Con los extranjeros, "ya no habrá petróleo": Bartlett
La defensa calderonista de Pemex, "una engañifa"
"Una vergüenza para los priístas, la posición de Labastida"
El subsecretario de Energía, Jordy Herrera Flores, exhortó a ver "más allá del simbolismo patriótico" de Petróleos Mexicanos (Pemex) y alcanzar los consensos para asegurar una nueva inyección de recursos que le permita a la paraestatal "seguir siendo la empresa fuerte que queremos todos los mexicanos".
En tanto, el priísta Manuel Bartlett, ex secretario de Gobernación, destacó que la ratificación del presidente Felipe Calderón de que Pemex no será privatizado y que los recursos energéticos seguirán siendo bienes de la nación es una "engañifa", porque él encabeza "un gobierno entreguista".
En entrevista por separado, Herrera Flores destacó que si bien es importante impulsar la transformación democrática del país, "tenemos que distinguir entre lo necesario, lo indispensable y aquello que es inaplazable".
Pemex, aseguró, se encuentra en un proceso de "deterioro acelerado", y exhortó a las diversas fuerzas políticas en el Congreso a alcanzar un "consenso que nos permita garantizar el futuro de la paraestatal", pues sería "muy complicado" para el país que se dejaran de recibir los recursos provenientes de la venta de hidrocarburos.
En un llamado a dejar atrás las "heridas del pasado, los ataques, e ir realmente a lo que se necesita", reiteró que la reforma energética "necesariamente toca a Pemex, pues como lo expresó el presidente Calderón, se encuentra en sus últimos nueve o 10 años de vida, y requiere de apoyo para seguir siendo fuerte, pues de la paraestatal depende 40 por ciento del gasto público y difícilmente podríamos seguir adelante con un déficit de 40 por ciento de los recursos del Estado".
El subsecretario de Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Energía insistió en que Pemex requiere de mayores ingresos, y es "tarea del gobierno, pero también del Congreso, alcanzar consensos, aunque no unanimidad, pues lo urgente es garantizar más recursos que permitan continuar con una tarea prioritaria para el país".
Por ello, indicó, es necesario "repensar cuáles son las prioridades, ya que tan sólo en el sector eléctrico, al menos 25 mil comunidades del país no cuentan con servicio, es decir, cerca de 3 millones de mexicanos no tiene lo mínimo indispensable para subirse al tren de la modernidad".
Mitos para asustar
En tanto, Bartlett destacó que la aseveración del Presidente en el sentido de que sólo existen reservas petroleras para nueve años "son mitos que están imponiéndonos para asustar al país con eso de que ya no habrá petróleo si no entran los extranjeros", lo cual sucederá al revés: "si entran los extranjeros, ya no habrá petróleo".
Consideró como "una vergüenza para los priístas" que el presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, Francisco Labastida, coincida con el PAN para aplicar una eventual reforma energética, en la que se contempla la privatización del sector.
Por su parte, el ex procurador general Jorge Carpizo sostuvo "que la privatización de Pemex sería una salida falsa que pagaríamos todos los mexicanos", por lo que se pronunció por salvar a la paraestatal para que siga siendo un bien de la nación, como inclusive economistas neoliberales "hacen ver, que hay determinados bienes que deben ser del dominio público, porque sobre éstos descansa gran parte de la economía del país".
En entrevista, tras la presentación del consejo consultivo y la presidencia de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información, Carpizo destacó que "Pemex necesita invertir, gastar en exploración; necesitamos reforzar a nuestra industria, pero no lo hemos hecho durante los años recientes, y no lo hicimos cuando había mucho dinero, cuando nos lo aportó el propio Pemex. Lo único que no puede permitirse México es que la paraestatal vaya al desastre, porque este caos sería para toda la economía de México", indicó.
Agregó que que el presidente Calderón y el ex mandatario Vicente Fox tienen que explicar dónde se encuentra el dinero recaudado durante los años de bonanza de las ventas por exportación de petróleo y por las remesas millonarias de los inmigrantes.