Evo Morales dice que se buscarán mecanismos para democratizar el sistema impositivo
Acuerdo con mineros bolivianos; queda sin efecto el alza de impuestos al sector
Ampliar la imagen Policías bolivianos auxilian a un compañero herido en enfrentamientos con mineros que marcharon ayer en La Paz poco antes de concretarse un acuerdo con el gobierno Foto: Reuters
La Paz, 7 de febrero. El presidente de Bolivia, Evo Morales, y el poderoso gremio de mineros independientes firmaron hoy un acuerdo que puso fin a dos días de protestas que paralizaron el centro de La Paz, mediante el cual el gobierno aceptó dejar sin efecto su plan de aplicar un alza a los impuestos de la minería privada.
Morales dirigió personalmente una negociación de seis horas, hasta la firma de un convenio entre ministros y dirigentes de la Federación de Cooperativas Mineras (Fencomin), que agrupa a los más de 40 mil mineros independientes que se habían movilizando contra un alza de tributos, cuya protesta este día dejó dos policías heridos debido a la detonación de explosivos lanzados por los mineros.
El mandatario, quien cumplió en enero el primer año de su gobierno quinquenal, abrazó al líder de Fencomin, Andrés Villca, para sellar su acuerdo con un gremio del que se había distanciado desde octubre, cuando choques entre mineros asalariados y cooperativistas dejaron 16 muertos en la mina de estaño de Huanuni.
"Siento que nos hemos reconciliado", dijo el gobernante tras la firma del acuerdo, transmitido en directo por medios locales. "Hemos llegado a un buen acuerdo", resumió el líder de las cooperativas.
El pacto compromete la búsqueda de mecanismos para "democratizar el sistema impositivo" bajo el principio de que "el que más gana, más paga". De esta manera los cooperativistas renunciaron a su exigencia inicial de ser excluidos de un alza de la regalías que pagan los productores mineros.
Las regalías mineras actuales varían entre 1 y 5 por ciento y el gobierno pretende subirlas a 20 por ciento, según anuncio oficial.
Los cooperativistas se beneficiaron, en cambio, con dos votos en el directorio de seis miembros de la corporación minera estatal Comibol y el compromiso gubernamental de respetar las actuales áreas de producción de ese sector.
El ministro de Minería, Guillermo Dalence, un ex sindicalista, dijo que el acuerdo permitirá acelerar la definición de una prometida "segunda nacionalización" del sector que en 2006 realizó exportaciones por casi 800 millones de dólares.
En tanto, Morales afirmó que no le temblará la mano para expulsar a Transredes, filial de la anglo-holandesa Shell, que opera una red de gas y oleoductos en Bolivia, por supuesto "sabotaje" al suministro de carburantes en el país andino tras el conflicto que el lunes fue solucionado en Camiri.
Urgió al ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, establecer el grado de responsabilidad de la trasnacional en una protesta en Camiri, el pasado fin de semana, que derivó en la toma de las instalaciones de Transredes y en el cierre de las válvulas, lo que impidió el suministro a cuatro regiones del país durante 15 horas y cuyas pérdidas el gobierno calculó en medio millón de dólares.