Pide apoyo a gobernadores para poner orden, "o el país no saldrá adelante", advierte
Insostenible, el deterioro de la seguridad en México: Calderón
Orgulloso de operativos antinarco, minimiza demandas de la Conago sobre temas hacendario y electoral
Anuncia iniciativas para una "modificación integral" del sistema de procuración e impartición de justicia
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón durante la apertura del encuentro de la Conago. Lo acompañan los gobernadores de Tlaxcala, el panista Héctor Ortiz Ortiz, y de Tabasco, el priísta Andrés Granier Melo Foto: Notimex
Tlaxcala, Tlax., 16 de febrero. Para recuperar la seguridad del país, el presidente Felipe Calderón pidió el apoyo de los gobernadores, a quienes les advirtió sobre la necesidad de "poner la casa en orden" y trabajar unidos, sin diferencias partidistas, regateos ni ambigüedades.
En el contexto de la 31 reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), anunció que próximamente presentará un paquete de reformas constitucionales y legales en materia de seguridad, en el que propondrá una "modificación integral" al sistema de procuración e impartición de justicia.
Protegido por un dispositivo de seguridad que convirtió el palacio de gobierno estatal en un búnker, expuso que este apoyo debe darse sin titubeos, porque la alternativa es muy clara: "o restablecemos el orden y las condiciones mínimas de seguridad, o México no saldrá adelante".
Fue su primer encuentro con los integrantes de la Conago en su calidad de Presidente de la República. Primero desayunó con mandatarios de PAN, PRI y PRD, y luego, flanqueado por su anfitrión, el gobernador panista de Tlaxcala, Héctor Ortiz Ortiz, y por el de Tabasco, el priísta Andrés Granier, posó para la fotografía oficial.
En las imágenes que se difundieron por medio de un sistema de circuito cerrado de televisión -dado que la prensa no tuvo acceso al interior del edificio-, se pudo ver a Calderón sonriente, saludando a los mandatarios que se le acercaban, como el de Tamaulipas, el priísta Eugenio Hernández Flores, y el panista Marcelo de los Santos, de San Luis Potosí.
A pesar de que en la inauguración del encuentro de la Conago los mandatarios estatales -en voz de Ortiz Ortiz- plantearon una amplia agenda de temas, que implican reformas en los ámbitos hacendario, judicial, electoral, social, de gobierno y constitucional, el michoacano dedicó la mayor parte de su discurso a la seguridad, y sólo al final habló brevemente de algunos asuntos expuestos.
De entrada, argumentó que su gobierno ha dedicado la mayor atención a este problema, porque las condiciones de seguridad del país llegaron a un "deterioro insostenible".
Empeñado en convencerlos de que esa es la prioridad, advirtió que de nada servirán las magníficas condiciones que ellos están ofreciendo para la inversión si prevalece una percepción de inseguridad en el país.
Más aún -expuso- cuando los criminales no detienen su actuar en las actividades tradicionales; no es el mero trasiego de drogas a Estados Unidos, sino ahora un esfuerzo deliberado por provocar la adicción de niños y jóvenes, con el objeto de crearles dependencia.
Al presentar su propio balance sobre los 78 días que lleva en el gobierno, señaló que está avanzando en los objetivos que se propuso, "dando pasos contundentes" para cerrar el paso a la criminalidad.
Frente a los integrantes de la Conago, se enorgulleció de que mediante los operativos ha logrado recuperar condiciones mínimas de seguridad y tranquilidad para los ciudadanos en varias regiones del país: "el Estado tomó el control territorial, enviando una señal de compromiso con los mexicanos".
Por eso, prometió que no cederá en esta batalla, dejando en claro que el Estado es más fuerte que cualquier organización criminal y aplicando todo el peso de la ley a quienes amedrentan a los mexicanos.
Deja tareas a los gobernadores
Después, pidió a los gobernadores "aprovechar" este entorno para poner la casa en orden en todo el país: en la Federación, en los estados y en los municipios, para lo que les planteó una serie de tareas: poner en marcha programas preventivos, sobre todo en adicciones; generar una nueva cultura de la legalidad y aplicar avances tecnológicos en las labores policiacas y de inteligencia.
Reconoció que aún quedan pendientes asuntos fundamentales, como la modernización del sistema de administración y procuración de justicia; la coordinación de los cuerpos policiacos, particularmente federales; el otorgamiento de facultades de investigación a las policías y el establecimiento de garantías para las víctimas de los delitos y para quienes los denuncian.
Fue cuando adelantó que próximamente el Ejecutivo enviará un paquete de iniciativas de reformas legales y constitucionales que -dijo- resultan inaplazables. "Yo les pido su apoyo para esta materia fundamental; no podemos permitirnos titubeos ante el avance de nuestros enemigos comunes: el crimen organizado y la inseguridad", insistió.
Sólo al final de su mensaje se refirió brevemente a la larga lista de preocupaciones que habían expuesto los gobernadores. Sobre la reforma hacendaria, ofreció tomar nota de sus inquietudes en cuanto a transformar la distribución y generación de ingresos públicos entre el gobierno y las entidades.
También refrendó su disposición a escuchar y analizar sus planteamientos en asuntos de "importancia", como el fortalecimiento de las estructuras de protección civil, el abatimiento del analfabetismo, el avance hacia la cobertura universal de salud, comenzando por el fortalecimiento del seguro médico y la ampliación del seguro para los niños nacidos en su sexenio.
"Que se implante ya la justicia fiscal"
Minutos antes, si bien Ortiz Ortiz expresó la solidaridad de los gobernadores en la lucha contra el crimen organizado, también planteó que se proponen participar en otros temas de la reforma del Estado y de la agenda nacional, y puso énfasis en que se implante "ya la justicia fiscal"
Así, el mandatario tlaxcalteca reconoció que existen diferencias e inercias que obstaculizan la consolidación democrática, pero señaló que "no son insuperables", y por eso se requiere diseñar nuevos principios y reglas para el desarrollo político institucional.
Como parte de la agenda de preocupaciones de los mandatarios locales, planteó la conveniencia de emprender un paquete de reformas que sirva para reflejar en la ley el nuevo arreglo político institucional, impulsar los programas sociales y hacer una mejor distribución del ingreso nacional entre los niveles de gobierno.
En el último punto, señaló la necesidad de que haya procedimientos más transparentes en las participaciones y aportaciones, pero que al mismo tiempo implique el compromiso de mejorar y elevar la recaudación, así como modernizar los demás aspectos de la hacienda pública.