Eduardo Matos dirige visita por el centro ceremonial
El Templo Mayor resume la dualidad vida-muerte
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Matos Moctezuma durante el recorrido por el Templo Mayor
Foto: Cristina Rodríguez
La historia del Templo Mayor es la dualidad de la vida y la muerte, la de los dioses y mitos encabezados por Tláloc y Huitzilopochtli, cuya esencia aún emerge de las ruinas del antiguo centro ceremonial mexica.
Así lo detalló Eduardo Matos Moctezuma durante un recorrido que se inició por la zona arqueológica, prosiguió por el Museo del Templo Mayor y finalizó con una explicación frente a los murales de Diego Rivera en Palacio Nacional, lugares que sirvieron para que el investigador emérito trasladara siglos atrás a más de 30 personas sin enumerar a espontáneos invitados a la antigua ciudad de México-Tenochtitlan.
Flor y canto del México prehispánico fue el título del recorrido encabezado este domingo por Matos Moctezuma en el contexto del ciclo Lecturas de la ciudad: Paseos literarios, organizado por la Coordinación Nacional de Literatura, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
La historia de la gran Tenochtitlan y de la Conquista, los hallazgos arqueológicos, la escultura y arquitectura prehispánica, además de mitos y símbolos que envuelven la fundación del Templo Mayor fueron pormenorizados y ejemplificados de la manera más simple y didáctica: detallados por un experto frente a los mismos vestigios, aderezados con poemas nahuas.
Las etapas constructivas del Templo Mayor, las esculturas descubiertas, La Casa de las Aguilas edificación que a decir de Matos debería llamarse La Casa de la Muerte, porque ahí habitaban los guerreros mexicas y han sido descubiertas ahí piezas dedicadas a Mitlantecuhtli (dios de la muerte y del inframundo), además de variadas referencias a templos, así como a la extensión de plataformas y escalinatas del centro ceremonial, fueron el referente de Matos Moctezuma para abundar sobre la zona que conoce de manera profunda.
Lugar de dioses
"El Templo Mayor era un lugar pleno de sacralidad por donde se ascendía a los niveles celestes, se bajaba al inframundo y de él partían los cuatro rumbos del Universo", señaló
Dioses, ofrendas, sacrificios y la forma en que los mexicas se acercaron a otras culturas, como la teotihuacana o tolteca para pulir objetos y edificaciones, además del control tributario que ejercieron sobre otras regiones, nutrieron la exposición-recorrido que Matos guió durante más de tres horas el centro ceremonial.
El arqueólogo explicó que el monolito de Tlaltecuhtli, hallado en octubre pasado, aún no tiene fecha para que sea removido de su lugar original, "aunque se espera sea relativamente pronto".
Agregó que los restauradores se mantienen supervisando la primera parte del proceso, que es la estabilización de los pigmentos, y después proseguirán con el movimiento de los fragmentos en que se encontró a la deidad de la tierra, que podría ser la lápida del rey Ahuízotl y continuar con la excavación.
"Mientras no se mueva, es muy difícil hacer algo bajo la piedra; habrá que esperar eso para estar en condiciones de proseguir la investigación."
Sobre los trabajos en el Centro Cultural España, dijo que hasta ahora han sido descubiertos elementos coloniales y prehispánicos, que serán más prolíficos cuando los especialistas excaven dos metros en lo que fue un espacio más de la plaza principal del gran recinto ceremonial.