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Niños ferales
De Rómulo y Remo a Tarzán
Mito y realidad de los salvajes
Ampliar la imagen Lupa falsificata
Ampliar la imagen El enigmático Kaspar
Hoy día no es fácil que la aparición de una mujer desnuda cause un revuelo mundial semejante al desatado por Rochom P'ngieng, la joven feral hallada el 13 de enero en la provincia camboyana de Ratanakiri. El desasosiego fue impulsado por una masa mediática que a últimas fechas tiene poco que decir o que ha perdido su capacidad de descubrimiento, pero que realizó, para la ocasión, una apuesta en firme: la fuerza simbólica del salvaje y su poder sobre el imaginario colectivo. El caso de Rochom es el más reciente en un patrón de hallazgos de seres humanos que crecen al margen de la sociedad, a merced de los elementos naturales. Para no remontarnos más lejos que se puede, tomemos el caso de Rómulo y Remo, los hijos gemelos engendrados por Marte y Rea Silvia y quienes, por órdenes de su tío Amulio, rey usurpador en Alma Longa, fueron puestos en una canasta y abandonados en las aguas del Tíber. Los bebés desembarcaron milagrosamente, sanos y salvos, a poca distancia, y fueron amamantados por una loba hasta que el pastor Fáustulo los halló, se hizo cargo de ellos, les puso nombre y el resto de la historia es tan conocida que no vale la pena repetirla. Ha de ser, desde luego, tan falsa como la Lupa Capitolina, célebre escultura que se conserva en el Palacio de los Conservadores: al parecer, la bestia es una legítima pieza etrusca del siglo V aC, pero los muñecos que le chupan las ubres son un añadido magistral del XV dC. Hace unos días fue descubierta la cueva en que la loba se llamaba Luperca, por cierto daba de comer a los fundadores de Roma. De allí podemos brincarnos (dejo afuera a Mowgli y a otros muchos personajes) hasta Tarzán, quien no conoció teta de loba, sino chichi de gorila. El personaje creado en 1912 por Edgar Rice Burroughs pasó a la cinematografía (la primera película fue rodada en 1918, y desde entonces el valiente hombre de la selva ha producido más de 200 cintas y episodios de televisión) y a la historieta, y se convirtió en un punto de referencia obligado de la cultura de masas vigesimónica.
http://www.jornada.unam.mx/2007/02/04/index.php?section=opinion&article=004o1pol
http://www.historia-antigua.com/roma/romulo.php?pagina=2
http://www.artehistoria.com/historia/obras/8193.htm
http://www.hispamp3.com/noticias/noticia.php?noticia=20070125113759
http://www.razonypalabra.org.mx/cmasas/2002/junio.html
http://www.teacuerdas.com/nostalgia-personajes-tarzan.htm
http://escena.ya.com/tarzana54/
Aparte de mitos y de productos literarios existe una infinidad de "niños salvajes" documentados, como el famoso Kaspar Hauser, quien apareció a los 16 años en una comisaría de Nuremberg el 26 de mayo de 1828 y de quien se sospechaba que era un príncipe (hijo de Napoleón Bonaparte, a decir de algunos) secuestrado y mantenido en cautiverio durante largos años. Su caso se ha vuelto un paradigma de la etología que consiste en experimentar con animales jóvenes criados en ausencia de ejemplares adultos, ha devenido síndrome sicológico producido en niños que crecen sin afecto paterno o sin contacto con otras personas y fue la base para la impresionante película El enigma de Gaspar Hauser, de Werner Herzog.
A finales del siglo anterior el joven médico Jean Marc Gaspard Itard estudió a un adolescente hallado en los bosques de Caune, en el Languedoc francés y que fue llamado Victor de Aveyron. Se alimentaba con bellotas y raíces, bebía agua de los arroyos, andaba desnudo y a cuatro patas y tenía el cuerpo cubierto de cicatrices. En el frío invierno de 1799 empezó a incursionar en granjas en búsqueda de alimento. Cuando fue capturado se descubrió que no podía hablar, prefería los alimentos crudos a los cocidos, se resistía a la ropa, parecía insensible al frío y al calor extremos y mordía y rasguñaba a quien se le acercase. El chico causó sensación en una sociedad que salía del Siglo de las Luces contagiada por preguntas filosóficas acerca de la naturaleza humana, la educación y la cultura. Jean-Jacques Rousseau había muerto dos décadas antes, dejando tras de sí el concepto perturbador del buen salvaje, "un estado que no existe ya, que acaso no ha existido nunca, que probablemente no existirá jamás, y del que es necesario tener conceptos adecuados para juzgar con justicia nuestro estado presente".
No tuvo tanta suerte, ni en el XVIII ni en el XX, la llamada "niña esquimal" hallada en Francia siete décadas antes (1731): por ese entonces el fermento científico y filosófico estaba menos hirviente y la sociedad de su época se limitó a recluirla en un convento, donde se pierde todo rastro de ella. Apenas cuatro años más tarde, en su Systema Naturae, Linneo habría de introducir una categoría especial para seres humanos criados en condiciones silvestres: Homo Sapiens Ferus. Wikipedia menciona 17 casos de niños ferales como podría ser el caso de la recién descubierta Rochom P'ngieng. Por su parte, la página feralchildren.com refiere 32 casos supuestamente documentados de cachorros humanos criados por individuos de otras especies (monos, perros, cabras, lobos, gacelas, chacales, panteras, leopardos, osos y vacas) entre 1900 y 2004.
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/posadas/texto17.htm
http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/temaskauser.htm
http://www.seep.es/privado/download.asp?url=/publicaciones/1999HPC/Cap07.pdf
http://www.network-press.org/?victor_el_nino_salvaje_de_aveyron
http://classiques.uqac.ca/classiques/itard_jean/victor_de_l_Aveyron/victor.html
http://www.cibernous.com/autores/rousseau/teoria/biografia.html
http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/fundoro/00.semoro_xv/semin15_intro.htm
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/01/23/medicina/1169555584.html
http://www.otrocine.com/?cat=14
http://www.jmarcano.com/biografia/linneo.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Ni%C3%B1o_salvaje
http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_de_Hamel%C3%ADn
http://www.feralchildren.com/en/children.php?tp=0
http://www.elcomerciodigital.com/prensa/20070128/sociedad/ninos-salvajes-tierra-nadie_20070128.html
Cuando uno se ha enfrentado en forma cotidiana con un bebé común, le resulta difícil creer en la capacidad de supervivencia de un crío abandonado en plena naturaleza. La vida planetaria habrá tenido una cuna oceánica, pero eso no significa que uno pueda respirar agua salada. De la misma manera, estas historias de niños criados por bichos que normalmente son muy peligrosos resultan improbables, pero evocan la nostalgia de un retorno imposible a los orígenes, al paraíso donde no hay relojes despertadores ni compromisos sociales ni infartos frente al semáforo.
La cultura occidental inventó al salvaje para afirmar su idea de civilización, señala Roger Bartra, quien ha dedicado dos hermosos volúmenes (El salvaje en el espejo y El salvaje artificial) a dilucidar nuestra fascinación ante esos seres silvestres (reales o imaginarios) que, sin lenguaje, ropa ni modales, emergen de cuando en cuando de las profundidades del bosque (o de nuestra imaginación) para recordarnos nuestra condición civilizada.
http://www.fractal.com.mx/F18espin.html
http://www.herreros.com.ar/melanco/bartra.htm
http://www.acuareladiscos.com/libros/fragmentos.htm
http://www.letraslibres.com/index.php?sec=8&art=9542
[email protected] * http://navegaciones.blogspot.com