El ex secretario está acusado de tráfico de influencias por aceptar cargo en HSBC
La española Telefónica nombra a Gil Díaz representante en México
La próxima semana la firma realizaría aquí sesión extraordinaria para formalizar la designación
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Francisco Gil Díaz, en imagen de archivo
Foto: María Luisa Severiano
Acusado de tráfico de influencias y conflicto de intereses por emplearse como consejero independiente del grupo financiero inglés HSBC, Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda durante el gobierno pasado, fue nombrado para representar en México los intereses de la multinacional española de las telecomunicaciones Telefónica, el competidor más cercano de Telmex en el ramo.
Unas semanas antes de dejar el cargo de secretario de Hacienda, que ocupó de diciembre de 2000 a noviembre de 2006, Gil Díaz pidió que el gobierno federal exigiera un pago a Teléfonos de México -empresa a la que ahora enfrentará en el terreno de la competencia por el mercado nacional- si quería participar en actividades diferentes a la de telefonía.
Un comunicado de prensa emitido por Telefónica este viernes en Madrid, España, confirmó la especie que durante dos semanas circulaba en medios empresariales de México: que Gil Díaz regresaría a la industria de telecomunicaciones, en la que ya dirigió -hasta noviembre de 2000- la firma Avantel, cuando era propiedad de Banamex y este banco era controlado por Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú.
"La comisión delegada del Consejo de Administración de Telefónica SA, en su reunión celebrada en el día de hoy (en Madrid), ha acordado, previo informe favorable de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno, recomendar al Consejo de Administración de Telefónica Móviles México SA de CV el nombramiento de Francisco Gil Díaz como presidente de dicha compañía", indicó el comunicado.
Fuentes de la empresa española citadas por la agencia Efe dijeron que es probable que la próxima semana se realice en México una sesión extraordinaria del consejo de administración de Telefónica Móviles para formalizar el nombramiento del ex secretario de Hacienda.
Gil Díaz, de acuerdo con otras versiones, será responsable de la planeación estratégica de la filial mexicana de la firma española.
Varias investigaciones abiertas
El 2 de enero pasado, a un mes de dejar de cobrar como secretario de Hacienda, Gil Díaz comenzó a prestar su servicio a la multinacional financiera Hong Kong Shangai Bank (HSBC), que en México tiene una filial supervisada por órganos en los que el titular de Hacienda funge, por ley, como presidente.
La ley que regula la actividad de los servidores públicos establece limitaciones para que un funcionario preste, antes de un año, sus servicios a firmas privadas a las que haya supervisado directamente o hayan tenido alguna relación con la dependencia que encabezó.
Los abogados de Gil Díaz, dado que el funcionario no ha considerado pertinente dar una explicación directa a los contribuyentes que pagaron su salario durante seis años, han argumentado que el ex secretario de Hacienda es un empleado de la matriz de HSBC y no de la filial de ese grupo en México. El cargo oficial de Gil Díaz en HSBC es "consejero independiente".
El ex titular de Hacienda, quien como director de Avantel fue un persistente impugnador en los tribunales de regulaciones relacionadas con el sector de telecomunicaciones con el fin de obtener ventajas para la compañía que dirigía, enfrenta varios procesos administrativos y legales a raíz de que aceptó ofrecer su conocimiento al grupo financiero inglés.
El 10 de enero, la Secretaría de la Función Pública abrió una investigación administrativa para determinar si violó la ley de servidores públicos; el Partido de la Revolución Democrática en el Distrito Federal lo denunció ante la Procuraduría General de la República por tráfico de influencias (por el mismo asunto de HSBC). Una investigación relacionada con el mismo hecho está abierta en el Congreso y varios grupos de ciudadanos se han apersonado en diversas instancias del Ministerio Público para pedir una investigación al ex funcionario.
En septiembre de 2006, a dos meses de concluir la administración en la que fue secretario de Hacienda, Gil Díaz expresó por escrito a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que Teléfonos de México debería pagar una contraprestación al Estado si quería participar en actividades diferentes al servicio de telefonía, establecidas en su título de privatización.
El comunicado de Telefónica Móviles no especifica la fecha en que comenzó la negociación para que Gil Díaz se convirtiera en el representante de la firma española en México.
La reincorporación del ex funcionario a la industria de las telecomunicaciones ocurre en un momento en que el sector experimenta una dinámica transformación derivada del cambio tecnológico y de una nueva legislación que permitirá a las empresas ofrecer al mismo tiempo servicios de telefonía, transmisión de datos y televisión, una modalidad conocida en la actividad como triple play.
En los últimos cuatro años, el crecimiento del producto interno bruto de las telecomunicaciones fue 4.5 veces mayor al del conjunto de la economía, una muestra de la riqueza que se está generando en el sector, crucial para el funcionamiento de una economía en la actualidad.
Alrededor de 42 millones de teléfonos celulares funcionan en México, de los que 78 por ciento son operados por Telcel, empresa del magnate Carlos Slim. Telefónica tiene poco más de 10 por ciento del mercado.