Ciudad Perdida
El tono azulado del caso Ahumada
Cada vez más fuerte el olor a carpetazo en la PGJDF
Se sospecha que dejará impunes los delitos del empresario
Las sospechas se alimentan de las huellas impresas en el paso por la función pública, en el caso de quienes viven de la política, porque definen un perfil que por más que se desfigure entre el ir y venir de partido en partido -como marca la costumbre actual-, siempre muestran la vocación y el carácter de quienes las van dejando.
Cosa así se ha construido alrededor de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, que en el "caso Ahumada", por el marcado azul que guardan algunos de sus funcionarios, se sospecha que podrían dejar impunes los delitos que el empresario defraudador hubiera cometido.
Ya hemos platicado con usted, en otros momentos, de cómo el mismo procurador se deshizo de algunos dineros para apoyar la elección de Vicente Fox, el Presidente más tonto en la historia de México, como lo ha descrito Andrés Manuel López Obrador, y del perfil que guardan algunos de los funcionarios que el mismo procurador invitó a colaborar.
Entre ellos se encuentra, nada más ni menos, que el maestro Moisés Moreno Hernández, quien funge como subprocurador de Averiguaciones Previas de la dependencia judicial. Así, visto de lejecitos, y sin mayores datos, el nombre puede no decirle nada a usted, aunque algo se ha dicho ya de sus andanzas por los caminos de lo justicia.
Bueno, pues resulta que Moreno Hernández no es otro que aquel subprocurador de control de procesos de la PGR que acompañó al panista Antonio Lozano Gracia en su aventura por el mundo de los muertos a donde lo llevó La Paca, personaje, a quien usted recordará, y a quien ya reivindicó la picaresca mexicana.
Ese solo hecho, por los nexos panistas de Carlos Ahumada, ya daría en qué pensar, y ya se hizo público en varios espacios, pero no es todo, habría que recordar que Moreno Hernández está casado, hasta donde sabemos, con la jueza, María Elena Leguízamo, que ha amparado al mismo Carlos Ahumada, en contra de la actuación de la procuraduría en la que hoy trabaja su marido.
Todo esto no quiere decir, de ninguna manera que la PGJDF vaya a inclinarse en favor de Ahumada, y deje impunes los delitos por los que se le acusa, pero como ya sabemos que hay un expediente en su contra que aún no ha consignado la misma dependencia y quedó listo por parte del ex procurador Bernardo Bátiz.
El procurador actual explicó, ante la tardanza, que se hacen algunas investigaciones sobre el asunto, pero conforme pasa el tiempo el olor a carpetazo se hace cada vez más fuerte, y parecería que se apuesta al olvido para asestar el golpe de impunidad.
Son muchos los elementos que hacen suponer que desde la misma PGJDF, se podría proteger a Carlos Ahumada, pero es el mismo procurador quien ha señalado que no habrá impunidad en el caso. De cualquier forma las huellas del panismo en el dependencia, siguen alimentando la sospecha. Eso, que ni que. Ya veremos.
Tepito Sin Asegunes
En el barrio coreano de Tepito, hay que decir bien claro, las divisiones entre casi todos los que aún viven allí, y quienes han sido esclavizados por grupos de interés como los que, llegados de oriente, se apoderaron de buena parte del lugar e iniciaron la venta en gran escala de drogas, son, obviamente, muy profundas respecto de la expropiación que se hizo del edificio que se conoce como La fortaleza.
Quienes ahora viven esclavos de los coreanos, luchan cada día por salvar las bodegas y los talleres donde se reproducían películas y fonogramas porque no hay nada más en el horizonte de pobreza que les pinta la falta de oportunidades para sobrevivir, y salen a las calles a gritarle su enojo a Marcelo Ebrard a quien consideran su enemigo.
Ayer en Tlatelolco, sucedió algo así, pero quienes ven en la medida extrema tomada por el gobierno un beneficio, sean de Tepito, o no, acallaron las protestas con gritos de apoyo al jefe de Gobierno.
Sea como sea, lo que si deberá manifestarse, cuanto antes, sí es que existe, es el proyecto completo de lo que se quiere hacer con el barrio, primero para que los que viven en el lugar tengan certeza, y luego para acabar con los rumores de que se pretende extirpar a los verdaderos tepiteños de su lugar de vida. Por lo pronto Marcelo Ebrard aseguró ayer, con mucho énfasis, según nos cuentan, es que: "Contra Tepito, nada". Hay que tomarle la palabra.