Los espías serán juzgados en rebeldía por el plagio en 2003 del imán egipcio Abu Omar
Abre la justicia italiana el primer juicio a 26 agentes de la CIA por secuestro
También será procesado por complicidad Nicolo Pollari, ex jefe del servicio secreto militar italiano
Sufrió torturas en prisión, acusa el clérigo; planea demandar al ex primer ministro Silvio Berlusconi
Ampliar la imagen El fiscal Armando Spataro dialoga con periodistas en su oficina del tribunal de Milán. Foto: Ap
Ampliar la imagen Pacifistas italianos se manifiestan con una manta que dice "Ninguna base de guerra, paz en esta tierra", colocada en un lugar contiguo al sitio donde se pretende construir una base militar estadunidense cerca del aeropuerto Dal Molin, en el distrito industrial de Vicenza Foto: Ap
Milan, 16 de febrero. La justicia italiana decidió este viernes abrir el primer juicio contra 26 agentes de la estadunidense Agencia Central de Inteligencia (CIA) y un ex jefe del servicio secreto militar italiano por el secuestro ilegal, en febrero de 2003, de un imán egipcio sospechoso de terrorismo.
La jueza para las audiencias preliminares de Milán, Caterina Interlandi, decidió que existen suficientes elementos para procesar en rebeldía a los agentes de la agencia estadunidense.
Además, la magistrada estableció que el ex general Nicolo Pollari, ex jefe del servicio de inteligencia militar italiano (SISMI), deberá comparecer ante el tribunal por estar involucrado en el secuestro ilegal del religioso.
El imán Abu Omar, de nacionalidad egipcia, cuyo nombre real es Nasr Osama Mostafa Hassam, de 44 años, fue secuestrado en una calle de Milán el 17 de febrero de 2003 y trasladado por la CIA a una prisión de El Cairo, de la que fue liberado luego de casi cuatro años de reclusión.
Es la primera vez en que la controvertida política estadunidense de lucha contra el terrorismo -presentada por el presidente George W. Bush luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington- es llevada ante los tribunales en Europa.
Entre los 26 agentes estadunidenses acusados por la justicia italiana figura Robert Seldom Lady, cónsul entonces en Milán y jefe de la CIA en Italia, cuyos movimientos fueron reconstruidos por la fiscalía sin problema al seguirle la pista a los teléfonos celulares que se utilizaron entonces.
El caso es estudiado por el Consejo de Europa y en particular por el parlamentario Dick Marty, quien denunció los vuelos secretos de la CIA en ese continente.
Además del jefe del SISMI, el número dos del servicio secreto, Mario Mancini, jefe del contraespionaje, se encuentran entre las personas implicadas.
El religioso egipcio era investigado por terrorismo internacional y por pertenecer a una célula extremista islámica tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El imán fue conducido por los agentes secretos a la base militar estadunidense de Aviano, en el norte de Italia, donde fue interrogado varias horas, golpeado y después enviado en un vuelo ilegal a El Cairo, donde Omar sostiene que fue torturado.
Se trata de la primera vez que un número tan alto de agentes de la CIA será procesado en rebeldía (en ausencia) en Italia.
En total 35 personas serán juzgadas, entre ellas 32 por secuestro y tres por complicidad. La primera audiencia del juicio fue fijada para el 8 de junio.
El general Pollari, de 63 años de edad, siempre ha negado saber de esa operación de secuestro y a menudo se ha escudado tras el secreto de Estado cuando ha sido interrogado por los jueces o los diputados de la comisión parlamentaria de investigación, constituida especialmente para aclarar este delicado asunto.
Las confesiones de varios funcionarios del SISMI revelaron una colaboración activa del servicio con un comando de la CIA en el secuestro del imán, lo que el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi y Nicolo Pollari siempre han desmentido.
El proceso judicial en rebeldía, como permite la ley italiana, puede tensar aún más las relaciones entre el gobierno italiano de centroizquierda y la administración conservadora del presidente George W. Bush, que atraviesan un momento delicado por fricciones en el campo de la política exterior, según varios analistas.
Por su parte, los representantes de los agentes de la CIA afirman que gozan de inmunidad diplomática, y su gobierno se niega además extraditarlos a Italia.
De todos modos, el gobierno italiano de Romano Prodi se resiste también a pedir su entrega, para no dañar más las deterioradas relaciones con Washington.
Abu Omar, quien permanece en Egipto, afirma que fue torturado y que planea demandar al ex primer ministro Berlusconi.
El clérigo señaló que no está autorizado para hablar con los medios de comunicación, porque lo han amenazado con volver a encarcelarlo si lo hace, pero al parecer podría volver a Italia para testificar en el juicio.
El mayor obstáculo para proseguir el juicio es el recurso presentado ante la Corte Constitucional por Prodi, quien argumentó que varios puntos del sumario vulneran el secreto de Estado y que la fiscalía violó sus derechos al escuchar las llamadas telefónicas de agentes secretos italianos.
La Corte Constitucional deberá fallar en varias semanas y si el recurso es aceptado el juicio tendrá que ser aplazado.
En un caso relacionado con el secuestro, el gobierno suizo autorizó el pasado miércoles el inicio de "investigaciones criminales" contra los responsables del plagio debido a que el vuelo que llevó al religioso a Egipto atravesó el espacio aéreo de Suiza al encaminarse primero a Alemania.
Esta semana, el Parlamento Europeo emitió un informe crítico con los gobiernos de más de 10 países del continente -entre ellos Gran Bretaña, Italia y Alemania- por encubrir vuelos secretos de la CIA con presuntos terroristas.
Según el informe, que recoge una investigación de más de un año realizada por un comité especial del Europarlamento, volaron sobre territorio europeo o hicieron escalas en el continente al menos mil 245 vuelos operados por la CIA después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.