La decisión, ante la negativa de la SG a declarar emergencia en la zona, dicen
Habitantes de Las Golondrinas interpondrán queja en la CNDH
Latente el peligro de derrumbe de viviendas, por la detección de más cavernas
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La colonia Las Golondrinas, en la delegación Alvaro Obregón, presenta hundimientos de tierra debido a la presencia de cavernas en el subsuelo, con el consecuente daño a las viviendas
Foto: Carlos Ramos Mamahua
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Desde la superficie de la colonia Las Golondrinas constantemente se realizan trabajos de relleno para apuntalar sus viviendas
Foto: Carlos Ramos Mamahua
Ante la negativa del gobierno federal para declarar el estado de emergencia en la segunda sección de la colonia Las Golondrinas, asentada en un terreno minado en la delegación Alvaro Obregón, un grupo de representantes de las 90 familias en riesgo presentarán una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra de la Secretaría de Gobernación.
Será el próximo viernes cuando los representantes vecinales, acompañados por el jefe delegacional, Leonel Luna Estrada, acudirán ante el organismo defensor de los derechos humanos, al considerar que la coordinación general de Protección Civil dependiente de la dependencia federal no actuó adecuadamente al rechazar la petición de declaratoria bajo el argumento de que no se trataba de un fenómeno natural.
Ayer, durante un recorrido, el director de Obras y Desarrollo Urbano, José Luis Zamora, explicó que si bien se ha logrado un avance de 50 por ciento en la regeneración de las cavernas encontradas hace poco más de cinco meses, el peligro continúa latente, pues en recientes exploraciones se han encontrado nuevos ramales, cuya extensión y dimensiones se desconocen.
Con los recursos del gobierno delegacional se está atendiendo el área donde existe el mayor riesgo de derrumbe de viviendas, aunque conforme continúan los trabajos de exploración se descubren nuevas cavidades, lo que rebasa la capacidad de las autoridades locales, refirió.
"Por eso estamos pidiendo al gobierno federal que reconsidere su postura. No podemos esperar a que se caigan las casas para actuar", dijo al señalar que sigue incrementándose el daño en las viviendas, que ya desalojadas de sus habitantes lucen con severas afectaciones en su estructura, reflejadas en las agrietadas paredes, las cuales prácticamente están a punto de colapsarse.
En la zona de mayor afectación, que abarca alrededor de dos manzanas a la redonda, cuadrillas de trabajadores de la delegación ejecutan trabajos en la superficie enfocados a la sustitución de la redes de agua potable y del drenaje, para evitar fugas que aumenten los deslizamientos subterráneos.
Dirigidos por la jefa de la Unidad Departamental de Rehabilitación de Zonas Minadas, Irma Bárcenas García, también se introducen en las cuatro oquedades de más 45 metros de profundidad descubiertas originalmente, donde realizan arduas jornadas para colocar las costaleras con tepetate que servirán como relleno del laberinto en que se ha convertido el subsuelo.