Locatarios demandan a autoridades deslinde de quienes actúan legalmente
"Por las noches, la mayor actividad en La Ford": testimonio de colonos
La expropiación se ejecutó la madrugada de ayer
Cinco detenidos por agresiones
Ampliar la imagen El Gobierno del Distrito Federal expropió ayer un predio en la colonia Reforma Política, de la delegación Iztapalapa, donde operaban 247 locales en los que se comercializaban autopartes robadas Foto: Alfredo Domínguez
El área que conforman el polígono delimitado por la avenida Ermita Iztapalapa y las calles Reforma Deportiva y Reforma Económica, conocida como La Ford, expropiada por el gobierno capitalino ayer, con base en el decretó publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, es de todos conocido que es utilizada para desmantelar vehículos robados y vender las autopartes.
"Desde que yo recuerdo siempre ha sido así", dice uno de los vecinos, quien señala que durante la noche era cuando se registraba la mayor actividad en la zona, con la entrada de autos que luego eran desmantelados en calles como Ford, Volkswagen y Chevrolet.
A lo largo de 300 metros sobre el Eje 8 Sur, en la colonia Reforma Política de la delegación Iztapalapa, se pueden ver las fachadas de más de 20 de establecimientos, ahora cubiertas parcialmente por las vallas metálicas instaladas por la policía capitalina desde ayer en la madrugada, dedicados a la compra-venta de autopartes usadas.
También en esas mismas calles, que sirven de deshuesadero de automóviles, se ubican otros comercios de este tipo, además de casas utilizadas como bodegas, aunque se estima que en la zona vivían unas seis familias.
Durante el operativo denominado Punto F se detectó un lote baldío de 400 metros cuadrados, ubicado entre las calles 1ª y 2ª de Ford, que era utilizado como estacionamiento. Además de que desde el local Refacciones Tadeo, localizado en la esquina de 2ª de Ford y Ermita era común ver a sujetos realizar "actividades de observación y vigilancia con binoculares, según el reporte de la Secretaría de Seguridad del DF.
Aunado a esto, las mujeres que atendían un puesto de refrescos y dulces, ubicado en la esquina de 2ª de Ford y Datsun, realizaban funciones de indicadoras de los autos que podrían ser robados.
La acción, en la que participaron unos 800 elementos del agrupamiento de granaderos, se realizó sin contratiempo alguno y en menos de dos horas la policía capitalina tenía el completo control de la zona, informó el titular de la dependencia, Joel Ortega Cuevas.
Durante todo el día de ayer, los elementos policiacos resguardaron la zona, donde unos 100 inconformes cerraron la circulación vehicular en la avenida Ermita Iztapalapa y se enfrentaron en dos ocasiones a los uniformados con un saldo de cinco personas detenidas y un policía lesionado.
La primera zacapela ocurrió poco antes de la una de la tarde, cuando los manifestantes observaron la llegada de maquinaria pesada que será utilizada para la demolición de los locales. Molestos, comenzaron los empujones contra los granaderos, quienes sólo utilizaron sus escudos para repeler la agresión, pero uno de ellos fue golpeado por dos jóvenes.
Media hora más tarde, los inconformes se apoderaron de una pipa de agua, que atravesaron en el carril derecho de la citada vialidad y lanzaron piedras y botellas contra los elementos policiacos. Finalmente, los uniformados recuperaron el vehículo pesado, reabrieron el tránsito y detuvieron a cinco hombres, entre ellos a quienes golpearon al granadero.
Los manifestantes reconocen que en esos locales se expenden autopartes robadas, pero dijeron que hay muchas personas que lo hacen legalmente. "Nos están quitando el pan de cada día", lamentó Humberto Rojas, uno de los locatarios afectados.
Calificó de atropello la expropiación del predio y señaló que si las autoridades no hacen una distinción entre quienes se dedican a la venta ilegal y quienes "nos ganamos la vida honradamente", podría desatarse la violencia.
Algunas de las personas protestaron porque no se les permitió recoger su mercancía, a pesar de que presentaron la documentación que comprueba la legalidad de la misma, "ahora nos dicen que tenemos que esperar hasta que llegue la policía fiscal y la gente de Hacienda para que verifique los papeles", explicó Calet Beristáin.