Estudio de la UAM advierte sobre los riesgos a la salud
Detecan altos niveles de metales tóxicos en presa del río Lerma
Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) advirtieron sobre la presencia de altas concentraciones de metales tóxicos como cadmio, cobre, manganeso, plomo, zinc, arsénico, mercurio y bario en la presa José Antonio Alzate, del río Lerma, en Toluca, estado de México, debido a que los niveles son superiores al límite permitido en el caso del cadmio, cobre y plomo, convirtiendo la presa en un riesgo "latente" de salud pública y una pérdida ecológica importante, debido a la alteración de la calidad del sedimento y del agua de la principal presa de dicho cauce.
En un comunicado de prensa informaron que de acuerdo con resultados del estudio Movilidad de metales en sedimentos de la presa José Antonio Alzate en el Estado de México, realizado por especialistas de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería, la concentración de estos metales rebasa los criterios ecológicos de calidad del agua previstos en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y las normas internacionales.
El diagnóstico resultado del convenio firmado por la UAM con el Instituto Tecnológico de Toluca fue realizado en una extensión de aproximadamente 30 kilómetros y una profundidad de 2.8 metros, dimensiones de la presa Alzate, donde nace el río Lerma, y en cuyas inmediaciones están instaladas 2 mil 524 industrias.
Datos de la Red Nacional de Monitoreo de la Secretaría de Ecología del Estado de México destacan que 78 por ciento de los contaminantes lo generan las industrias, principalmente la alimentaria, cementera, química y automotriz.
El riego con esa agua afecta a sembradíos
Icela Dagmar Barceló Quintal, investigadora del Departamento de Ciencias Básicas y responsable del proyecto, aseguró que el burbujeo y la textura "babosa" presentes en el agua por la alta concentración de metales y gases demuestran el grado crítico de contaminación de la presa.
Destacó que el agua es utilizada para el riego de cultivos como el maíz, lo cual representa un problema de salud, pues el consumo de estos granos podría generar problemas gástricos como diarrea y cólera o incluso la muerte en la población más vulnerable, como niños y adultos mayores.
Por ello, consideró urgente que las autoridades de salud pública adopten medidas, ya que aun cuando se logre rescatar parte del río Lerma, el agua que se encuentra en éste no puede ser utilizada para el consumo humano.
El diagnóstico revela que los altos niveles de metales tóxicos alteró la temperatura del agua entre dos y tres grados centígrados; también la concentración de sales, minerales, oxígeno y ph (potencial de hidrógeno) del agua así como del sedimento, ocasionando la extinción de especies animales y vegetales como el plancton, el necton, los bentos y el neuston, encargando de limpiar el agua de forma natural.