Ola de críticas al mandatario por su postura ante la posible despenalización del aborto
Calderón no debe actuar como vocero del PAN ni de la Iglesia, exige el PRD
ONG elogian a miembros de la ALDF por proteger la salud de las mujeres del país
La iniciativa de los legisladores capitalinos del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para despenalizar el aborto, así como las expresiones de rechazo formuladas ayer por el presidente Felipe Calderón reavivaron el debate que el tema siempre ha ocasionado en el país.
Así, junto a la rotunda negativa a aceptar cualquier posibilidad de reformas legales tanto de la jerarquía católica como de la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) se escucharon voces como la de Axela Romero, de Salud Integral para la Mujer (Sipam), quien estableció que no puede ser suficiente un contexto legal que a diario se contradice con las muertes de mujeres ocasionadas por abortos mal practicados.
En el Senado, representantes del PRD exigieron a Felipe Calderón actuar como titular del Ejecutivo, no como vocero del PAN en este tema, y dejar además el doble discurso, pues no puede pedir a los legisladores perredistas del Distrito Federal que no avasallen e impongan su mayoría, mientras al mismo tiempo impulsa reformas a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que pasan por encima de las minorías.
El senador perredista Tomás Torres advirtió que en todo caso Calderón debe formular el mismo llamando de no avasallar, tanto al PAN como a los demás partidos que van a sacar fast track la reforma a la Ley del ISSSTE.
Los de la ultraderecha son boas: Carpizo
Intervino también en la polémica el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Jorge Carpizo, quien se dijo preocupado por el avance de la ultraderecha. Esta se mostraba antes -dijo- como "los huevos de las serpientes, (pero ahora) son boas que están caminando por el país y que van a causar problemas gravísimos, porque todavía siguen ocupando puestos de gobierno".
Las posiciones en la administración pública que detentan estos grupos en la vida política -a los que ubicó como fanáticos- "van en contra de los derechos humanos, contra una concepción plural de México, y ellos tienen un proyecto de país que (históricamente) les fracasó en varias ocasiones", expresó el jurista.
El dirigente del PAN, Manuel Espino Barrientos, se pronunció en contra del aborto y exigió al jefe de Gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, dar a conocer con toda claridad su posición sobre el tema.
Insistió en sus postulados partidistas de reconocer, respetar y defender el derecho a la vida desde el momento de su concepción y hasta la muerte. "Esa posición es expresión de nuestros principios de doctrina'', recordó.
Más tarde hizo nuevas declaraciones, esta vez para defender a Calderón y sus opiniones sobre el aborto. "El presidente Calderón no divide, es el Presidente de la cohesión, y está en su derecho de exponer sus ideas", dijo.
Otra líder partidista, Beatriz Paredes, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), adelantó que el voto de los diputados locales del tricolor sobre este tema "es libre, de acuerdo con su sentir".
Entrevistada antes de la comida que ofreció la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, a dirigentes de partidos y coordinadores parlamentarios en esta capital, Paredes Rangel estableció que "la posición del partido en temas tan íntimos como este es la de absoluto respeto a la decisión que asuman los legisladores".
Desde el PRD, el secretario general Guadalupe Acosta Naranjo consideró que a Calderón Hinojosa no le importan las mujeres que mueren por abortar y le increpó que anteponga dogmas de fe a su cargo de jefe del Ejecutivo.
En su opinión, además de buscar una alianza con la jerarquía católica, Felipe Calderón "mantiene una visión equivocada sobre las cosas. Vivimos en un Estado laico, pero si por los panistas fuera no se usaría el condón y seguiríamos teniendo una tasa anual de crecimiento (de población) del 4 por ciento''.
En ese mismo contexto, el dirigente de Alternativa, Alberto Begné, advirtió que si se había aceptado el triunfo del presidente Calderón "por unos cuantos votos", el mandatario "debe respetar las decisiones soberanas y mayoritarias de los miembros de la Asamblea Legislativa, que tienen la facultad de modificar las leyes. Si quiere respeto, debe respetar y no pretender invadir una esfera que le es ajena".
Begné aseguró que con sus declaraciones, el presidente Calderón "violenta la obligación que tiene de encabezar un gobierno laico, para todos los mexicanos. Debe saber distinguir entre su convicciones y su papel como jefe de Estado".
Desde organismos como Inmujeres también se presentaron posiciones frente al tema. Claudia Salas, directora de planeación de ese organismo, dijo que aprobar una nueva legislación en torno del aborto en el Distrito Federal debe garantizar que todas las mujeres tengan "acceso a la información, ya que depende de cada una si ejercemos este derecho". Admitió que la "legalidad o ilegalidad" del aborto "sí es un factor que influye en si las mujeres acuden con la comadrona o con la que hace las limpias en el pueblo".
En contraparte, organizaciones de padres de familia, juristas católicos y la arquidiócesis primada de México defendieron ayer su derecho a manifestarse por "la barbarie'' que, según ellos, intenta hacer la asamblea capitalina. Anticiparon que mañana jueves realizarán una marcha desde la Catedral metropolitana a la ALDF y el domingo una peregrinación a la Basílica de Guadalupe.
Se mostraron satisfechos con la respuesta ofrecida por Calderón Hinojosa. Hugo Valdemar Romero, vocero de la arquidiócesis, apuntó: "tenemos un Presidente de la República que está en favor de la vida. Tenemos un Presidente democrático que propone discutir ampliamente un tema que divide a la sociedad, no como el PRD que intenta imponer la legalización del aborto''.
A su vez, la Barra de Abogados Católicos confirmó que interpondrá una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debido a que los legisladores pretenden, según ellos, censurar a los ministros de culto y laicos que se oponen al aborto. Al rechazo se sumó también el presidente de la Confraternidad de Iglesias Cristianas y Evangélicas, Arturo Farela, y Provida de plano llamó a la desobediencia civil para oponerse a la iniciativa.
La Academia Mexicana de Derechos Humanos, Católicas por el Derecho a Decidir y la organización Mujeres y Medio Ambiente consideraron ayer que el presidente Felipe Calderón "debe guardarse su discurso de protección a la vida para la iglesia, pues allí está bien que lo diga; aquí como gobernante debe encabezar los problemas de salud pública, como es el aborto, sus palabras referentes al aborto muestran una visión conservadora y limitada.
En entrevista por separado, cada una de las organizaciones referidas dio su opinión respecto a lo señalado ayer por el presidente Calderón: "es una visión reducida de la lucha de las mujeres, las políticas públicas deben ser integrales y las demandas siguen siendo derechos sexuales y reproductivos, habría que ver a que respeto a la vida se refiere el presidente, si es a la vida de las mujeres, estamos de acuerdo pero debe haber política que atiendan a las mujeres que hoy mueren durante el parto por la mala atención médica", aseveró la presienta de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, Gloria Ramírez.
A su vez, María Consuelo Mejía, de Católicas por el Derecho a Decidir, felicitó a los legisladores de la asamblea por tocar el tema y dijo que el Presidente debería encabezar este tema como política de salud pública, y criticó que Calderón diga que es un tema que divide, no es acertado pero tampoco se vale que quiera imponer a los legisladores qué temas pueden abordar y cuáles no.
Por su parte Hilda Salazar, de Mujeres y Medio Ambiente, sostuvo que "los temas que dividen a la sociedad son la pobreza y la riqueza, la migración, la discriminación, pero son problemas sobre los que tiene que debatirse. El tema del aborto es una necesidad, es un asunto de salud pública, si no lo fuera no estaría debatiéndose".
Católicas por el Derecho a Decidir consideró que es bueno que el tema se debata de manera pública y que no se tenga escondido.
La organización Equidad y Género dijo que el mandatario no debe ordenar a los legisladores qué temas pueden tratar. "El aborto es una realidad y decir que divide a la nación y que por ello no se debata es no reconocer que el país está dividido entre pobres y ricos, entre pobreza y abundancia, y no por ello no se debe debatir la pobreza".
(Con información de Víctor Ballinas)