Elevada abstención en consulta sobre el aborto en Portugal
Lisboa, 11 de febrero. El primer ministro portugués, José Sócrates, dijo que en Portugal "el aborto dejará de ser un crimen" durante las primeras diez semanas de gestación, tras la victoria del sí en un referéndum realizado hoy sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, aunque la alta abstención de 56.39 por ciento convierte la consulta en no vinculante, por lo que su aprobación en el Congreso se ve amenazada.
"Nuestro deber es respetar la voluntad de los portugueses", subrayó Sócrates durante una rueda de prensa luego de conocerse los resultados definitivos de la consulta, que dieron al sí 59.3 por ciento de votos, contra 40.8 para el no, con lo cual las mujeres tendrán la libertad de elegir si interrumpen su embarazo en el curso de ese periodo, si la iniciativa es sancionada por el Congreso.
Pese a la que la abstención fue mayor a 50 por ciento de los 8.7 millones de electores, Sócrates, también líder del Partido Socialista (PS), calificó el resultado de "un avance para Portugal, que dio un paso hacia las sociedades europeas más modernas, más desarrolladas y abiertas".
De acuerdo con la ley portuguesa, el resultado de un referéndum sólo es vinculante cuando la participación supera 50 por ciento, porcentaje que no se logró al llegar solamente a 43.60 por ciento.
No obstante, Sócrates indicó que la participación ciudadana "fue mucho más alta que en 1998", cuando la abstención, durante una consulta sobre el tema, se ubicó en 68.11 por ciento.
Este referéndum "no es una derrota porque lo único que deseamos es avanzar para combatir el aborto clandestino", dijo, y añadió que la nueva ley que será debatida en el Parlamento "debe respetar el resultado de la consulta".
Los portugueses respondieron sí o no a la pregunta: "¿Concuerda con la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo si ésta se realiza por opción de la mujer en las 10 primeras semanas en un establecimiento de salud legalmente autorizado?"
Sócrates adelantó que la nueva legislación, que se espera antes del fin de la actual legislatura, en julio de este año, contemplará en especial que la mujer debe hacer una "profunda reflexión" antes de tomar la decisión de abortar.
De esta forma, el gobernante salió al paso de interpretaciones de algunas organizaciones y de la Iglesia católica que se manifiestan abiertamente en contra del aborto.
Rechazo de la derecha
José Ribeiro e Castro, presidente del Centro Democrático Social (CDS), un pequeño partido de derecha nacionalista, que prometió que seguirá su lucha "por la defensa de la vida", dijo que votará en contra de las leyes que el gobierno prepara.
Pero el presidente del Partido Socialdemócrata (PSD), Luis Marques Mendes, expresó que pese a que el resultado no es jurídicamente vinculativo, debe ser respetado, aunque advirtió que "la nueva ley debe ser equilibrada".
La ley portuguesa, una de las más restrictivas de la Unión Europea, prevé actualmente penas de hasta tres años de cárcel para las mujeres que abortan, salvo en caso de violación, peligro para la vida de la madre o malformación del feto.