Gárate Uruchurtu denuncia campaña millonaria de la tlaxcalteca y Jackson por tv
Paredes pide que le demuestren que ofrece candidaturas
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 6 de febrero. Beatriz Paredes Rangel, candidata a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), rechazó que esté ofreciendo candidaturas a cambio de apoyo a su proyecto político, y retó a quien tenga pruebas que las presente; sostuvo que no entrará a una confrontación "de ese nivel".
La declaración ocurrió luego que Alejandro Gárate Uruchurtu, otro candidato a la dirigencia del tricolor, denunció que los equipos de campaña de Beatriz Paredes y Enrique Jackson han ofrecido posiciones y apoyos a consejeros políticos para obtener su voto en la elección del 18 de febrero.
"No quiero inventar conflictos donde no los hay. No sé a qué se refieran. No creo que ayude a nadie inventar conflictos donde no existen", dijo la ex gobernadora de Tlaxcala.
Si alguien ha hecho eso que se precise quién es; a mí me parece que sería absolutamente absurdo y que lesionaría al PRI, lo fundamental es que sean los propios militantes quienes determinen quiénes deben ser los candidatos que los representen, con absoluta transparencia. No tiene sentido entrar a este debate, a este tipo de discusión, explicó.
Alejandro Gárate, quien también busca dirigir el tricolor, señaló que en la elección interna, "hay una línea clara" para que los consejeros en la mayoría de los estados voten por la fórmula Paredes-Jesús Murillo Karam y en menor medida por Enrique Jackson y Sara Latife. Advirtió que ambas planillas han rebasado el tope de gastos de campaña, de 13 millones de pesos.
Mientras, en reunión con integrantes de Organismos Adherentes del PRI, Enrique Jackson respondió a los señalamientos en su contra y aseveró que "alguien por ahí anda tratando de amarrar navajas, ni estoy en una competencia de enfrentamientos ni voy a denostar a nadie. ¡No voy a caer en la trampa!"
Advirtió que el discurso de la agresión y de la descalificación al adversario no funciona, porque eso no aporta solución a los problemas de la gente. "No estoy enfrentándome a adversarios encarnizados, no voy a ofender jamás, a injuriar ni a lastimar a ninguno de mis compañeros", enfatizó Jackson, tras asegurar que está preparado para ganar y sabe qué hacer a partir del 18 de febrero. "Y si no nos dan los votos no voy a hacer berrinche, ni voy a aventar las cosas ni me voy a ir del PRI ni voy a chantajear al partido. Nunca lo he hecho ni lo haré ahora. Nunca seré factor de división en el PRI".
Javier Oliva Posada, quien encabeza la quinta de las fórmulas que buscan dirigir el PRI, propuso que los cinco grupos de aspirantes a la presidencia del tricolor acudan conjuntamente a Yucatán y Baja California, donde habrá elecciones para renovar gobernadores y donde resulta urgente patentizar "la unidad priísta", a efecto de que la lucha interna no afecte a los candidatos de este partido, Ivonne Ortega Pacheco y Jorge Hank Rhon.
Explicó que no se trata de hacer proselitismo en la entidad, sino "hacer patente la unidad que requiere el PRI para ganar".
Oliva, quien es el único junto con Gárate Uruchurtu que entregó en tiempo y forma a la Comisión de Procesos Internos su relación de gastos de campaña en su caso, poco más de 90 mil pesos, invitó a sus contrincantes a hacer lo propio y cumplir con las reglas que todos aceptaron.
Gárate Uruchurtu sostuvo, aparte, que dicha comisión ha actuado con tibieza cuando se han presentado denuncias sobre temas que impiden una contienda equitativa.
Insistió en que, de mantenerse estas condiciones, la elección corre el riesgo de ser llevada a los tribunales, pues "los equipos de trabajo de ambas fórmulas (de Paredes y Jackson) hacen acuerdos políticos con los consejeros estatales, a quienes ofrecen cargos, a cambio de su voto el 18 de febrero".
Paredes y Jackson sostienen, aseguró, una campaña en medios electrónicos "que sólo en una de las cadenas de televisión, cuesta entre 350 y 680 mil pesos diarios. Es decir, ambas fórmulas gastan hasta un millón de pesos al día".
Sólo Jackson, dijo, gastó más de 28 millones de pesos antes de registrar su candidatura y, a pesar de que se ha demandado a la Comisión de Procesos Internos que pida información sobre el origen de los recursos, este órgano ha hecho caso omiso de los señalamientos.