Se necesita la acción rectora del Estado para corregir las "terribles desigualdades", dice en Davos

El 2 de julio, México optó por el libre mercado, afirma Calderón

Intenta convencer a empresarios de que con su triunfo el país decidió por "políticas responsables"

El problema de AL estriba en elegir entre la democracia o los regímenes dictatoriales, afirma

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Davos, Suiza, 26 de enero. Si bien México no es la tierra prometida, sí es la tierra del futuro, pregonó el presidente Felipe Calderón ante los líderes del libre comercio reunidos en el Foro Económico Mundial de Davos, donde aprovechó para defender su triunfo del 2 de julio, como "muestra de que los mexicanos decidieron en favor de la democracia, del mercado y de políticas públicas responsables y viables".

En lo que fue su primera participación en el foro de Davos ratificó las posturas de sus antecesores Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox en pro del libre mercado para tener una economía competitiva, aunque trató de matizar esta filosofía cuando afirmó que también se necesita la acción rectora del Estado para corregir "terribles desigualdades".

Empeñado en borrar las fronteras entre gobiernos de derecha e izquierda, dijo que en realidad el problema de América Latina no estriba en esas diferencias, sino en decidir entre fortalecer la democracia o los regímenes dictatoriales.

Durante el segundo día de su gira por Europa, afirmó que las elecciones del pasado 2 de julio no sólo establecieron un derrotero para México, sino que servirán para que el país juegue un rol que garantice que América Latina llegue a tiempo a su cita con el futuro.

Y en ésta, que definió como batalla, dijo que el 2 de julio, "afortunadamente, México decidió en favor del mercado, de políticas públicas sociales y ambientales responsables y viables, en pocas palabras, México decidió en favor de su destino".

"Cita con el futuro"

Según el Presidente mexicano, la cita con el futuro tiene que ver con la promoción de mercados cada vez más rápidos y diversos, con inversiones cada vez más globales y centralmente planificadas.

La posición contraria ­dijo­ implica volver a regímenes del pasado, a economías cerradas y centralmente planificadas, controladas por el gobierno mediante expropiaciones.

¿Y cuál es la ruta sobre la que puede construirse el futuro? ­se preguntó el mandatario. "A mí me parece que a través de pasar ese equilibrio entre el mercado y el Estado".

Así, el Ejecutivo mexicano se declaró convencido de construir desde el centro, respetando las reglas del mercado, pero también las reglas de justicia y de respeto al medio ambiente.

Repitió su discurso de que el país cumplirá el pronóstico de la calificadora Goldman Sachs, y en 2040 estará entre las cinco economías más grandes del mundo, pero también será una de las más prósperas y justas.

Al argumentar por qué México es "la tierra del futuro", expuso que tiene muchas ventajas: es el cuarto productor de petróleo en el mundo, tiene tasas de inflación bajas, una "economía enorme", estabilidad política y un bono demográfico.

Con el optimismo que ha mostrado en sus encuentros con empresarios, señaló tajante que hay un "México diferente", convencido de que no es la solución enterrar la cabeza en la arena, quejarse de todo lo que pasa y culpar a los demás.

En su afán por convencer a los líderes políticos y de negocios, señaló con insistencia que a partir de su gobierno hay un "nuevo México".

Hay un país de leyes, según explicó Calderón, y como hiciera un día antes con empresarios alemanes, puso como ejemplo su decisión de poner "un hasta aquí" a los capos de las drogas que fueron deportados a Estados Unidos, para evitar que siguieran teniendo control de las cárceles.

Reivindica a Fox y anuncia avances en acuerdo migratorio con EU

A pesar de que presentó marcados contrastes entre el México "del pasado y del futuro", reivindicó a su antecesor Vicente Fox Quesada, por su "gran trabajo". Así, hizo mención especial del programa informático de Enciclomedia impulsado por el guanajuatense.

Luego, en conferencia de prensa, eludió criticar a su compañero de partido. "Yo creo que hizo las cosas bien", expuso.

Si bien quiso mostrarse cercano a América Latina, fue insistente en destacar su relación con Estados Unidos.

Respecto a la conversación que sostuvo hace dos días con el presidente George W. Bush, señaló que éste lo felicitó por las acciones que ha tomado y le refrendó su compromiso de impulsar una "reforma migratoria comprensiva".

Expuso que hay "avances" en esta materia, pero se reservó de comentar los detalles. De hecho, se mostró confiado en que la nueva geografía política en Estados Unidos, particularmente con la mayoría demócrata en el Congreso, contribuya a avanzar en una solución al problema migratorio.

Advirtió que su reto es ganar el debate en el vecino país del norte acerca de la migración, además de convencer a la opinión pública estadunidense de que el fenómeno no se puede resolver por decreto, sino haciendo que haya más empleos para evitar que la mano de obra emigre.

Reuniones con empresarios

Después de una larga jornada de encuentros con presidentes de empresas multinacionales, Calderón se mostró optimista de que aumentarán sus inversiones en México, y citó que hay compromisos de industrias globales de gastar 4 mil millones de pesos en territorio nacional.

En la lista de inversionistas se encuentran la empresa de telecomunicaciones Freescale, que prometió construir una nueva planta en México; Robert Bosh, quien se comprometió a trabajar en el diseño de un programa sobre el consumo de diesel, y el Grupo Lenovo, compañía líder en el campo de la computación, que pretende incrementar el número de maquiladoras en el país.

De la entrevista que tuvo con el presidente de Microsoft, Bill Gates, el único anuncio concreto que se dio es que ambos acordaron que el empresario visitará México en próximas fechas para continuar apoyando los esfuerzos para desarrollar las tecnologías de la información en territorio nacional.