Jihad Islámica y Brigadas de los Mártires de Al Aqsa reivindican el ataque
Atentado suicida palestino en balneario israelí; tres muertos
En represalia fuerzas armadas de Tel Aviv lanzan un ataque aéreo en la franja de Gaza
Es una reacción contra los abusos del ocupante: Hamas
EU critica al gobierno de la ANP
Ampliar la imagen Paramédicos israelíes retiran un cadáver del lugar donde un atacante suicida palestino detonó explosivos que causaron tres muertos en el balneario de Eliat Foto: Reuters
Jerusalen, martes 30 de enero. Tres israelíes murieron este lunes y varios más resultaron heridos en un atentado suicida reivindicado por dos grupos armados palestinos en el balneario de Eliat, el en primer ataque de este tipo en nueve meses que provocó las condenas de Israel y la comunidad internacional.
El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, prometió una "lucha sin respiro contra los terroristas y quienes les encargaron" el crimen.
Horas más tarde, ya en la madrugada de este martes, la aviación israelí llevó a cabo un ataque en la franja de Gaza, informó un vocero militar. El primer bombardeo de Tel Aviv en la zona en más de dos meses.
El ataque fue diridido contra un túnel cerca de Karni, principal punto de paso de mercancías entre la franja de Gaza y territorio israelí.
Este acto "intenta afectar un centro turístico y debe encender la luz roja en cuanto a las intenciones de los grupos terroristas", declaró a su vez el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, quien por lo pronto ordenó una actitud más dura contra los milicianos palestinos.
Yasser Abed Rabbo, que acompaña al presidente palestino, Mahmoud Abbas, en la cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, subrayó el rechazo a este tipo de actos. "Creemos que no están en el interés de la causa palestina", añadió.
Sin embargo, el movimiento Hamas, en el gobierno palestino, aseguró en un comunicado que el atentado "es una reacción natural a los crímenes diarios del ocupante (Israel) contra los palestinos".
La Jihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, vinculadas a Fatah, el movimiento de Abbas, reivindicaron de manera conjunta el atentado y afirmaron que fue cometido por un palestino de 21 años originario de Gaza identificado como Mohammad Faisal Siksik.
"El mártir llegó (al balneario de Eilat) proveniente de Jordania", afirmó a la prensa en Gaza un vocero de Jihad Islámica, que precisó que "se trata de una operación compleja que fue planeada durante siete años".
Ambos grupos dijeron que el ataque fue en respuesta a los intentos israelíes "de profanar la mezquita de Al Aqsa", en Jerusalén, en referencia a las últimas excavaciones arqueológicas.
El gobierno jordano negó la versión del grupo palestino e indicó que "la información no tiene base", toda vez que el autor del atentado "ni residió en Jordania en ningún momento, ni cruzó la frontera desde Jordania".
Las autoridades israelíes cerraron el puesto fronterizo israelí-egipcio de Taba, y las fuerzas de seguridad elevaron la alarma en todo Israel tras el atentado suicida, el primero en Israel desde abril de 2006, cuando un palestino mató a diez personas en Tel Aviv y fue reivindicado por Jihad Islámica.
Fuentes médicas y policiales indicaron que tres personas murieron y varias fueron heridas cuando el atacante suicida entró con una bomba en su mochila a una panadería de un centro comercial de Eliat, un balneario del Mar Rojo, al sur de Israel, y la hizo explotar.
El ataque tiene lugar días antes de una reunión del Cuarteto Internacional para Medio Oriente, integrado por Estados Unidos, Rusia, la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea, prevista el 2 de febrero en Washington, con la finalidad de intentar reactivar el proceso de paz israelí-palestino.
El gobierno de Estados Unidos sostuvo: "El peso de la responsabilidad para evitar este tipo de atentados recae en el gobierno palestino", en una declaración de la Casa Blanca.
Tras condenar "rotundamente" el atentado y a los grupos terroristas, incluido Hamas que, indicó, "justifican y disculpan acciones bárbaras", añadió que el fracaso de la Autoridad Nacional Palestina para "actuar contra el terror, inevitablemente afectará las relaciones entre dicho gobierno y la comunidad internacional, y minará las aspiraciones del pueblo palestino a tener un Estado propio".
La Unión Europea condenó el atentado y lo calificó de aparente intento por destruir las esperanzas de avances en las relaciones israelí-palestinas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, afirmó que actos terroristas como este constituyen una violación al derecho internacional y no deben ser justificados, y pidió a las fuerzas de seguridad palestinas que actúen para impedir cualquier otro acto de ese tipo.
El rey Abdullah II de Jordania expresó, en conversación telefónica con Olmert, su repudio ante este hecho. Alemania, España y México se sumaron a las voces que condenaron en atentado.
En este contexto, las facciones rivales palestinas, Hamas y Fatah, acordaron una tregua en Gaza efectiva desde las 3 horas (local) del martes, tras la última escalada de violencia interna que desde el jueves dejó al menos 33 muertos, incluidos los cinco de este día, así como 120 heridos.
"Todos los enfrentamientos deben terminar y los hombres armados deben retirarse inmediatamente de las calles", declaró el ministro de Relaciones Exteriores palestino, Mahud Zahar, miembro de Hamas, tras una reunión en Gaza entre el primer ministro, Ismail Haniyeh, miembro ese movimiento, y Rawhi Fattu, representante de Abbas.
No obstante, en las primeras horas de este martes se reportaron enfrentamientos entre militantes de Hamas y Fatah, sin que se hablara de víctimas.
Asimismo, ambos grupos hicieron un llamado a la liberación de los activistas de sus respectivos movimientos, secuestrados en los últimos días por ambos grupos.
Pero por otro lado, el subjefe de la oficina política de Hamas, Moussa Abu Marzouk, aseguró hoy que el diálogo con la facción palestina rival para formar un gobierno de unidad nacional se suspendió debido a la "falta de seriedad" de Fatah.
En Washington, en tanto, el Departamento de Estado señaló, a través de su vocero, Sean McCormac, que Israel habría violado los acuerdos militares con Estados Unidos al utilizar bombas de racimo durante la guerra con la milicia libanesa Hezbollah, en junio del años pasado, en un informe preliminar que en breve presentará ante el Congreso.