Tendría la "capacidad de decidir" sobre su independencia, afirma Arnaldo Otegi
Propone Batasuna una "autonomía política" que integre en España al País Vasco y Navarra
Ampliar la imagen El líder de Batasuna, Arnaldo Otegi (centro), ayer en conferencia de prensa en San Sebastián junto con los dirigentes Rufik Etxeberría, Arantxa Santesteban y Xabi Larralde Foto: Reuters
Madrid, 7 de febrero. La ilegalizada coalición de la izquierda separatista vasca Batasuna propuso hoy una única "autonomía política" que integre al País Vasco y a Navarra dentro del Estado español y tenga "capacidad de decidir" sobre la independencia, como nueva vía para desbloquear el proceso de paz del conflicto en el País Vasco.
Batasuna, mediante su principal dirigente, Arnaldo Otegi, abogó por la creación de esta nueva "autonomía política", que estaría integrada por cuatro de las siete provincias, Guipúzcoa, Vizcaya, Alava y Navarra, y se constituiría en términos jurídicos.
Con esta propuesta Batasuna no renuncia a las tres provincias del País Vasco francés, por lo que Otegi también anunció que presentará una propuesta a Francia para crear "una autonomía" que comprenda a los territorios vascos radicados allí.
Pero a la unión de Euskadi y Navarra sólo se llegará con la aprobación de la mayoría de los habitantes del País Vasco y de Navarra en referendos separados, para abrir así "una fase de transición" en su camino hacia la autodeterminación.
Una vez constituida la primera fase, los ciudadanos de los cuatro territorios podrían decidir libremente su futuro político e institucional" en que se puedan materializar todos los proyectos políticos, "incluido el independentista".
Tras dar lectura al documento político en San Sebastián, Otegi, reconoció que la situación actual es de "bloqueo". El proceso de paz se rompió el 30 de diciembre, cuando un supuesto comando de ETA perpetró un atentado en el aeropuerto de Barajas, en que murieron dos ecuatorianos.
Desde entonces el diálogo que mantenía abierto el Ejecutivo español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, con la organización separatista vasca quedó suspendido, al tiempo que se multiplicó el clamor social contra ETA.
Asimismo, creció el malestar por las instrucciones judiciales contra las ramas juveniles de la izquierda abertzale y por la situación del preso etarra José Ignacio de Juana Chaos, en huelga de hambre desde hace 94 días.
Bajo este contexto, Batasuna señaló que "independientemente de los obstáculos evidentes" es necesario "sentarse a dialogar y alcanzar un acuerdo político resolutivo que dé paso a un nuevo escenario en Euskal Herria", ya que "solamente desde el diálogo" se alcanzará la paz definitiva del histórico conflicto.
Pero la izquierda vasca pone dos condiciones para abrir una nueva etapa de diálogo: "el derecho a decidir del pueblo vasco y la articulación territorial del mismo".
Entre tanto, el líder del derechista Partido Popular, Mariano Rajoy, acusó a Rodríguez Zapatero de falta de "responsabilidad, coherencia, seriedad y rigor", al tiempo que le exigió un compromiso formal ante el Parlamento de que no piensa retomar las negociaciones con ETA sean cuales sean las circunstancias.
El presidente del gobierno acusó a la derecha de protagonizar "un relato de la infamia" por su oposición sistemática al Ejecutivo en la lucha contra el terrorismo y de usar este fenómeno de manera electoral.
Asimismo, recordó a la derecha española las palabras del ex presidente José María Aznar, quien en 2000, un año después de la ruptura de la tregua de ETA de 1998, señaló que en el caso de que la organización vuelva a declarar un alto del fuego, entonces "mantendremos la misma actitud: intentar aprovechar las oportunidades".
Por su parte, el rey Juan Carlos de España declaró que es "prioridad esencial e irrenunciable" de todos los españoles acabar con "la barbarie terrorista", al recibir el premio de los medios de comunicación alemanes en la ciudad de Baden-Baden.
"España es un país moderno, dinámico, abierto, próspero y solidario", que, sin embargo, "viene padeciendo desgraciadamente la barbarie terrorista", destacó el monarca al recibir el premio por su defensa de la democracia española desde la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975.
"De ahí nuestra prioridad esencial e irrenunciable de acabar con esta lacra siempre cruel e inaceptable, que tantas víctimas ha causado en España", indicó durante la ceremonia, en la que participó el ex presidente estadunidense Bill Clinton, uno de los galardonados de los últimos años, al igual que su esposa Hillary, el ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan y el líder sudafricano Nelson Mandela.