Los vinculan con servicios de inteligencia de EU y GB
Arresta Irán a 65 acusados de apoyar ataque a Guardianes de la Revolución
Teherán, 16 de febrero. Irán arrestó a 65 hombres acusados de haber cooperado en un ataque con explosivos contra un autobús de los Guardianes de la Revolución, perpetrado el miércoles pasado en la provincia de Sistan Baluchestan -en el sureste del país-, con saldo de 11 muertos.
El general Mohammad Ghafari, comandante de la policía local de Zahedan, la capital provincial, afirmó que los sospechosos tienen vínculos con los servicios de inteligencia británicos y estadunidenses, aunque el ataque fue reivindicado por la organización sunita Jundallah (Soldados de Dios).
Según la agencia Afp, el gobierno de Irán ha dicho que Jundallah está ligada a la red Al Qaeda de Osama Bin Laden y le ha culpado de otros hechos violentos en la zona fronteriza con Pakistán.
Irán también ha acusado a Gran Bretaña y Estados Unidos de apoyar a los rebeldes de etnias minoritarias.
Antes de las detenciones de este viernes, las autoridades iraníes dieron cuenta de la captura de otros cinco sospechosos.
También en Zahedan, a las 10 de la noche de este viernes, estalló otra bomba en la localidad, pero esta vez en una escuela que se encontraba vacía.
La explosión provocó una movilización de agentes policiales, que pocos minutos después se enfrentaron con sujetos armados, sin que se haya conocido de bajas en alguno de los bandos.
Mientras, en Washington, el Departamento del Tesoro anunció haber congelado los bienes de tres empresas iraníes sospechosas de "apoyar la proliferación de armas de destrucción masiva".
Las tres firmas son Kalaye Electric, Kavoshyar y Pioneer Energy Industries, precisó el Tesoro en un comunicado.
"El Tesoro tomó esa decisión para impedir que Irán tenga acceso a materiales y servicios que alienten sus ambiciones nucleares", aseveró Stuart Levey, subsecretario del Tesoro.
"Este bloqueo es coherente con nuestras obligaciones internacionales bajo los términos de la resolución 1737 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", agregó.
El Tesoro anunció el 9 de enero la congelación de los activos del banco público iraní Sepah en suelo estadunidense y prohibió toda transacción a entidades de su país con dicho establecimiento, bajo el argumento de que la institución solventa compras militares.
Previamente, a principios de septiembre de 2006, el Tesoro comunicó el corte de toda relación entre el sistema financiero estadunidense y otra institución iraní, el banco Saderat, acusado de "apoyar actividades terroristas", en especial del grupo libanés Hezbollah.
A consecuencia de esa decisión del Tesoro, Irán interpuso una queja ante el Fondo Monetario Internacional.