Capacitará la DEA a personal mexicano en el uso de equipo proporcionado por EU
Lega la PGR diezmada flota aérea antinarco
La agencia estadunidense incrementará el número de elementos en territorio nacional
En el combate al narcotráfico, mientras la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) incrementará su número de elementos en territorio mexicano y los distribuirá en Tijuana, Distrito Federal, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Cancún y Guadalajara, para realizar labores de inteligencia, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal rediseña los esquemas de intercepción aérea pero, de las naves que le fueron transferidas de la Procuraduría General de la República (PGR), apenas 10 están en condiciones de volar, revelaron fuentes gubernamentales.
De acuerdo con los funcionarios entrevistados, como parte de los acuerdos de colaboración alcanzados en semanas recientes entre autoridades de ambos países, el pasado fin de semana un grupo de estadunidenses se reunió en el hangar de la PGR en Guadalajara con funcionarios mexicanos para tratar temas de intercepción; sin embargo, los más de 300 empleados de la procuraduría que participaban hasta noviembre pasado en esas tareas siguen sin laborar.
En ese contexto, las tareas de erradicación ya fueron restadas a la PGR de manera definitiva, y todas las aeronaves que se tenían para ese fin fueron transferidas a la Secretaría de Defensa Nacional, aunque pilotos, mecánicos y supervisores de la PGR fueron notificados que ahora forman parte de la plantilla de la SSP.
Funcionarios de la PGR y de la SSP que fueron consultados mencionaron que la DEA incrementará el número de agentes en México, con el propósito de contar con mayor y oportuna información de los distintos cárteles, desde las zonas donde se considera que existen rutas de trasiego tanto hacia territorio mexicano como estadunidense y centros de mando.
Según las versiones recogidas, el planteamiento no es que sean propiamente ciudadanos estadunidenses los que realicen el trabajo para la DEA, pero sí que dependan de manera directa de los agentes acreditados ante el gobierno mexicano.
Por lo que se refiere a las tareas de intercepción de aeronaves cargadas de droga, los funcionarios mexicanos no sólo recibirán cursos de capacitación de acuerdo con las perspectivas de los estadunidenses, sino también adiestramiento en el manejo de equipo que para tal fin proporcionará el gobierno de Estados Unidos.
Se debe recordar que desde el 28 de noviembre de 2006 la PGR determinó suspender todas sus operaciones de erradicación e intercepción, ya que en el nuevo esquema de combate al narcotráfico planteado por el gobierno de Felipe Calderón la captura de aeronaves con droga debía transferirse a la Policía Federal Preventiva, al sumarse la Agencia Federal de Investigación a la SSP.
La PGR contaba con alrededor de 30 naves para intercepción, no obstante, de acuerdo con las fuentes consultadas, apenas 10 estarían operables, por lo que se ordenó una revisión técnica de todo el equipo, y para reiniciar con la detección de naves ilícitas en el espacio aéreo mexicano, la SSP colocará transponer (sistemas de localización satelital) en cada una de ellas para evitar que sean utilizadas para actividades distintas a las encomendadas.
La colocación de estos mecanismos, señalaron las fuentes consultadas, es porque se detectó que en algunos casos las naves que fueron de la PGR sirvieron para transportar cargas ilícitas o realizar vuelos irregulares sin control alguno.
En tanto, por lo que respecta a cuestiones de erradicación, entre viernes y lunes pasados al menos una decena de pilotos que habían permanecido sin actividad fueron enviados a la Base Aérea de la PGR en Chilpancingo, Guerrero, para trasladar el mismo número de helicópteros a la ciudad de Guadalajara, para su revisión.
Por lo que hace al personal de erradicación e intercepción, alrededor de 800 empleados de base de la PGR, diariamente deben acudir a instalaciones de la SSP a pasar lista, pero hasta el momento no han sido informados de su situación laboral, ni tampoco si serán objeto de exámenes de confianza para desempeñar sus actividades en los nuevos esquemas de combate al narcotráfico.