"Es ventaja, no tragedia", expresa, y critica el unipolarismo a que se dirige el mundo

México tiene identidad latinoamericana e intereses norteamericanos: Felipe González

Censura la guerra preventiva, porque aumentó exponencialmente lo que quería combatir

BLANCHE PETRICH

Según el ex presidente de gobierno de España Felipe González Márquez, que se define como "socialdemócrata pragmático e impaciente", la "especificidad" de México en el contexto regional es que se trata de "un país con identidad latinoamericana e intereses norteamericanos". Y, aseguró, esto "es una ventaja, no una tragedia".

En una disertación sobre "las incertidumbres en el escenario global" en su país, Europa y América, el ex líder del Partido Socialista Obrero Español situó esas dubitaciones como eje de los desafíos que hacen que los bloques regionales avancen, se estanquen e inclusive retrocedan en su capacidad de incorporarse a la revolución tecnológica e informática y a la civilización de la información.

Señaló que ve a una América Latina que, pese a la buena noticia de su indudable avance económico, no sólo no está tomando las medidas necesarias para desarrollarse en los terrenos de la informática sino que, por el contrario, parece caminar en la dirección contraria. Esto ha conducido a que, como región, el subhemisferio haya perdido relevancia en el concierto mundial.

Europa también ha perdido relevancia, añadió, y se encuentra detenida en lo que llamó una "decadencia dulce", con niveles económicos sin precedente -de entre 25 y 27 mil dólares per cápita anuales, como en su país-, pero sin haber encontrado el camino para la incorporación a la revolución tecnológica.

Convertido en orador itinerante, González está en México. Invitado por la embajada de España a la conferencia que dictó ayer, el ex mandatario advirtió, de entrada, que no hablaría sobre la crisis española en curso, en la que el Partido Popular, donde milita la representante de España en México, Cristina Barros, se ha lanzado en cruzada contra el gobierno del jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, correligionario de Felipe González.

Crítica al trío de las Azores

En su pieza oratoria, que suele repetir en las distintas conferencias que dicta por el mundo, González volvió a criticar -sin mencionarlo- al ex presidente de gobierno José María Aznar "y al trío de las Azores" por los efectos que tuvo en el orden mundial la decisión de invadir a Irak hace cuatro años.

Habló del modelo democrático capitalista que sobrevivió al desplome del socialismo: estamos, dijo, ante un mundo donde hay un intento de unipolarismo con grandes gendarmes que nos cuiden a todos, lo que es imposible; que nos ha introducido a un desorden internacional que ha aumentado exponencialmente las incertidumbres; que nos lleva a teorías bastante estúpidas, como "el fin de la historia", "el mercado lo arregla todo" o las "guerras preventivas".

Dijo que "la estrategia de la guerra preventiva fracasó, pero se insiste en ella, aunque forma parte del paquete de incertidumbre más serio al que se enfrenta la humanidad". Reiteró que lo que se hizo con esa decisión bélica fue "aumentar exponencialmente todas las amenazas contra las que se pretendía combatir". Si se dijo que se pretendía limitar el crecimiento de armas de destrucción masiva, es falso, hoy hay más. Si se argumentó que se estaba luchando contra el terrorismo internacional, no fue verdad, desencadenó actos terroristas como el 11 de marzo de Madrid".

Ante su idea, "la imperiosa necesidad de construir relaciones multipolares y regiones supranacionales que puedan equilibrar el mundo" -concepto que no terminó por definir- advirtió sobre la consolidación de una nueva realidad internacional, "donde hay un intento de unipolarismo que ha introducido un desorden internacional, con mayores incertidumbres y teorías bastante estúpidas, como el fin de la historia, el mercado lo arregla todo o las guerras preventivas".

La torpeza de Bush y el milagro chino

Salpicando su discurso con frecuentes referencias a sus charlas con líderes mundiales como Mijail Gorbachov y Bill Clinton, permitiéndose bromas a expensas de la reconocida torpeza del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pero sin criticar en ningún momento al gobierno, González abundó sobre China como potencia emergente por su capacidad, justamente, de competir en el terreno de las nuevas tecnologías informáticas.

Del "milagro chino" refirió que de sus mil 300 millones de habitantes, sólo 450 millones están incorporados al desarrollo tecnológico, pero se incorporan 50 millones más por año. Por tanto, dentro de cinco años, China representará lo mismo que encarna su población en términos de PIB mundial, es decir, 24 por ciento. Hace 30 años era 8 por ciento.

Agotamiento del modelo europeo

En contraste, describió la decadencia o agotamiento del modelo europeo, basado en las ideas socialdemócratas o socialcristianas de la seguridad social.

Citó el ejemplo de la empresa de telefonía celular Nokia, de capital finlandés: 80 por ciento de su producción se fabrica actualmente, no en Europa sino en China. Y con 80 por ciento de ingenieros chinos. Otro ejemplo fue el de Alemania, que siendo la primera potencia industrial europea y la segunda del mundo importa de India 70 por ciento de sus ingenieros en informática y software.

Se preguntó si, en estas condiciones, el modelo social europeo es sostenible.

En el caso de su país, España, que está viviendo los mejores 30 años de su historia multisecular, con un crecimiento económico que nunca había tenido, también reconoció que está agotando su modelo económico. "Todo aquel que se duerme en los laureles de su éxito puede perder la oportunidad de incorporarse a la revolución tecnológica." Igualó esta era de bienestar social con el hedonismo que caracterizó el imperio de al-Andalus en Granada, dedicado a construir los jardines más hermosos del mundo en la Alhambra, pero que no pudo defenderse del empuje de los reyes castellanos que los expulsaron de ese paraíso.