El pianista presentará el viernes su nueva producción en el Lunario del Auditorio

En nuevo disco, Enrique Chía trae a México el "cielo sonoro cubano"

Es un recuento de canciones de 1945 a 1950; incluye Si me pudieras querer y Cómo fue, señala

ARTURO CRUZ BARCENAS

En el disco 41 de su carrera, titulado Mi cielo tropical, el pianista Enrique Chía trae el "cielo sonoro cubano" a México; desarrolla la melodía por medio de su instrumento con énfasis en la percusión. Nacido en Cienfuegos, presentará esta producción en concierto el viernes 9 de marzo, a las 22 horas, en el Lunario del Auditorio Nacional. "Será una serie de nostalgias", aseguró.

El disco "es un recuento de canciones cubanas de 1945 a 1950, época de oro, de la cual salió el mambo y el cha cha cha y que permitió el fortalecimiento de la rumba. Esto dio pie a que en los años 60 se diera el auge de la salsa, que es una combinación de guaracha y son", añadió en entrevista.

En todos sus discos se centra en un "tema", que puede ser el bolero, el tango o la rumba. En cada uno de sus proyectos ha rendido homenaje al romanticismo, a la alegría, e inclusive a la música de grandes intérpretes como René Lorente, Ernesto Lecuona, Marta Pérez, Juan Areco y Cachao, además de producciones completas dedicadas a países como México, Argentina y su natal Cuba.

Ha recibido varios reconocimientos, como el prestigiado premio internacional Casandra por su trayectoria, en la República Dominicana. La National Academy of Recording Arts & Sciences, de Estados Unidos, le otorgó una postulación al Premio Grammy en 2001 por su producción The Music of Ernesto Lecuona.

A lo largo de la plática, Chía rememoró algunos boleros que ha grabado. Los canta o los tararea. Citó las diferencias entre el bolero cubano y el mexicano. Nosotros, de Pedro Junco, que interpretaron Los Panchos. Mi cielo tropical es de la autoría de Sergio de Carlo, quien hoy tiene 90 años. "Es un cubano muy mexicano. Escribió también Flores negras, que pasó a ser una canción casi mexicana, en el sentido de que aquí creen que es mexicana, pero no... 'Flores negras del destino...' tiene un sentimiento muy especial. Me dijo que mi versión es la que más le gusta.

"Muchos intérpretes cantan el tema a su manera. Yo consulto, si puedo, y lo toco como lo concibió el autor. Es un bolero que es casi una habanera; ese es el matiz de la melodía. Encima de eso me dijo que yo no había grabado su canción más linda, que se llama Mi cielo tropical. Yo la había oído. Estaba ahí, bajo la mesa. La compuso en una estancia fuera de Cuba. La letra dice: 'Cielo, mi cielo tropical, cuando estás lejos de mí me pongo a llorar...'; o sea, es una serie de nostalgias.

"Es como un México lindo y querido, pero aquí dedicado a Cuba. En la parte final señala: 'Cielo, las tierras extranjeras han hecho que te quiera, que te quiera mucho, mucho más'. En Cuba no la conocen tanto y De Carlo estaba sentido porque la canción no fue lanzada. Yo la hice con un solo de violín, instrumento que también es nostálgico. Hay quienes han oído la melodía y lloran. Se les eriza la piel. Eso es Mi cielo tropical: una nostalgia indescriptible."

Un tema de Bola de Nieve

"En este disco añado Si me pudieras querer, de Bola de Nieve. Mi esposa es fanática de él. Lo que pocos saben es que Bola era concertista; estudió con el mismo maestro de Ernesto Lecuona. De Rita Montaner incluyo Mama Inés. Son 14 temas, que trabajé bastante. Participa en el disco Cachao, la leyenda, quien ejecuta el bajo; Candito, quien estuvo con Santana en la percusión, toca con tres tumbadoras a la vez; le decían las manos de fuego.

"También viene Que viva Changó. Es música afrorrítmica. Conseguí la participación del trombonista y arreglista del gran Beny Moré, que se llama Generoso Jiménez, quien tiene ahora 90 años. Me hizo los arreglos de otras cuatro piezas de Moré que vienen en Mi cielo tropical, dos de ellas son Cómo fue y Preferí perderte."

Lamentó la reciente muerte de glorias de la música cubana. "Sí señor, nos estamos quedando solos. Esa es la triste realidad. ¿Qué queda del bolero? Poco, la verdad. Cachao, en lo suyo, tiene 88 años. Candito, 88... Este disco es un legado de ellos".

Cada disco implica para Chía el reto de superar lo logrado en el anterior. "Es como los atletas: cada vez una raya más, otro nivel. En vivo se escuchará una versión sin instrumentación. Sólo habrá unos seis músicos, pero la esencia es mi piano. Ese no cambiará, si Dios quiere".

El pianista vive en Estados Unidos y después de su presentación en el Lunario viajará para hacer lo mismo en Puerto Rico y Nueva York, "aquí ante la colonia latina". Agregó que uno de sus sueños es dar un concierto en el Zócalo del Distrito Federal, con una sinfónica: "Sería como un regalo para México".

Precisó que es difícil crear un estilo en la manera de tocar el piano. "Mi cielo tropical es un disco para gozar. Hay gente que me dice que mi piano le suena como un canto. Ahora hay pianistas que han hecho del instrumento un generador de tranquilidad. Para mí, el piano es un Ernesto Lecuona. No se trata de darle fuerte, de darle piñazos o manotazos, sino de modularlo para que responda a los instintos del corazón. El piano se debe transformar según los cambios internos. Se modificarán las notas, pero no el sentimiento.

"Creo que la manera de tocar el piano depende de la persona. No puedes sacarle lo que no sientes. Hay quien lo intenta, pero no le sale. A eso le llamo yo corto circuito sentimental."