, se han registrado otros cambios al ampliarse el coro de los participantes en el debate, a veces llegando a una "cacofonía", lo cual indica mucho mayor interés de diferentes sectores, pero también mayor confusión sobre el asunto.
Hay cambios, pero también cosas que están iguales, por ejemplo la contribución de los migrantes a esta sociedad. Ahora el gran reto a escala mundial, afirmó, es cómo abordar uno de los fenómenos más importantes del mundo contemporáneo, en lo que definió como "la nueva edad de la movilidad".