Las cifras de marginación no han variado en 12 años, dice en foro con expertos
Poco avance en el combate a la pobreza, acepta Sedeso
Ampliar la imagen Los niveles de pobreza en México no han bajado en más de una década, a pesar de los programas sociales aplicados. La imagen, en Puerto Aventura, QR, luego del paso del huracán Emily, en julio de 2005 Foto: Marco Peláez
Las políticas sociales del gobierno mexicano no han logrado combatir la pobreza y la desigualdad, pues de acuerdo con datos de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Beatriz Zavala Peniche, la cifras de pobres no han variado en por lo menos 12 años, a pesar de que el gobierno federal consolidó la segunda etapa de la política social, que es la de desarrollo de capacidades, que beneficia a unos 5 millones de familias.
En el foro Políticas públicas para el desarrollo de México, dos académicos, dos especialistas internacionales en combate a la pobreza y la desigualdad, y la titular de la Sedeso reflexionaron ayer sobre los tipos y niveles de pobreza en el país y sus principales causas.
Zavala Peniche reconoció los pocos avances en el combate del fenómeno, principalmente por falta de recursos y de una política social de Estado. Es urgente dijo establecer esta política social de Estado, "sin importar los colores del partido que gobierne o de las mayorías o minorías en el Congreso de la Unión", si se quiere combatir la desigualdad en México.
La funcionaria destacó los buenos resultados de la segunda etapa de la política social, conocida como de desarrollo de capacidades. Esta, precisó, se observa en el programa de Oportunidades, donde se tiene además un componente de corresponsabilidad por parte de los beneficiarios. Señaló que en esta segunda etapa se ayuda a 5 millones de familias, lo que significa una atención promedio a 25 millones de mexicanos.
Asimismo, reconoció que aún falta una tercera etapa, que es la de vincular la política social de desarrollo de capacidades con la generación de puertas de salida para las familias que ya están atendidas en su desarrollo de capacidades.
Rolando Cordera Campos, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, resaltó las nuevas generaciones que han nacido entre un ejercicio y otro de los programas sociales (Pronasol, Progresa, Oportunidades) del gobierno mexicano, y que las magnitudes registradas indican que la transmisión intergeneracional de la pobreza sigue marcando la pauta de las relaciones sociales en México, "con el agravante de que esta situación se ha vuelto cada vez más urbana".
Dejó en claro que actualmente se está frente a una seria necesidad de replantear los programas sociales. "En muchos casos se ha encontrado que a la asistencia externa, que ignora o soslaya las exigencias y restricciones del capital social, le es difícil mejorar su eficiencia."
El académico dijo que a pesar de los momentos críticos que vivió el país en 2006, hoy "tenemos que atestiguar que la cuestión social sigue sin estar en el centro de la agenda pública del Estado y del resto de la sociedad.
"La agenda económico-social está, como siempre, sobrecargada. La necesidad de someterla a una tensión intelectual y política de la que pueda extraerse un juego de prioridades ordenadas por la inseguridad social y el desencanto político no sólo es clara, debería ser entendida como urgente para la estabilidad política, el entendimiento social y comunitario, y la consolidación democrática en que los mexicanos insisten estar comprometidos", puntualizó.
En tanto, Isabel Guerrero, directora del Banco Mundial para México y Colombia, planteó que el problema de crecimiento en México tiene que ver con la baja inversión y el reducido crecimiento de productividad.
Propuso que en el futuro se evite la dicotomía entre crecimiento y desigualdad; fortalecer la libre competencia; diseñar reformas sectoriales, como el fortalecimiento de reguladores y darles independencia; equidad en oportunidades de educación; mejorar competencia en el sector financiero y de telecomunicaciones.
En el panel en el que intervinieron también Patricia Olamendi Torres, asesora de la presidencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, y Andras Uthoff, director de Desarrollo Social de la Cepal, se coincidió en que el crecimiento económico no se ha visto acompañado de un desarrollo social que impacte la calidad de vida de las personas; la persistencia de la pobreza da evidencias de no tratarse de un fenómeno pasajero que ha de atenderse con medidas paliativas de política pública.