Promover los Pueblos mágicos, parte de la estrategia de la Sectur: René Rivera

El patrimonio cultural prosigue en el ''anaquel'' para impulsar el turismo

Arroja un estudio lista de 811 localidades para desarrollar esa vertiente económica, dice el funcionario federal

Palenque y Chichen Itzá figuran entre los destinos preferidos

MONICA MATEOS-VEGA

Cuando Vicente Fox llegó a la Presidencia de México, sus colaboradores ''replantearon" el potencial turístico del país. No querían que siguiera siendo sólo un destino de ''sol y playa" y pusieron ''en el anaquel" de las ofertas para el turismo, tanto nacional como extranjero, al patrimonio cultural, entre otros ''nichos de mercado", explica René Rivera, director general de Desarrollo de Productos Turísticos de la Secretaría de Turismo (Sectur), en entrevista con La Jornada.

Detalla que la ''estrategia de diversificación" desarrollada hace seis años para dar a conocer el gran potencial de esos otros ''segmentos" apostó a cinco rubros principales: el turismo deportivo, el llamado de salud (que tiene que ver con los spas), el de negocios (convenciones), el ecológico y el cultural.

Al cabo de un sexenio, los dos últimos ''destacaron" tanto que a ellos se enfocarán las baterías durante la administración de Felipe Calderón. El funcionario estimó que entre 2000 y 2006 se invirtió en turismo cultural unos 2 mil millones de pesos, recursos procedentes de Sectur, gobiernos municipales, estatales y algunas organizaciones no gubernamentales (ONG).

''Esto nos da un ritmo de inversión de alrededor de 320 millones al año. En 2007 estaríamos tratando de invertir lo mismo, con la aspiración de duplicarlo. Para la Sectur no hubo recorte presupuestal este año, más bien creció", afirma.

Además, para la Sectur ''el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) recibe no pocos recursos autogenerados" por concepto de ingreso de taquillas en las zonas arqueológicas; ''si hacemos cuentas, con el dinero que recibe de taquillas el INAH puede seguir manteniendo investigadores, materiales y puesta en valor de las zonas. Ha habido errores, es cierto, al no tener un control en los flujos de turismo, pero es cuestión de ponernos de acuerdo para que esto funcione bien."

Búsqueda del aprovechamiento

René Rivera indica que, de acuerdo con estudios elaborados por Sectur, se supo que cerca de 40 por ciento de los turistas tanto nacionales como extranjeros tienen un acercamiento con la cultura.

Eso, agrega, les aportó ''claridad" para desarrollar productos ''novedosos" para el turismo cultural, como los pueblos mágicos. Además, ''empezamos por 'lavar la cara' de los centros históricos de las nueve ciudades catalogadas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad (Campeche, Guanajuato, Morelia, Zacatecas, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tlacotalpan y el Distrito Federal), en términos de imagen urbana, mejoramiento de fachadas y rehabilitación de monumentos históricos. Esto encontró eco en los propios alcaldes y en otras instancias en cuanto a la entrega de recursos: ''ya no sólo aportamos nosotros, también se interesó la Secretaría de Desarrollo Social.

''En Querétaro, donde más avanzado se encuentra este proyecto, lo podemos constatar: hubo un reordenamiento urbano. El trabajo más fuerte se ha hecho en la recuperación física de los espacios culturales.

''Pero eso no es suficiente para que vengan los turistas. Hace falta que se tengan actividades y que todo sea encontrado por ellos, es decir, hay que poner los lugares turísticos en el anaquel", enfatiza Rivera.

El Estudio Estratégico de Viabilidad del Turismo Cultural en México elaborado por el Centro de Estudios Superiores en Turismo (Cestur) identifica en el país 811 ''localidades de interés para el desarrollo del turismo relacionado con la cultura", de las cuales 125 fueron mencionadas por los visitantes como ''principales destinos culturales de México"; pero de éstos la ciudad de México, Oaxaca, Palenque y todo el estado de Chiapas, Cancún, Guanajuato, Chichen Itzá (Yucatán) y Teotihuacan, concentraron casi 70 por ciento de las menciones.

A partir de estos datos, la Sectur se dedicó a ubicar y ampliar las posibilidades de comercialización de los atractivos y actividades culturales, primordialmente de las ciudades Patrimonio de la Humanidad, las zonas arqueológicas y de otras ciudades englobadas en el nuevo concepto pueblo mágico.

''Nuestra línea de trabajo ­continúa Rivera­ es tener un aprovechamiento del patrimonio, tratando de ser mediadores entre éste y los desarrolladores turísticos, lo cual es difícil. En el caso del patrimonio arqueológico la dificultad está fincada en cuestiones de la tenencia de la tierra.

''Un dato que poca gente sabe en México es que la mayoría de los terrenos en los que se ubican nuestras zonas arqueológicas no son propiedad de la nación. La ley lo que dice es que el patrimonio arqueológico es propiedad de la nación y que el INAH es donde tiene jurisdicción.

''Eso está muy bien, pero los terrenos pueden ser privados, puede existir un dueño X, a quien se le reconoce la propiedad. El INAH lo único que puede hacer es marcar las polígonales y decir, sí, es tuyo el terreno, pero este pedazo es de la nación. Así se trabaja."

No obstante, puntualiza el funcionario federal, se dan controversias jurídicas en las que la Sectur funge como mediadora ''de acuerdo con nuestro eje rector: queremos ser respetuosos del patrimonio. Evidentemente estamos con el INAH, nuestro compañero federal en este terreno, pero también estamos por el lado del desarrollo turístico."

Riqueza con rentabilidad

­Algunos especialistas (arqueólogos, historiadores, críticos de arte) señalan que los turistas se han convertido en el cáncer de zonas prehispánicas como Teotihuacan, Tulum o Chichen Itzá.

­No comparto esa opinión. Creo que el patrimonio que posee México tiene una razón de ser, es decir, no queremos el patrimonio para que esté ahí enterrado. El proceso que siguen las autoridades encargadas de su custodia es muy claro: identificar dónde está esa riqueza, registrarla, catalogarla, hacer investigación y, en su caso, hacer labores de conservación, rescate y recuperación. Al final llegan a una etapa donde estamos nosotros, que es la divulgación.

''¿Para qué queremos ese patrimonio si no lo conocen los mexicanos, si no lo conoce el mundo? Lo que debemos hacer entonces es controlar el flujo de visitantes para que se aproveche el patrimonio desde un punto de vista sustentable, que dure para generaciones futuras y que tenga una rentabilidad, para que el INAH pueda seguir investigando y poniendo en valor más patrimonio. Así se forma un círculo virtuoso."