Insisten senadores del blanquiazul en incluir derechos humanos en la política exterior
Green enmienda la plana a panistas: ''el buen juez por su casa empieza''
Se quieren tomar atribuciones que ni la ONU tiene, alerta la ex canciller y legisladora priísta
Ampliar la imagen La senadora priísta Rosario Green Macías Foto: José Carlo González /Archivo
Valle de Bravo, 4 de febrero. Senadores del Partido Acción Nacional (PAN) aseguraron que la reforma constitucional que propondrán a fin de ''adecuar'' a la realidad actual los principios que rigen la política exterior mexicana, no modifican la tradicional estrategia de México en materia internacional. Sin embargo, la priísta Rosario Green Macías, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, advirtió que ''el buen juez por su casa empieza; hay que tener cuidado, porque si de lo que se trata es de promover los derechos humanos en terceros países, esas son atribuciones que ni siquiera la Organización de Naciones Unidas (ONU) tiene''.
Por separado, los legisladores panistas Ricardo García Cervantes y Felipe González González sostuvieron que no variarán los principios constitucionales de autodeterminación y de no injerencia en asuntos internos de otras naciones, si junto a ellos se colocan el respeto a los derechos humanos y los valores democráticos.
¿Y la CNDH?
Sobre este punto, la ex canciller y senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aseveró: ''El buen juez por su casa empieza. Si queremos iniciar una cruzada por el respeto a los derechos humanos en el plano internacional, primero tendríamos que acabar con la pobreza, llevar educación de calidad a la población y cumplir las recomendaciones que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha hecho al gobierno federal por violaciones graves, como ejecuciones extrajudiciales, violaciones de mujeres por policías, tortura, feminicidios, recursos que no se han acatado.
''Cuando en el país ya no tengamos ninguna violación a los derechos humanos, en la tercera generación de estas garantías, sólo entonces ya podremos ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Por ejemplo, hoy faltan empleos en México, hay que garantizar el respeto a la homosexualidad y muchos otros derechos que hoy faltan''.
A los senadores panistas se les hizo notar que durante el sexenio de Vicente Fox Quesada el esgrimir estos dos aspectos provocó el deterioro de la relación con Cuba, y su respuesta fue que los derechos humanos no pueden quedar fuera del marco que rige la interacción entre las naciones.
García Cervantes, quien preside la comisión senatorial de Relaciones Exteriores para América del Norte, señaló que en la discusión que se dio entre los integrantes de su bancada, durante la reunión plenaria que llevaron a cabo en este municipio mexiquense de Valle de Bravo, quedó claro que México debe tomar en cuenta y responder en materia de política exterior a otros principios que son valorados a nivel internacional, como es el caso de los derechos humanos.
A su vez, Green Macías subrayó: ''Hay que tener mucho cuidado con el lenguaje, porque a lo mejor con el pretexto de los derechos humanos se pretende dictar decisiones dirigidas a terceros países. Ya hay bastante legislación nacional en materia de derechos humanos; en todos los artículos de la Constitución se busca la promoción de esas garantías; hay que participar en organismos internacionales, pero sin andar buscando innovar''.
Los panistas, por su parte, agregaron: ''El respeto a las garantías individuales se ha convertido en una preocupación del mundo globalizado, por ello, el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional propondrá que ese principio se establezca en la Carta Magna''.
A su vez, el ex subsecretario de Gobernación y actual senador panista, Felipe González, rechazó que con esa reforma se propicie un mayor deterioro de la relación con Cuba. Señaló que ese es un asunto que deben resolver los dos gobiernos.
Por otra parte, tanto González como García Cervantes rechazaron que se pretenda quitar facultades al Senado con la propuesta panista de eliminar la obligación del Presidente de la República de solicitar la autorización del Congreso para viajar al extranjero, en el caso de ausencias mayores de siete días.
El primero precisó que se trata de una disposición constitucional muy antigua, que data de 1857 y que fue establecida a fin de que el Poder Legislativo pudiera analizar la situación interna y determinar si el Presidente de la República podía salir del país sin riesgo de que en su ausencia se instrumentara un golpe de Estado o una rebelión.
El México del siglo XXI es muy distinto, comentó a su vez el senador García Cervantes, por lo que tal disposición ya no tiene sentido. Agregó que es el mismo caso de la autorización del Congreso de la Unión para la salida de tropas, donde el precepto constitucional requiere adecuarse en el caso de viajes de miembros del Ejército o la Armada para asistir a cursos de capacitación o actividades similares.