Niegan vínculos con ETA; el juicio fue suspendido ayer y será reanudado el lunes
Presuntos autores de los atentados de 2004 en Madrid se declaran inocentes
Ampliar la imagen Dos presuntos autores de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid conversan en una sede de la Audiencia Nacional, en el contexto del juicio por esos ataques. Foto: Reuters
Ampliar la imagen Otros acusados por el mismo caso escuchan los cargos en su contra Foto: Reuters
Madrid, 16 de febrero. El juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en España, que se saldó con 191 muertos y mil 834 heridos, fue suspendido este viernes para el lunes después que los dos interrogados como presuntos autores intelectuales y uno de los autores materiales negaron tener relación con la matanza.
El presunto autor material de los atentados, el marroquí Jamal Zougam, el cuarto en declarar y el primero que aceptó contestar las preguntas de la fiscalía, declaró su inocencia y aseguró que dormía cuando se cometieron los ataques.
Poco antes fueron interrogados los presuntos autores intelectuales, Hassan Haski y Youssef Belhadj, quienes también negaron cualquier vínculo con los ataques o con los procesados en este juicio que inició la víspera en la Audiencia Nacional.
El juicio por el peor ataque terrorista en España, por el que están acusados 29 personas, entre ellos Rabei Osaman Sayed, alias Mohamed el Egipcio, se lleva a cabo en medio de fuertes medidas de seguridad y la presencia de 600 medios de comunicación extranjeros.
Según la reconstrucción de los hechos realizada por los servicios policiales españoles, Belhadj y Haski fueron dos piezas clave en la preparación y ejecución del atentado. La fiscalía los sitúa en la autoría intelectual del atentado, al estar vinculados a la red Al Qaeda y al Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes, las dos organizaciones que los servicios de espionaje del mundo vinculan a la matanza de Atocha.
Su participación en el atentado fue tanto a nivel de financiación como por medio de la formación y preparación de la célula que perpetró la acción.
La versión que defiende el juez instructor del caso, Juan del Olmo, señala a Belhadj, marroquí de 31 años, como el representante de Al Qaeda que viajó a España en febrero de 2004 para dar las últimas instrucciones antes de llevar a cabo el atentado, así como uno de los tres milicianos islámicos que reivindicaron el atentado en un video, quienes a pesar de vestir con pasamontañas fueron reconocidos por su voz.
Después de varias horas de interrogatorios por parte de su abogado, Belhadj rechazó cualquier relación con Osama Bin Laden y con una supuesta instrucción en campos de mujaidines en Afganistán, así como la de tener cualquier tipo de vínculo con miembros de ETA, tal y como pretenden demostrar algunos medios conservadores españoles y el derechista Partido Popular (PP).
El jefe de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, llamó a continuación a Haski, quien también se negó a responder a las preguntas de la fiscal y de los abogados de la acusación particular. Haski sí respondió a su abogado para negar su relación con la masacre y negar la existencia del Grupo Islamista de Combatientes Marroquíes, al asegurar que es "una organización ficticia", y también rechazó su presunta vinculación con ETA.
De los tres imputados que comparecieron en el macrojuicio, el único que accedió a responder a las preguntas de la fiscal y de los abogados fue Jamel Zougam, considerado autor material de la matanza. Este ciudadano marroquí fue identificado por varios testigos en uno de los "trenes de la muerte", asimismo se probó que las tarjetas telefónicas de los celulares que sirvieron como detonadores de las bombas fueron vendidas por el locutorio que regentaba en el barrio madrileño de Lavapiés y, por último, que desde hace años diversos servicios de espionaje le relacionan con grupos islámicos radicales.