Atiende hasta 120 mil personas al mes, con 130 camas
El hospital Vasco de Quiroga, en Morelia, saturado y sin recursos
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Area de urgencias del hospital del ISSSTE en Morelia
Foto: Gustavo Aguado
Morelia, Mich., 27 de febrero. Juliana Pérez Rodríguez cumplió 15 días internada en el hospital Vasco de Quiroga del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en Morelia. Ha permanecido en una camilla por falta de camas en el área de urgencias.
La mujer de 35 años desconoce cuánto tiempo más esperará a que la operen del colon en este nosocomio, pues el quirófano está saturado.
Hace dos meses Yuriria Vázquez viajó siete horas en autobús desde Huetamo por un dolor agudo en el pecho. Los doctores le encontraron un tumor en un seno y aseguraron que podían extirparlo, pero la operación podía esperar. Hace una semana el dolor se hizo insoportable y volvió al hospital. El tumor se había expandido.
''El tiempo es determinante para sanar a nuestros pacientes. La muerte no espera por los medicamentos y el equipo que hacen falta aquí'', señala Juan Sánchez, médico del área de urgencias.
Daniel Morales Torres, secretario general de la sección 21 del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, detalló que el hospital Vasco de Quiroga atiende cada mes hasta 120 mil personas, pero apenas tiene 130 camas en sus cuatro pisos.
Un día después de que el presidente Felipe Calderón firmara con los gobiernos estatales y empresas farmacéuticas un acuerdo para resolver el desabasto de medicamentos, Morales Torres denunció que hay cerca de dos toneladas de medicinas a la intemperie.
Responsabilizó de las condiciones del hospital al delegado del ISSSTE en la entidad, Alfredo Cortina Espejel, y al director Carlos Vinicio Herrera Alvarez, y anunció que pedirá la destitución de ambos.
Recordó que hace tres años, cuando Cortina asumió el cargo, se pidió medicamentos, equipo y mantenimiento a dicho hospital y al de Uruapan.
Sin embargo, dijo, la única adquisición realizada por la delegación del ISSSTE fue la de un equipo de tomografía, procedente de Estados Unidos, que costó 190 mil dólares pero sigue empacado.