No habrá cacería de brujas en el partido, sostiene Jesús Ortega
"Autocrítica" de Nueva Izquierda se centra en errores de AMLO y el PRD
La campaña de 2006 dejó fuera a las clases medias, jóvenes y pequeños empresarios, dice
Ampliar la imagen Agrupar a la sociedad civil, la sugerencia de Luis Villoro Foto: José Carlo González
La corriente Nueva Izquierda, del PRD, comenzó ayer su primer congreso nacional, con una "autocrítica" a la actuación partidista en las elecciones de julio del 2006; en la reunión se dijo que haber centrado "demasiado" el esfuerzo político en el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, y los errores de estrategia del propio tabasqueño fueron factores que llevaron a la derrota.
En el discurso de apertura, leído por el senador René Arce Islas, Nueva Izquierda advierte que "no se puede pasar por alto" que la campaña de López Obrador tuvo como base la reivindicación de los pobres, "causa siempre justa y atendible", pero no supo llegar a otros sectores como las clases medias, jóvenes y los pequeños y medianos empresarios, "que esperaban también una propuesta que los abarcara".
No se le dio la debida importancia a los grandes empresarios, porque "no todos ellos son corruptos" , además de que en la campaña de López Obrador se privilegiaron "ciertos puntos de la geografía del país" y se descuidó reforzar la presencia en la región norte, lo que habría sido fundamental para expandir el voto a favor del PRD, recalcó el legislador.
Dijo luego que México requiere de "una izquierda moderna y reformista", que pueda captar las inquietudes y aspiraciones de sectores con los que hasta ahora no se ha tenido contacto, lo que implica una transformación profunda.
"No podemos quedarnos en la estrategia de la barricada, en la que se mantiene el enfrentamiento permanente con los adversarios", porque "esa estrategia termina por aislar e incomunicar a sus practicantes", agregó el senador Arce.
Sostuvo que Nueva Izquierda no pretende excluir a nadie, sino incorporar: "en todo caso, lo que deseamos es poner en claro la alternativa que representamos y someterla al juicio de las demás fuerzas políticas y de los ciudadanos para su discusión," agregó, acompañado por legisladores y cuadros políticos destacados de esa corriente, entre ellos Jesús Ortega, Jesús Zambrano, el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, y el líder de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Víctor Hugo Círigo.
En la sesión de ayer, y con ánimo de abrir el debate al exterior, el congreso de Nueva Izquierda incluyó una conferencia magistral del filósofo Luis Villoro, quién resaltó que el PRD no siempre ha tenido una posición consistente de izquierda, como lo demuestra el intento de apoyar la candidatura de la panista Ana Rosa Payán, en Yucatán.
Hubo además dos mesas redondas; en una de ellas el ex presidente del IFE José Woldenberg, el ex priísta Agustín Basave y el doctor José Fernández Santillán disertaron sobre "los caminos de la izquierda" y respondieron a la interrogante del senador Carlos Navarrete, sobre el futuro del PRD si se refugia sólo en el terreno de los enojados, ese 18 por ciento de los mexicanos -entre ellos el voto duro del partido-, que está aún indignado por el fraude del 2 julio y no ve bien las alianzas en el Congreso, porque considera que con ello fortalecen a Felipe Calderón.
En la encrucijada
Navarrete retomó la esquematización entre "enojados y esperanzados" que hizo Basave y dijo que conocen muy bien a ese sector "frustrado porque nos quedamos a poco más de medio punto de la Presidencia de la República". Son aquellos militantes, detalló, que les celebran la toma de la tribuna del Congreso y les piden apretar fuerte, no dar cuartel y no aceptar nada.
Frente a ellos, recalcó, están los esperanzados, los que quieren que se llegue a acuerdos legislativos para que el país avance y que se están alejando del PRD, agregó Navarrete, e hizo notar que están perdiendo esa preferencia electoral de 35 por ciento que lograron en julio pasado y por ello se deberá dar un intenso debate sobre el papel de la izquierda en el Congreso. La respuesta, aclaró, no puede ser intramuros o entre perredistas y por ello "se abrió el abanico" a otras opiniones.
Malos consejeros
Los ponentes coincidieron en que el PRD debe seguir por la vía institucional. Basave resaltó que López Obrador logró el respaldo popular, no por las tomas de calles, sino por su actuación como jefe de Gobierno.
Woldenberg citó a Carlos Marx, "cuando a la izquierda francesa de su época le decía: se comportan en el Congreso como si estuvieran en las calles y cuando salen a las calles quieren que los respeten como si estuvieran en el Congreso".
El ex presidente del IFE consideró que una política obstruccionista en el Congreso lo único que le daría al PRD son pérdidas, ya que no es mayoría en las cámaras. Además, añadió, el enojo y la rabia son malos consejeros para un partido que por la vía institucional y electoral busca ganar.
Por su parte, Villoro destacó la necesidad de un amplio frente de izquierda, que agrupe a movimientos indígenas, como el zapatismo, la APPO y otras expresiones de la sociedad civil. En ese sentido, el subcomandante Marcos tendría que mostrar mayor interés por acercarse a ese intento de convergencia.
En entrevista, Jesús Ortega dijo que el PRD requiere una profunda reforma en todos los ámbitos, para recuperar los principios de honradez y solidaridad que poco a poco han sido sustituidos por objetivos individuales. Aclaró que no hay intención alguna de iniciar una cacería de brujas, ni de alcanzar la supremacía en el partido y menos de deslindarse de López Obrador.