"Te nominan, te premian, pero por ser latino no te pasan en la televisión"
Maná declara boicot a los Grammy
La premiación pierde brillo ante una nueva generación de consumidores vía Internet
Ampliar la imagen La banda tapatía antes de la protesta contra los premios Grammy
Los Angeles, 9 de febrero. Artistas superconocidos en el mundo hispano por su música y sus ventas, como Ricardo Arjona, Julieta Venegas y Tego Calderón se alistan para competir por un Grammy en la gala anglosajona del domingo, donde Shakira es la única invitada a la transmisión en vivo, por lo que Maná vetará el espectáculo.
En la 49 entrega de los premios Grammy, como ya es tradición, se premian ni más ni menos que 108 categorías en una jornada eterna en el Staples Center de Los Angeles, donde la grandes estrellas que amenizan y compiten por los premios más importantes son la mejor reserva para las últimas dos horas de transmisión televisada: allí los músicos hispanoamericanos no entran.
"Los latinos merecemos aparecer igual que un japonés o un alemán o un inglés. Eso hay que decirlo, y no los desacredito pero sí digo que están en un error porque somos artistas que valemos y la gente nos quiere escuchar", dijo a la prensa mexicana el líder de la banda Maná, Fher.
Maná, la banda más popular en América Latina y España, anunció así que no irán el domingo a los 'Oscar de la música', dónde están nominados por Amar es combatir, en la categoría de mejor álbum de rock alternativo o urbano junto a Black guayaba, Lo demás es plástico); Tego Calderón, El subestimado; Calle 13, Calle 13, y Los Amigos Invisibles, Superpop Venezuela.
"No me late que te nominan, te premian, pero por ser latino no te pasan en la tele", agregó el cantante. Por ahora otros nominados latinos contactados por la AFP prefirieron reservarse sus opiniones sobre esta polémica en torno a los Grammy, que desde hace siete años tienen su versión latina en ceremonias realizadas en Miami, los Angeles o Nueva York, como la anterior en noviembre pasado.
Maná se encuentra precisamente en California, donde iniciará este fin de semana una gira que en el verano los llevará hasta España, tras cuatro años de ausencia, "y también por eso es que no iremos a los Grammy", exlicó a la AFP una portavoz de la productora, Angelo Medina, que trabaja con la banda.
La única que está invitada a pasar por la alfombra roja como nominada, además de subir a la misma tarima donde tocarán internacionales como Red Hot Chili Peppers y Police, es la colombiana Shakira.
La roquera de Barranquilla es la única que compité en una liza anglosajona por el Grammy a mejor interpretación pop en colaboración, por su éxito Hips Don't Lie junto al haitiano Wyclef Jean, tema que entonarán en el espectáculo televisado.
En esa contienda Shakira se medirá con grandes como Tony Bennett y Stevie Wonder por For Once In My Life, Mary J. Blige y U2 One, Sheryl Crow y Sting por Always On Your Side, y Nelly Furtado junto a Timberland en Promiscuous.
Tal como en años anteriores, en la categoría mejor disco pop latino competirán intérpretes de estilos diametralmente opuestos como Ricardo Arjona por su trabajo Adentro, Lo que trajo el barco de Obie Bermúdez, Individual de Fulano, Trozos de mi alma 2 de Marco Antonio Solis y Limón y sal de Julieta Venegas.
En la categoría mejor disco latino tropical entró el venezolano Oscar D'León por Fuzionando, quien competirá sólo con boricuas: Andy Montañez por Salsatón: salsa con reggaetón, Tito Nieves por Hoy, mañana y siempre, Gilberto Santa Rosa por Directo al corazón y Tiempo Libre por Shat You 've Been Waiting For/Lo que esperabas.
Pese al gran despliegue de estrellas, los premios Grammy han ido perdiendo su poder para influir en el mercado musical, en un momento en que llegó a la adultez una generación marcada por Internet y cuyo comportamiento como consumidor de música no tiene nada que ver con el de sus mayores.
La edición del año pasado de los Grammy registró una caída de audiencia de 10 por ciento en relación con la ceremonia 2005: el más flojo desde que la audiencia comenzó a medirse en 1977. En 1984, más de 50 millones de personas vieron la ceremonia, con un Michael Jackson que vivía la gloria.