No abdicará en su compromiso con la legalidad y la seguridad, sostiene
Calderón exalta a Benito Juárez como "gran constructor de la nación"
Al exaltar el ideario político de Benito Juárez, el presidente Felipe Calderón advirtió que no abdicará en su compromiso con la defensa de la legalidad y en dar condiciones de seguridad a los mexicanos.
En el festejo por el 201 aniversario del natalicio de Juárez, el jefe del Ejecutivo federal reiteró que su compromiso es no tener más bandera que la ley.
Calderón acudió temprano al mausoleo dedicado al prócer en el panteón de San Fernando, donde montó una guardia de honor y depositó una ofrenda floral. Después de trasladó a Palacio Nacional.
Ahí fue orador único en la breve ceremonia que concitó a los representantes de los tres Poderes de la Unión.
Estaban los presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, y de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño; el presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, y el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes. El único ausente fue el líder del Senado, Manlio Fabio Beltrones.
En el discurso que pronunció ante 12 integrantes de su gabinete, Calderón señaló que Juárez es el gran constructor de la nación, el defensor de la República y gracias a él se colocaron los cimientos del Estado mexicano y de sus instituciones.
Se consolidaron las bases de la República, de su laicidad y soberanía, de las garantías y de la división de poderes, afirmó en el patio de honor del recinto.
Con Juárez, agregó, los mexicanos del siglo XIX tomaron conciencia plena de valores como la igualdad, el federalismo, el nacionalismo y la democracia, así como la importancia de vivir en un contexto de libertades públicas y derechos individuales. Así, dedicó la mayor parte de su mensaje a enaltecer la figura del Benemérito de las Américas como impulsor de las leyes.
El michoacano se mostró contento evocando el ideario de Juárez, figura que adoptó con más fuerza a su llegada la Presidencia de la República, ya que en su campaña electoral reivindicaba sobre todo a José María Morelos y Pavón. Cuando escuchó los acordes de México lindo y querido, cantó desde su lugar.
El Benemérito, incomprendido
Consideró que, en su momento, hubo mucha incomprensión al proyecto juarista. "Querer transformar a México en un Estado moderno, por desgracia fue algo no exento de dolor", aseguró en relación con la guerra civil de tres años.
Pero dijo que el tiempo ha demostrado que Juárez tenía la razón y que aquellas reformas que encabezó eran necesarias.
Después de enunciar las ventajas que representó la Constitución de 1857, señaló que actualmente los tres poderes de la Federación están ante otro "momento histórico" para asegurar el ejercicio pleno de sus derechos y garantizar que nunca más sufran de algún abuso de poder.
Por eso, explicó que el principal compromiso de su gobierno es actuar desde la ley, cumplir la ley y hacer cumplir la ley.
"La impunidad no debe ser más una aliada de quienes atentan contra nuestro estado de derecho, estamos librando una batalla en favor de la legalidad, de la seguridad y, precisamente, en favor de la ley."
Entonces aseguró que la mejor manera de honrar al prócer de Guelatao es avanzar unidos como nación en la profundización de su ideario político.
Igual que Juárez, declaró que la primera obligación de todo gobierno es velar por la plena vigencia del estado de derecho, e insistió en su compromiso con la defensa de la legalidad.
Afirmó: "No podemos y no vamos a abdicar en este reto que es fundamental", en relación con el deber del Estado de garantizar derechos ciudadanos y condiciones de seguridad que permitan el ejercicio de las libertades.
Al final, hizo un llamado a los tres poderes de la Unión, a los diversos órdenes de gobierno, a las fuerzas políticas, las instituciones autónomas y a la sociedad a avanzar en la consolidación de la democracia.